Voy caminando por las calles de Madrid sin saber el rumbo de hacia donde me dirijo.
Solo sé que mi mente ya no puede más.
Que yo no puedo más.
Siento que poco a poco me voy alejando de los que más quiero y aprecio. Me estoy alejando de todo.
Pero no puedo seguir hacia adelante sola.
Sigo caminando sumida en mis pensamientos hasta dar con una pastelería.
Lo único que ahora mismo hace que me levante el ánimo es el dulce, pero paso de largo y sigo caminando.
Me siento en un banco que hay en un parque y a lo lejos veo a mi mejor amiga.
Nayara.
Típica chica borde con los demás pero la conoces y es un amor de persona.
Ella me ayudó a no caer en el pozo, la que me sostiene de la mano para no tropezar.
La única que siempre ha estado para mí y yo para ella.
Ella se acerca hasta a mí y se siente a mi lado sin decir ni una palabra.
—Leila—me llama y salgo de mis pensamientos. La miro y veo que ella ya me estaba mirando.
—Se que te pasa algo. Estas muy distraída—me observa con preocupación y suelto un suspiro con cansancio.
—No puedo dejar de pensar. Tengo miedo, ¿sabes?—se me llenan los ojos de lágrimas y aparto la mirada para que no me vea llorar.
Siento como unos brazos me rodean y se que es Nayara. Siento su protección hacia mi. Siento su cariño hacia mi. Me siento segura a su lado.
—Te prometo que todo va a salir bien y todo mejorará.
Quien sabe si esa promesa se cumplirá o no.
Solo sabemos que decimos promesas por decir y ni podemos cumplir.
La abrazo más fuerte y no puedo evitar soltar un sollozo.

ESTÁS LEYENDO
Promesas
RomanceLeila chica de 19 años. Tímida. Callada. No socializa. Inteligente. La que nunca comete errores. Típica historia, ¿verdad? Nunca os dejéis llevar por lo que dice la gente. No juzgueis un libro por su portada