𝗡𝗔𝗡𝗗𝗘𝗥𝗠𝗢: Reencuentro

96 11 8
                                    

Cuando Nandor dejo atrás la vida mortal jamás creyó volver a sentir el dolor de la perdida, siendo un guerrero debería estar acostumbrado a ello y tal vez lo hizo, o solo fingió saber hacerlo. Porque cuando Guillermo se marchó de su lado lo único que sintió fue dolor, fue un dolor mortal y físico, fue un dolor que pudo matarlo, su corazón sangro como si pudiera. Una lágrima se derramó por cada pensamiento que tenía del humano, pues se dió cuenta demasiado tarde que estaba enamorado

Y que el calido amor de un humano era lo único que un vampiro no podía retener.

Piensa en Guillermo cada que caza algun transeúnte, la sangre es caliente en su cuerpo como solian ser las manos de Guillermo, le gusta escuchar el sonido del latir de un corazón humano y creer que es él, su Guillermo.

Hasta que un día ya no pudo hacerlo más. Habia salido a cazar, buscaba en los callejones pues ahí siempre estaban las presas más fáciles pero, sin previo aviso, una fuerza igual a la suya lo había empujando a la pared de esta, la respiración de aquel ser era errática pero no era una respiración, no podía serlo, Nandor lo sabía por los colmillos blancos que la luna iluminaba. En cuestión de instantes se vieron envueltos en una pelea, eran dos guerreros bien entrenados, Nandor no pudo evitar pensar en Guillermo, el extraño era igual a él cuando lo enfrentaba sólo que ahora más fuerte y salvaje, era casi como un animal, durante toda la pelea fue sigiloso, veloz y certero. A Nandor le tomo demasiado tiempo sujetarlo y cesar sus golpes. Lo expuso ante la luz natural de la noche y su sonrisa triunfadora cayó repentinamente, el gesto fue reemplazado por una de confusión y traición, porque a pesar de que por alguna razón Guillermo ahora es un vampiro, su sangre sigue siendo la de un Van Helsing y su destino era ser el que acabará con todos ellos, así que no debió sorprenderse demasiado cuando en la mano de Guillermo se encontraba una estaca.

Sin saber muy bien que hacer, Nandor tomo aquella mano entre las suyas, las manos de Guillermo eran tan frías que casi pudo quemar la piel de Nandor, su tacto es aún más cálido que el de antes y Nandor siente enloquecer por lo mucho que lo ha extrañado.

—¿Tratabas de matarme?

—¿Podrias seguir viviendo cuando sabes que tú razón de existir sigue con vida y no es para ti?

Nandor, extrañado por la pregunta y aún perdido en la oscura mirada de Guillermo respondio:

—No

—Quiero verte morir, Nandor.

Los vampiros no lloran, no deberían hacerlo pero Guillermo es demasiado joven para saberlo y Nandor simplemente a perdido el rumbo.

—¿Has aprendido a volar, Guillermo?

El menor frunció el ceño, no sabía que contestar, posible vergüenza o simplemente estaba demasiado cansado para hacerlo pero aún así lo hizo

—No

—Entonces ¿Podría enseñarte está noche? —Nandor pregunta mientras se hinca, cómo solo un rey lo haria ante otro, su pesada capa cae sobre el suelo sucio y extiende su mano hacia Guillermo. Es una propuesta para poder amarlo como no pudo hacerlo todas aquellas en las que lo tuvo. —Dejame existir en ti tan solo una noche, Guillermo. Y entonces tú decidirás si yo existire en las demás.

Guillermo acepta y ambos se miran como la primera vez que paso, anhelando un nuevo comienzo.

••••

Esto no es muy fluff que digamos gente.

𝐖𝐖𝐃𝐈𝐓𝐒 ̶|̶̶𝓕̶̶𝓵̶̶𝓾̶̶𝓯̶̶𝓯̶̶𝓽̶̶𝓸̶̶𝓫̶̶𝓮̶̶𝓻̶ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora