Me pongo los cascos y me pongo en marcha directa a la parada del autobús.
Hoy me he despertado sin ganas de nada, estoy volviendo a caer y me da temor.
Ya lo pasé una vez, no quiero volver a pasar por lo mismo.
¿Y si esta vez no salgo? ¿Si no me puedo volver a levantar sola?
Y eso es lo que pienso hasta que llego al Instituto. Cada vez me pesa más la mochila, no aguanto toda la carga que llevó.
Siempre he dicho que el peor enemigo de una persona es la mente.
Es cierto la frase, pero me cuesta mucho manejarla.
Ahora toca tres horas de clases, sin parar de escribir, sin parar de pensar, de memorizar.
Aunque es lo único que hace que me aleje de la realidad.
Pero tampoco puedo dar lo máximo de mi, ya lo hago pero nadie se da cuenta.
Todo el mundo te dice, tu puedes esforzarse más. Creedme que lo sé, pero ellos no saben que lo que llevo dentro hace que ya no de para más, esto es a lo máximo que puedo llegar.
Las tres horas se me pasan como una tortuga, muy lentas.
Ahora toca patio y efectivamente estoy sola.
Siempre me siento en el mismo banco.
El que está enfrente aunque un poco alejado de las montañas.
Me encanta poder verlas mientras escucho música.
Es la mejor sensación del mundo.
—Hola—escucho que me habla un chico más o menos de mi edad y hace que salga de mis pensamientos.
Es alto, con el pelo rizado, corto, moreno. Va vestido como los chicos de ahora. Aunque para que mentir le queda bien.
Parece el típico chico que le gusta a mi mejor amiga.
No puedo evitar sacar una sonrisita con ese pensamiento.
—Dime—digo tímida y bajo un poco la mirada intimidada.
—Ayer te vi con una chica así bajita, pelo largo... —sigue diciendo y no caigo hasta que recuerdo que esta hablando de ella.
Antes de que me la siga describiendo cojo un trozo de papel y apunto su número de teléfono y le doy el papel.
Nada más cogerlo se van sin agradecer ni despedirse.
Lo veo alejarse y no puedo evitar sentirme contenta por Nay. Se merece a alguien que la quiera de verdad y...
Siendo sincera les veo futuro.
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Promesas
RomanceLeila chica de 19 años. Tímida. Callada. No socializa. Inteligente. La que nunca comete errores. Típica historia, ¿verdad? Nunca os dejéis llevar por lo que dice la gente. No juzgueis un libro por su portada