Arrojado hacia atrás (Thrown Back).

Capitulo 7

Una semana después de darle a Remus la poción Wolfsbane, en la noche de luna llena, Harry se acostó temprano deliberadamente para que los Merodeadores pudieran escabullirse sin tener que preocuparse por él. Una hora después de que se fueran, saltó de la cama, agarró su Cleansweep 7 y su capa de su baúl y salió volando por la ventana. El aire de la noche era fresco mientras se dirigía lentamente hacia la Casa de los Gritos. Posándose en una rama en lo alto de un árbol, Harry se sentó y esperó.

Cuando la brillante luna llena se asomó por encima de las copas de los árboles, un horrible grito de dolor emanó de la choza. Harry hizo una mueca de simpatía por Remus mientras los gritos continuaban por un par de minutos, el sonido se volvía más inhumano con cada segundo que pasaba. Lo que comenzó como un grito humano de dolor terminó como un aullido bestial y enojado antes de convertirse en un completo silencio.

Casi un minuto después, la puerta trasera de la choza se abrió de golpe y un hombre lobo salió disparado hacia la línea de árboles, seguido de cerca por un ciervo y un gran perro negro. Mientras los tres grandes animales corrían juguetonamente por el borde del bosque, Harry notó el susurro de la hierba. Era casi como jugar Quidditch, pensó. Volando en una escoba, buscando un objetivo casi imperceptible. Mirando más de cerca, finalmente vio a la pequeña rata marrón parada sobre sus patas traseras para asomarse por encima de la hierba alta.

A pesar de todo el dolor que Peter le había causado a él y a muchas otras familias con sus acciones, Harry no pudo evitar sonreír al ver a los cuatro amigos juntos; joven, feliz y vivo. Fue algo tan poderoso para él ver, que las lágrimas brotaron de sus ojos.

En ese momento, Remus hizo una pausa y lo miró directamente. Sonriendo, Harry lo saludó rápidamente con la mano antes de que Sirius llamara la atención de Remus, quien ladró y echó a correr hacia el bosque. Remus se giró para mirar a Harry justo cuando montaba en su escoba, mientras Peter se subía a los cuernos de James y seguía a Sirius. Sin dejar de sonreír, Harry dio media vuelta y voló de regreso al castillo.

A la mañana siguiente, cuando Harry salió de la sala común de Gryffindor hacia el Gran Comedor, Remus corrió hacia él. Miró a su alrededor para asegurarse de que estaban solos antes de hablar.

"Gracias," dijo Remus agradecido, su voz llena de emoción. "No puedo creer que realmente funcionó. Tuve el control todo el tiempo, fue... increíble".

"De nada", dijo Harry, dándole una palmada en el hombro.De repente, Remus se giró y lo abrazó con fuerza. Harry se congeló por un segundo por la sorpresa antes de devolver el abrazo y palmear su espalda. Cuando Remus se apartó, apartó la mirada y se secó los ojos.

"Lo siento," murmuró Remus.

"No te preocupes por eso", le dijo Harry. "Me alegro de haber podido ayudar".

Las cosas entre Harry y los Merodeadores mejoraron después de eso. No eran los mejores amigos, pero ahora al menos eran amistosos.

El resto del período previo a Halloween fue bastante tranquilo, con el trabajo en clase aumentando y Harry pasando tiempo con sus amigos. El único otro incidente digno de mención fue cuando James y Sirius decidieron hacerle una broma a algunos Slytherins, incluido Snape, pegándolos a sus asientos en el Gran Comedor.