Arrojado hacia atrás (Thrown Back).

Capitulo 18

Parpadeando, abrió los ojos, Harry se estiró en su cama y se sentó. Abrió las cortinas de la cama y miró a su alrededor para encontrar el dormitorio vacío una vez más. En la semana que había regresado de las vacaciones de Navidad, esto era algo común. James no estaba feliz de estuviera saliendo con Lily, y los otros Merodeadores lo evitaban en solidaridad. Remus le dirigió una mirada de disculpa ocasional, pero Peter y Sirius ya casi no lo miraban.

Harry se preguntó si parte de la razón por la que Sirius lo ignoraba descaradamente era porque también estaba saliendo públicamente con dos de sus primas. Extrañamente, dolía más ver a Sirius ignorarlo a él que a su propio padre. Por supuesto, eso podría tener que ver con el hecho de que realmente pasó tiempo con Sirius.

Suspirando y frotándose la cara, Harry se puso las gafas y salió de la cama. Jadeó cuando una ola de agua helada se estrelló contra él en el momento en que se puso de pie. Temblando, miró hacia arriba y vio una pequeña tina pegada al techo boca abajo. Harry se quitó las gafas y se secó la cara mientras caminaba hacia su baúl para cambiarse de ropa.

Mientras se volvía a poner las gafas, notó un paquete envuelto en papel marrón. El paquete explotó con un estallido, cubriendo todo a tres metros de su baúl con un brillo rojo y verde.

Gruñendo con enfado, Harry sacó su varita e intentó desvanecer el desastre, pero falló. Después de probar algunos hechizos más avanzados, finalmente encontró uno que al menos limpió la mayor parte. Parte del brillo aún se pegaba a su piel mojada y en los pliegues de su ropa. Agarrando un juego de ropa limpia, se dirigió al baño para darse una buena ducha caliente.

Cuando Harry terminó, se le estaba haciendo tarde. Agarrándose la espalda, que afortunadamente había quedado relativamente ilesa, corrió hacia el Gran Comedor. Mientras caminaba entre las mesas hacia donde estaban sentadas Lily y las otras chicas de Gryffindor, Lily levantó la vista y frunció el ceño con enojo.

Al principio, pensó que ella podría estar enojada con él por alguna razón, pero cuando Alice, Marlene, Dorcas y Mary se taparon la boca para ocultar una risa, suspiró con cansancio.

"¿Ahora que?" preguntó Harry, tomando asiento entre Lily y Marlene.

"¿Has visto tu cabello esta mañana?" preguntó Alice, apenas conteniendo una risa.

"No", dijo Harry, tratando de mirar su propio cabello y fallando.

"Toma", dijo Marlene, entregándole un compacto con un espejo.

"Oh, por el amor de Dios", exclamó Harry, mirando sus mechones de color rosa brillante.

"¿Qué pasa con el brillo?" preguntó Dorcas.

Suspirando, Harry rápidamente explicó lo que le había pasado.

"Ese gilipollas acosador" resopló Lily. "Deberías decírselo a McGonagall".

"Eso solo empeorará las cosas", dijo Harry, frotándose los ojos con cansancio. "Tendré que proteger mejor mi cama y mi baúl".

"Tal vez podrías dormir con nosotras," ofreció Alice en broma. "Todos sabemos que a Lil está aquí no le importa compartir".

"¿Olvidaste que estás saliendo con Frank?" preguntó María.

"Tenemos un acuerdo de mirar pero no tocar", Alice se encogió de hombros. "Eso no significa que no pueda arreglar una mejor vista".

"Si has terminado de engañar a mi novio, ¿puedes ayudarme a tratar de deshacerme de esto?" preguntó Lily. "Soy pantalones en Cosmetic Charms".

Harry se preparó un sándwich de tocino mientras las chicas intentaban arreglar su cabello sin éxito. No podía estar seguro, pero también pensó que Alice estaba aprovechando la oportunidad para burlarse de él frotando deliberadamente sus grandes pechos contra su hombro. No es que se quejara.