Quiero ser más que tu amigo // minsung chilensis

14: Último primer día

—Hijo por qué no te hay levantado? Son las 7, apúrate pa que no llegui tarde. —dijo la mamá del Minho, entrando a su pieza a despertarlo.— Es tu último primer día mi amor, que emoción.

Después de pensarlo harto la noche anterior había decidido apagar la alarma y hacerse el weon no más pa no ir al colegio hoy o por último fingir que estaba enfermo, pero su mamá igual lo hizo levantarse e ir.

No le había vuelto a hablar al Jisung desde la última vez que se vieron y no planeaba hacerlo tampoco, así que se vio obligado a irse en micro no más. Al menos no llegó tan temprano como la última vez que había tomado la micro.

Para su suerte el Jisung aún no llegaba al colegio, porque con el dolor de guata que traía por los nervios estaba seguro que se cagaba encima si veía al Jisung al tiro.
El único que estaba ahí era el Changbin, quien estaba sentado afuera de la sala escuchando música, probablemente esperando a que llegaran sus besties.

—Oe Changbin, nos sentamo juntos este año? —le dijo a su amigo luego de saludarlo, a lo que él lo miró extrañado.

—Pero y el Jisung?

—Ya weon si no queri no no más po, creí que te voy a andar rogando a vo chancho reculiao? —le respondió enojado el Minho, cruzándose de brazos.

—Yiaaa desayunaste pólvora o que wea? —dijo el Changbin riéndose mientras se paraba. El Minho le pegó un combo en el brazo por burlarse, haciendo que el Changbin lo abrace a la fuerza.— Ya mi amor no se enoje. A ver venga, vamo a sentarnos.

El Changbin lo agarró de la mano (porque tenía claro que si no se lo llevaba arrastrando el Minho se iba a quedar ahí parado no más todo amurrado) y lo llevó hasta el último asiento al fondo de la sala para sentarse.
Al ver que su amigo aún seguía parado con cara de tragedia, se palmeó las piernas, invitándolo a sentarse.

—Tome asiento con confianza no ma, a ver cuéntele al tío Changbin qué le pasa. —le dijo en tono de broma.— Quiere que le haga cariñito?

Pero en vez de hacerlo reír, el Changbin quedó terrible sorprendido cuando el Minho aceptó su oferta de una, sentándose en sus piernas e incluso abrazándolo para luego largarse a llorar.

—A chucha. —dijo el Changbin, medio incómodo sin saber que hacer.— Que wea Minho, tai bien? Ay pregunta weona no respondai eso obvio que tai pal pico, pero hermano qué te pasó?

—Toi triste. —sollozó el Minho escondiéndose en su cuello.

—No si ya me di cuenta po weon, tai llorando peor que el Felix cuando vimos Coco. —dijo el Changbin haciéndole cariñito en la espalda.— Ya po Minho, no llori que me da pena igual. Queri que llame a alguien? Al Jisung?

—No! —exclamó de una el Minho, sobresaltando al Changbin.— No weon que vergüenza que me vean así, no le digai nada a los cabros porfa.

—Pero weon ya tai todo hinchado con los mocos colgando, no creo que no se den cuenta cuando te vean po.

Justo en ese momento, el Changbin vio cómo se asomaban el Seungmin y el Felix por la puerta, así que rápidamente les hizo un gesto pa que se fueran.

—Queri que vayamos al baño? Ya tocaron el timbre y van a empezar a llegar los demás po, aparte ahí igual te podi lavar la carita y calmarte, ya? Vamos?

El Minho asintió y se paró, caminando tomado del brazo del su amigo tratando de esconderse, pero con lo enano que es el Changbin no servía de mucho que digamos.

Al llegar al baño se lavó la cara intentando calmarse, pero la penita le seguía y lo único que quería el Minho era irse a su casita y hacerse bolita en la cama pa no ver más al Jisung.