II.

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Era muy temprano en la mañana cuando Juan salió apurado de su casa, ignorando a cualquier persona que se cruzara en su camino —incluso al cartero— para ir directamente a el pueblo naranja en busca de uno de sus amigos más queridos, Pol

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Era muy temprano en la mañana cuando Juan salió apurado de su casa, ignorando a cualquier persona que se cruzara en su camino —incluso al cartero— para ir directamente a el pueblo naranja en busca de uno de sus amigos más queridos, Pol. Estaba allí para pedirle que le ayudará con un invento de los suyos, su casa aún era un caos de cofres por doquier y el estaba muy enfocado en su trabajo como para investigar sobre el tema. 

Aun le quedaban un par de horas disponibles antes de que su turno comenzará, normalmente entraba al restaurante a las 9:30-10 am en un buen día. Así que corrió en dirección a la casa del cinefilo y cuando llegó a su jardín grito su nombre. Unos minutos más tarde, Pol abrió la puerta ante su insistencia.

—¡Hombre, que bueno verte de nuevo! ¿Qué te trae por aquí?

—Vengo a pedirte ayuda con el indexer, prometo pagarte bien.

—Juan, sabes que no es necesario. —negó con la cabeza, saliendo de su cómoda residencia. —Con que la próxima vez que visite Cubimotion sea gratis, estamos a mano.

—Biyín me va a matar, pero puedo hacer una excepción. —sonrió levemente.

Ambos charlaron sobre todas las cosas que estuvieron pasando estos últimos días, haciendo bromas y ya de paso, una vez coordinaron fecha para empezar con la construcción. Juan se había quedado más tiempo de lo que tenía en mente, teniendo que despedirse e irse corriendo a la tienda de empeños para completar con la última cosa que le faltaba hacer.

—Tanizen, ¡abre!

Una cabeza se asomó por la puerta de retina, las manchas marrones que tanto caracterizaban al segundo al mando. Noni al ver al castaño del otro lado le abrió la puerta.

—Buenos días, señor. Lamento informarle que el jefe no se encuentra disponible ahora mismo.

—Ah, no hay problema, solo vengo a comprar algunas cosas.

—De hecho, la tienda está cerrada.

—¿Qué?—Juan frunció el ceño ante la extrañeza de la situación. —¿Pero por qué? ¿Paso algo?

—Todo el pueblo se encuentra visitando el "Pollo Feliz" luego de su apertura, ¡nosotros fuimos invitados de honor! —exclamo con alegría, pero al ver que el de gafas seguía sin entender, su confusión se hizo evidente. —Oh, ¿usted no fue invitado?

—Eh, no. —respondió con una sonrisa, ignorando el hecho de que eso lo hizo sentir muy excluido. —¿Qué es eso?

—¡Usted va a quedar maravillado! Si gusta, puede acompañarme.

Aun le sobraba tiempo. Claro, por qué no.

Los dos abandonaron la tienda y se dirigieron al centro del pueblo, el castaño siendo guiado por el híbrido. Que tuviera muchos amigos en ese pueblo no significaba que supiera de memoria cada camino o establecimiento importante. Tampoco era una persona que pudiera darse el lujo de salir mucho de su isla.

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2022 ⏰

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𝙷𝚘𝚗𝚎𝚢!『𝐒𝐩𝐫𝐮𝐚𝐧.』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora