Capítulo 13: Olivia

15 2 4
                                    

El pobre Ian venía con una cara que parecía que le había pasado una tropilla  de caballos por encima. Al salir de donde era el rodeo vi que un rebaño de mujeres mayores iban a por él y yo estaba claro que no iba a ser quién me metiera entre sus fans y él. Aún así, al llegar dónde yo estaba me dedicó una pequeña sonrisa y fuimos a dónde había aparcado su coche para poder ir al Billy's.

Durante el trayecto comentamos qué le había parecido el lugar dónde habíamos estado, el rodeo, la comida y demás. Pero ahora venía lo mejor y al pobre se le veía demacrado.

-Ian si quieres irte a tu casa no pasa nada de verdad, se te ve cansado y no me gustaría forzarte a venir si no quieres. Además mañana seguro que tendrás que trabajar y...

-Liv, me voy a quedar.- sonrió relajado mirándome de lado mientras aparcaba. Mañana tengo turno de tarde y podré descansar por la mañana así que- se desabrochó el cinturón y en un instante hizo lo mismo con el mío.-vamos a disfrutar de la noche y a bailar con música country.

Y ahí me derretí un poco y no pude evitar sonreír. ¿Se quedaba por mi? A ver, que egocéntrica. Se quedaba para pasarlo bien y pensemos que también por mi.

Entramos al bar cómo si fuéramos los reyes del lugar. Parecía de película, enserio, hasta Brooke y James que estaban ya allí se quedaron mirándonos. Dábamos las vibras de pareja con potencial, aunque aún dudara que si éramos amigos. Nos sentamos con la parejita y segundos después llegó Sam con una bandeja de chupitos de tequila acompañada de Jenna, quien llevaba la sal y el limón.

-Bueno, bueno.- dijo Sam mientras se frotaba las manos tras haber dejado la bandeja en la mesa.- ¿Listos para empezar bien la noche?

-AAAAAH TEQUILA TE ADORO.-chilló muy agudo Brooke mientras le arrebataba tres de los vasitos para repartirlos entre su novio, ella y yo.

- Empezamos fuerte veo....- dijo Ian cogiendo su correspondiente chupito.

- ¿Cómo si no?-dijo Sam rodeándole con un brazo amistosamente.

Oh, oh... OH, OH. ¿Le había rodeado?¿Con? ¿El? ¿Brazo? Tuve que mirar a Jenna y a Brooke para confirmarlo. Estaban alucinando a los mismo niveles que yo. ¿Ya iba borracho?

- ¡Vamos a brindar por Ian!- sugirió Sam.- ¡Levantemos los chupitos por el doctor que me hará recuperar la memoria!- dijo mientras alzaba el vaso y me miraba. Y con eso me lo dijo todo.

Todos brindamos y nos bebimos de un trago el tequila. Si Sam quería jugar íbamos a jugar. Me daba igual que fuera a lo sucio o no. Dejando la vergüenza de lado, me dirigí al escenario. Esto si que lo iba a recordar.

Habíamos visto mil veces esa maldita película y bailado ese baile otras mil más. "Hoedown throwdown" de Hannah Montana. Conecté mi teléfono al altavoz, empecé a marcar el ritmo con las palmas mirando a Sam y el tiempo se paró entre nosotros. Su estado ebrio pasó a estar lo más sobrio posible y con una pequeña sonrisa, se cruzó de brazos y se apoyó en una columna a mirarme mientras movía la cabeza al ritmo de la canción. Se tenía que animar con esto, era imposible que ni un rincón de su cuerpo le dijera que no podía salir a bailar conmigo.

Y así fue como milagrosamente, cumpliendo mis deseos, mi príncipe azul subió a bailar conmigo. Pero este príncipe azul no llevaba traje de gala, era el que llevaba pijama y ayudaba a los demás, efectivamente era Ian. Pero la felicidad me duró poco cuando, vi a un Sam decepcionado bajando las escaleras del escenario. Ahí me di cuenta de lo que estaba pasando. A pesar de que Ian y yo nos lo pasáramos muy bien bailando la canción, no sentí lo mismo que siempre había sentido por Sam. Y no encontraría a nadie que me hiciera sentir lo mismo, lo tenía claro.

El accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora