Sophie & Carter

CAPÍTULO 03

Sophie Nicols:

— ¿Carter? — Pregunté, sorprendida.

— ¿Él era el chico del que me hablaste? — preguntó Rebecca.

Asentí.

— ¿Qué haces aquí?

— Vine con mi padre — Explica.

En ese momento me percate del hombre que estaba a unos pocos centímetros de Carter.

Era igual a él; pelo rubio, ojos azules, cuerpo musculoso y ese porte elegante que se perdía un poco gracias al cabello desordenado.

— Oh, claro.

— Hijo — Intervino el señor Clark — ¿No piensas presentarme a la hermosa chica?

— Oh, claro — Sonríe — Papá, ella es Sophie Nicols.

— Un placer — Besa el dorso de mi mano — Me llamo Santiago Clark.

— Es un gusto conocerlo, Señor Clark — Sonreí y él me sonrió de vuelta.

— El gusto es mío, Sophie — Se voltea hacia su hijo — Carter, voy a ir a saludar a los demás, tu si quieres quédate aquí.

Asiente.

Carter, Rebecca y yo nos vamos a donde están Josh y Tara; comiendo pastelitos.

— Te digo que los de menta son horrendos, mejor estan los de fresa — Espeta Tara.

— Los de fresas saben a hígado con azúcar — Josh se cruza de brazos.

— ¿Y tú como carajos sabes como sabe el hígado con azúcar?

— Dejen sus peleas para otro momento — Se queja Matthew.

— ¡Amor! — Chilla Rebecca, lanzándose a sus brazos.

Se dan un largo beso y yo les paso por al lado junto con Carter.

— Chicos.

No me prestan atención.

— Eh..Chicos — Carraspeo.

Siguen ignorandome de manera que creo que ya es personal.

— ¡¿Me van a prestar atención o tengo que golpearles con una bandeja en la cabeza?! — Exclamo.

Ambos se voltearon en mi dirección.

A esto lo llamo: Minion pero peligrosa.

— Oh, lo sentimos Sophie. No te vimos allá abajo — Josh sonríe con burla.

— A eso que dices se lo denomina como 'Bullying'

— A esto que digo se le llama: Decirle a tu amiga de forma cariñosa que parece una ardilla que cree que intimida — Contesta.

— Como sea — Ruedo los ojos —. Él es Carter.

— Un placer, Carter — Lo saluda Tara — Me llamo Tara Mclain.

— El placer es mío, Tara.

— Él es Josh.

— Hola — Saluda.

— Hola Josh.

De la nada, una chica vestida de negro y con un auricular en la oreja derecha se acerca a nosotras y nos informa que el desfile va a comenzar.

Tomamos los asientos designados y, por obra y gracia del espíritu santo, mi asiento queda detrás del de Carter.

Las luces se atenúan y comienzan a parpadear, la música comienza a sonar y el narrador da la bienvenida. Dando comienzo al desfile.