Capítulo 8

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Allí estaba. Un chico más o menos de su altura, de cabello rosado recogido en una pequeña coleta. Unos ojos también rosas lo miraban brillantes, el gracioso lunar que había debajo de uno de ellos parecía saludarlo. Una sonrisa algo burlona se extendía por su rostro pálido, en parte oculto por el cabello. Aquellas delicadas manos estaban en los bolsillos de su uniforme, solo saca la derecha para acomodarse bien su bufanda alrededor del cuello. Bajo la luz de la luna sus delicadas facciones parecían de de porcelana, talladas por las diestras manos de un alfarero, y sus hermosos ojos brillaban bajo la luz de las estrellas. 

Mitsuba.

Y esa sonrisa, esa maldita sonrisa seguía ahí. Kou sintió un cosquilleo en su estómago. Era perfecto. 

Kou se levantó lo más rápido que pudo y estuvo a punto de resbalar con el suelo mojado. Descalzo, dio un par de largas zancadas y se acercó al fantasma. Al llegar a su altura, le golpeó el pecho con el dedo índice, acusándolo.

-¿Dónde estabas? ¡Llevo buscándote todo el día, tonto! ¡Siempre igual!

La expresión del otro era tranquila.

-Minamoto... yo solo vine aquí porque quería sacar fotos contigo. Habíamos quedado en eso, ¿no?

El rubio se quedó paralizado, con la mano aún inmóvil en el aire. El aire abandonó sus pulmones, y sintió que su alma se rompía y volvía a recomponerse.

¿Acaso Mitsuba lo había recordado todo?

-Tú...- Tragó saliva.- ¿En serio me recuerdas?

La sonrisa de Mitsuba se volvió más amplia.

-Pues claro.- Dio un paso, acercándose aún más, y tomó entre sus finos dedos el pendiente que colgaba de la oreja del mayor.- Tonto del pendiente cutre.- Canturreó en voz baja. Se separó de él y le dio la espalda, contemplando la piscina.

-Pero... ¿cómo?

El pelirrosa no contestó. Solo giró de nuevo el rostro, mirándolo por encima del hombro, y rio al ver la expresión confusa de Kou. Aprovechando esto, fue de nuevo hacia él y lo tomó de la mano, conduciéndolo al borde de la piscina, lugar donde el rubio había estado hasta unos minutos atrás. Se sentaron, admirando la gran luna que se alzaba majestuosa por un cielo nocturno totalmente despejado. "Esto es un sueño", se dijo Kou. "Esto es un sueño, nada de esto es real, y sonará el despertador y"

Estuvo a punto de dar un bote en el sitio al notar la cabeza de Mitsuba sobre el hombro donde estaba el sello. Una sensación cálida le recorrió el cuerpo. "Si, definitivamente esto es un sueño."

-¿Sabes, Kou? Echo de menos vivir como una persona normal. Odio ser un espectro. Es horrible. Lo único que quiero... Lo único que quiero es ser humano y vivir una vida normal. 

-Mitsuba...- Kou lo miró, y algo en él se rompió al ver unas pequeñas lágrimas resalar por sus mejillas.

-Pero es imposible, ¿verdad, Kou? Mi deseo jamás llegará a cumplirse.

Más lágrimas cayendo de los ojos rosas del joven. Kou no sabía qué hacer, normalmente sabía cuál era la mejor manera de animar a los demás: una sonrisa, un abrazo, unas palabras de apoyo. Pero esta vez no tenía ni idea de qué podía hacer, así que solo le limpió suavemente las lágrimas con el pulgar, acariciándole el rostro con las manos para limpiar la humedad de las mejillas de Mitsuba, quien se sonrojó ante la caricia pero no la rechazó, aceptando el gesto cerrando los ojos ante la caricia.

De pronto, el teléfono del rubio comenzó a sonar, este lo tomó, para ver que era una llamada de su hermano.

-¡Kou! ¡Al fin contestas! Te envié miles de mensajes y no contestabas... ¡Me tenías preocupado! Si te llegara a pasar algo...

-Estoy bien, Teru, no te preocupes.. Estoy en la academia y no vi tus mensajes... lo siento mucho. Ahora voy para allá.

Kou colgó y miró a Mitsuba, le sabía mal irse así de repente, pero bueno, tenía que volver a casa, Teru y Tiara le estaban esperando.

En los ojos de su amigo se veía claramente que no quería que se fuera, él tampoco quería, le habría gustado quedarse un poco más con el rosado, abrazándolo, hablando, pasando tiempo juntos...

-Eh... yo... tengo que irme... mis hermanos me están esperando...

Se hizo un silencio incómodo entre ambos, ninguno sabía que decir, finalmente el rubio se levantó y cogió sus cosas.

Cuando ya lo tenía todo se despidió con la mano y sonrió.

Comenzó a caminar para marcharse, pero algo hizo que se detuviera.

Mitsuba le estaba agarrando por la espalda del uniforme, tirando de él, con la cabeza gacha.

-Kou... Espera un momento.

Al notar que el nombrado se detenía, el fantasma lo soltó.

-¡P-prométeme que nos volveremos a ver!

Kou se giró para mirarlo, desconcertado. Luego volvió a sonreír, rodeándolo con sus brazos.

-Claro que nos volveremos a ver...-dijo, acariciando el cabello de Mitsuba.

-Gracias, Kou...

Lo que ninguno de los dos sabía era quién los estaba observando desde las sombras...


———💟———

Una bola de color negro acababa de aparecer de la nada ante su amo,que lo recibió alegremente.

-¿Y bien? ¿Hoy qué me cuentas?

El alma le susurró algo al oído,y el fantasma sonrió.

-¿En serio? Vaya,vaya...parece que Mitsuba se está divirtiendo...

-Bien,Kokujodai...¿qué vamos a hacer con esos dos enamorados?


———💟———


Hola lindas personitas!

Siento tardar tanto en actualizar, no tenía muchas ideas T^T 

pero ahora ya tengo una idea bastante clara de lo que va a pasar, seguramente el próximo cap saldrá pronto <3

Espero que os haya gustado!

El Yorishiro de nº 3 (Mitsuba x Kou) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora