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Mis ojos se abren de golpe al terminar aquel amargó recuerdo, todos mis vagos intentos por mantener la calma fueron inútiles, pierden el sentido cuando mi respiración comienza a acelerarse nuevamente y un nudo en mí garganta impide que el aire llegue correctamente a mis pulmones. Mi corazón golpea con fuerza mi pecho.
¿Eso de verdad sucedió?
La prueba esta frente a mis ojos. El helicóptero sigue humeando un gran fuego calcinando todo a su alcance, es imposible que quede algo, ni un sobreviviente.
Mi cuerpo tiembla, y mi mente aturdida es incapaz de procesar todo lo que ha sucedido.
Siempre he soñado con vivir en el mejor juego de consola de Capcom, pero no esperaba que fuera de esta manera.
Es aterrador.
Quiero irme de aquí
Una sensacion angustiosa y opresiva se instalo en mi estomago, revolviendo mis entrañas con violencia. Mi mano cubrió mis labios en un intento de resistir la necesidad de expulsar lo que sea que comí anteriormente, las arcadas me atacaron repentinamente, toda esta situación me tiene...¡Ni siquiera de como explicarlo!
El agotamiento pesa, no soporto ni mi propio peso. Siento mis piernas adormecidas.
Mis pies finalmente sucumben, termino de rodillas en el suelo mientras mantengo una mano sobre mi estómago apretando ligeramente, desesperado por tratar de detener aquella sensación angustiante, y cuando, después de varios intentos logre recuperar el aire, puedo ver mi reflejo claramente en un charco de agua, frente a mi, pese a la inmimente oscuridad nocturna.
Mi corazón se detuvo al observar mi reflejo.
Este no es mi cuerpo.
Las diferencias son visibles. El cambio de color en mi cabello, antes castaño claro y ahora albino, corto. Las cejas del mismo color blanquecino, mis ojos brillan en un intenso color azul claro, demasiado, si el ambiente fuese más cálido rosaría el grisaceo.
Esto no puede ser real.
Levanté lentamente una de mis manos acariciando suavemente mi mejilla tratando de confirmar lo que veía, al instante sentí las yemas de mis dedos rozar sobre la piel.
¿Qué?
-- N...treinta...y siete...
Una voz fémina llama mi atención devolviendome a la realidad, suena débil, cansada, casi desvanecida, causa que un escalofrío recorra mi cuerpo, mi piel se herizo nuevamente.
Busco con la mirada a la dueña de aquella voz, e inevitablemente terminé encontrándome con el desastre de helicóptero otra vez. Mi cuerpo tiembla. Pero entre los escombros se encontraba ella, la mujer de hace momentos atrás, la que me salvo la vida tras lanzarme del helicóptero antes de que la máquina estallara.
La parte inferior de su cuerpo está totalmente aplastada por un gran trozo de metal que anteriormente formaba parte del helicóptero, pero ella me observa con una calida sonrisa.
-- Ven aquí... -- Me pide suavemente.
Mi corazón se detuvo por un momento al verla ahí en ese estado tan deplorable, herida. No supe en que momento terminé acercandome a ella, pero, sin darme cuenta ya me encontraba a su lado, arrodillado junto a su debil cuerpo, siendo consciente de que no podré hacer nada más que acompañarla a su inevitable destino.
Ya era tarde. No valía la pena intentarlo.
Por mas que me esforzara jamás podria mover el metal pesado, además de estar reforzado por otras partes del helicóptero, es sumamente pesado, y aunque logrará sacarla de ahí no tengo equipo para tratarla a tiempo, y pese a tenerlo, ¿qué tanto daño había recibido? ¿cuánta probabilidad existía para que sobreviva?
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『 So...¿who are you? 』-▪︎¤ Resident Evil 4 ¤ ▪︎
Phiêu lưu. ¿Cómo termine aquí? Realmente no tengo idea, lo único que sé es que mí consciencia fue, de alguna ridícula manera, trasladada al cuerpo de un simple pero eficiente agente del gobierno que por una misión fue enviado en un helicoptero de rescate en...
