Día 5: Ropa Combinada

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(Este fue difícil, ya usan ropa a juego😅)

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La noticia de que A-Yuan tendría que acompañar a su líder a Lanling Jin, fue recibida con desgana para los jóvenes padres, sobre todo para el joven omega.

Apiadándose de ellos, su líder sugirió que JingYi y su hija los acompañaran.  Mientras A-Yuan estuviera en las conferencias con él,  JingYi y su niña podían quedarse en una posada en la ciudad. Obviamente aceptaron la propuesta, y prepararon todo lo necesario para su viaje.

Aquel sería el primer viaje de la niña fuera de la secta, por lo que fue toda una aventura para ella.

Mientras A-Yuan estaba en las conferencian en la Torre Koi, el primer día, A-Yi distrajo a su niña con paseos, juegos, y probando diferentes comidas. Pero luego, Jin RuLan, al saber que estaban en la ciudad los invito a quedarse en la Torre Koi. 

La pequeña Lan estaba fascinada por la vida en aquella secta que era tan diferente a la suya, y se divirtió jugando con otros niños.

Una de las primeras cosas que se dio cuenta y la dejó fascinada fue que los niños no usaban todos las mismas túnicas, y que además, estás no eran todas blancas. Ella inmediatamente pidió túnicas de todos los colores, y sus padres trataron de explicarle porque eso no era posible. Pero, eso no la hizo feliz. 

Una tarde, los jóvenes padres fueron invitados a tomar el té con Jin RuLan, para conversar ya que, pese a toda la formalidad que debían aparentar durante las conferencias, aún eran todos amigos. 

Al regresar a buscar a la niña; que se había quedado en la guardería de la Torre con los hijos de otros cultivadores; A-Yi paso un momento de pánico al no ver entre el grupo de niños nadie con pequeñas túnicas blancas.

—¡Lan Mei! —la llamó en voz alta y una niña vestida con túnicas verdes brillantes corrió hacia él.

—¡Baba! ¡Mira!— exclamando emocionada dando una vuelta para mostrarle su nueva ropa.

Una de las cuidadoras se acerco a él de inmediato con el rostro preocupado.

Y tras saludarlo formalmente le explico:

—Ella se quejó de que quería túnicas de colores, y otra niña sugirió ensuciar la suyas para que le demos ropa limpia ya que tenemos algunas para esos casos. Antes de poder detenerla, corrió hacia el jardín donde estaban removiendo algunas plantas y se tiro allí. Estaba húmeda y sucia así que tuve que cambiarla.

A-Yi tranquilazo a la mujer y se rio del orgullo con el que la niña asentía mientras escuchaba a la mujer contar su travesura.

A-Yi no tuvo corazón para hacer que se cambiara, después de todo, era una excusa perfecta e ingeniosa para dejarla usar ropa no común para su secta. A-Yuan lo acusó de romper las reglas, y le explicó a su hija que su ropa era importante, aunque la dejó usar esas túnicas hasta el final del día

Ambos pensaron que ella había entendido, por lo que al día siguiente cuando se levantaron temprano para comenzar el día, tardaron un poco en creer lo que veían. 

El baúl que inocentemente habían dejado abierto, y que contenía toda su ropa para el viaje estaba repleta de la tierra de todas las pequeñas masetas de la habitación que les fue asignada. Incluso los jarrones pequeños que estaban cerca del alcance de su hija, se encontraban sin agua. Y por el color verde de sus ropas, ese también había sido su destino.

La pequeña criminal, al parecer se había agotado porque estaba dormida profundamente sobre un sillón, sosteniendo una flores. Ella incluso tenia una adornando su cabello.

A-Yi vio a su esposo cerrar los ojos y suspirar, él no estaba tan molesto como debería, pero nunca se lo diría a A-Yuan.

—Realmente no quiere usar ropa blanca. —comentó nervioso, ¿Qué debían hacer? ¿Castigarla? No podía hacer más que garabatos, no podía copiar las reglas todavía.

—Se la dejaré al maestro Qiren una semana completa— A-Yuan se quejó, y A-Yi asintió. Qiren era perfecto para reprenderla, él la mimaba y ellos fingían que no lo notaban, pero también podría ser lo suficientemente firme para regañarla.

Sin despertar a su hija, llamaron a un sirviente y le pidieron túnicas prestadas para los tres, mientras algunas de sus túnicas eran lavadas y secadas. Cuando las túnicas llegaron, A-Yuan hizo una mueca al notar los colores. Obviamente, al ser amigos cercanos del líder de la secta, los hizo merecedores de túnicas con los colores de Lanling Jin, incluso los de su hija.

Así, más tarde, los tres se encontraron paseando por el mercado de Lanling Jin vistiendo las túnicas de una secta que no era la suya, con ambos padres teniendo que explicar con bochorno (A-Yi con un poco de orgullo que trató, sin mucho éxito, de ocultar) porque no llevaban los colores de su secta; mientras que su niña feliz y radiante, pese a la promesa de un castigo al llegar a casa, presumía sus nuevas túnicas color "sol", y lo guapos que sus padres se veían con ellos. 


SUGAR PLUM WEEKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora