Descenso

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Mi mente confusa quedó perpleja en el abismo que había en mi soledad de esa habitación, aunque más pronto que tarde una mordedura en mi tobillo derecho me hizo reflexionar de mi situación, no estaba totalmente sola, mi compañía de siempre, mi pequeña gata, me daba ánimos cada día, por lo general me recibía en la puerta de aquel pequeño departamento, maullando a grito abierto, muchas veces pensé que molestaría a mis vecino, pero nunca hubo un reclamo de ello.

-tranquila, estoy bien- le dije.

Ella solo me respondía con un ligero maullido hueco.

-has de tener hambre, vamos a darte algo de comer- me sacudí el cabello mientras me dirigía el frigorífico.

Saque un poco de comida húmeda especial para gatos, serví un poco en un tazón para mi acompañante, y por fin dejo de reclamarme que me había levantado tarde.

Ya tenía tiempo para mí, por suerte, encendí la cafetera para poder despertar al cien por ciento, mientras la cafetera hacía lo suyo yo me dedique a hacer algo de desayunar para mí, este día sería un omelette con champiñones, un café y listo.

Todo transcurrió tan normal como siempre, me dirigí a la sala para poder desayunar en calma y encendí la televisión, por alguna extraña razón estaba en el canal de noticias, una disputa entre países era lo sonado en los últimos días, aunque ya habían tardado demasiado que muchos creían que era solo una farsa y ya nadie los tomaba en serio.

Cambié de canal para ver algo más animoso, aunque por lo general por las mañanas solo había noticias, me detuve en otro canal en dónde estaba un reportaje nacional, trataba de unos periodistas que habían hecho una marcha para exigir al gobierno más protección y no estaba de más, en los últimos meses muchos de sus compañeros habían desaparecido o los habían asesinado por cubrir ciertas notas o decir algo con respecto al gobierno.

Pero en una parte como la ciudad de México era poco probable que les pusieran demasiada atención, lo que les importaba eran los espectáculos, que famosos se habían casado, o que habían comprado con sus millones, nada más importaba, aunque ese no era su único interés, el fútbol era lo más visto, que jugador ganaba más o cuál era el goleador de la temporada.

Para mí esos temas eran absurdos, pero si quería sobrevivir en esta ciudad tendría que aceptar esa cruda realidad.

Pronto recordé que ese "señor" es periodista y realmente esperaba que no le pasará nada, aunque teniendo en cuenta que me salvó la noche anterior sentí un poco de preocupación y sentí la necesidad de ir a ver qué estuviera bien, pero está vez no me aventuraría sola, iría con Liz y claro que con Alex, realmente esperaba que me acompañaran.

De pronto escuché que alguien tocaba la puerta de la entrada y me dispuse a abrir.

-Buenos días- alguien de quién no reconocía la voz saludaba del otro lado.

Me quedé parada un momento, esperando que hablara de nuevo.

-Buenos días ¿Señorita Monserrat? Vengo del periódico, soy Sebastián, se le quedó olvidada su billetera- dijo nuevamente.

Mi corazón dió un salto, no esperaba ver a alguien del periódico tan pronto.

- Enseguida abro- respondí.

-¡Hola, buenos días!- aquel guardia me saludaba de forma amistosa, cómo si de viejos amigos se tratarán.

-Hola, buenos días- respondí.

-Me han mandado a traerle esto, me disculpo ya que la abrimos para verificar la dirección de su residencia- dijo un poco avergonzado.

-No importa, le agradezco que se tomará las molestias para traerla hasta acá- contesté.

-No es ninguna molestia, más bien es un placer para nosotros- respondió.

-¿Nosotros?- pregunté

-Oh si, el joven viene conmigo, aunque el se ha quedado en el carro, se quería asegurar de que usted haya llegado con bien, solo que tiene bastante trabajo y está en una llamada importante, y ya al verificar eso y que su cartera a vuelto a sus manos, me retiro- hizo un ademán de despedida y se dió vuelta.

- espere ¿Cómo que él no se ha bajado?- pregunté nuevamente.

Estaba sorprendida de que él estuviera a unos cuantos pasos de mí, aunque no sabía cómo expresar la emoción de que quería verificar por el mismo que yo estuviera bien.

- sí, cómo le comento está en una llamada importante, por eso no ha bajado, ahora sí me retiro, aunque, veo que quiere decirme algo ¿Pasa algo?- preguntó.

-No, no pasa nada, solo que quería agradecerle de alguna otra forma, pero no sé cómo sería eso- contesté.

En ese momento ví como los ojos de aquel guardia se iluminaban.

-En realidad si hay una forma ¿Tiene lápiz y papel?- preguntó.

-Claro, claro, deme un minuto.

Entre de nuevo al departamento a buscar algo en que escribir y un bolígrafo, sería mi oportunidad de tener su número o él el mío.

-¡Maldita sea!- maldije mientras buscaba un bolígrafo.

Tal vez por los nervios no encontraba nada en mi propia casa.

-¿Señorita?- preguntó Sebastián.

-¡Voy!- grité desde mi cuarto.

-¡Con un demonio, una maldita pluma!- maldije de nuevo mientras aventaba cosas a diestra y siniestra.

Carrey sin saber nada al respecto solo se me quedaba viendo, hasta que la voltee a ver y ella traía en su hocico el único bolígrafo disponible, le agradecí y se lo quité.

-¡Aquí está! Lo siento, no encontraba un bolígrafo- le dije algo sofocada.

-No se preocupe, veo que tiene una buena amiga- me dijo mientras volteaba a ver a Carrey.

-Si, eso parece- dije mientras soltaba una pequeña risa nerviosa.

-Bueno, le apuntaré una dirección, es escencial que se presente el sábado a las veinte horas, habrá un banquete de caridad, tenga esto- dijo mientras me entregaba la nota junto con un boleto rojo con letras doradas.

"Cena de gratitud" eran las letras que decía aquel boleto.

-¿Una cena? ¿Cómo debo ir vestida?- pregunté nerviosa.

-Vaya formal- me contestó mientras se daba la vuelta sin esperar a que le preguntaré nada más.

No entendía bien que pasaba, pero si esa era mi oportunidad de conocerlo, iría sin importar que.

Gire a ver a mi pequeña gata, la tome en brazos y comencé a bailar junto a ella, la alegria me desbordaba por los poros, o tal vez era sudor, Carrey se alejo de un salto solo para lamerse e ignorarme, una vez más.

Darkness: el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora