Oh Pequeña [Draco Malfoy] 3

DISTANCIA

Desde que Umbridge le dijo a Draco que lo acompañase a su despacho que no lo
he vuelto a ver, solo en clases puntuales. De eso hacía dos semanas.

- Theo.- Me miró.- ¿Sabes algo de Draco? Llevo semanas sin verlo.- Se tensó.- ¿Sabes algo?

- No.

- Theodore.

- No se nada, Potter.

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Estoy en la biblioteca rodeada de libros de runas antiguas, adivinación y pociones.
Con el tema del ejército he dejado un poco atrás los deberes, Snape ya me ha dado
unos cuantos avisos.

- ¿Y por qué tengo que mezclar ala de murciélago con cola de rata y veneno de
sapo?.- Hablé sola empezando a frustrarme.

- Te pareces a Granger ya.- Dijo alguien que no conozco.

- ¿Y tu eres?

- Niklass Rosier, un placer.

- Rosier.- Dije sorprendida.- No sabía que los Rosier tuvieran descendencia.

- Pues aquí me tienes bonita.- Dijo señalandose.

- De bonita nada, Rosier.- Le advertí.

-  ¿Estás con alguien?

- Ajá.- Confimé.- Aunque la verdad ya no lo se.- Susurré.

- ¿Y se puede saber quien tiene la grandiosa suerte de salir con Gia Potter?

- Draco Malfoy.

- Malfoy eh, mmm, con que mi primito tiene novia.

- ¿Primo? ¿Sois familia?

- Edmund Rosier es mi padre y hermano de Narcissa.

- Vaya, Draco no me había dicho nada.

- Lo sé, es por qué me odia.

- Por algo será.

- La familia de la hermana de mi abuela siempre le ha sido leal al señor oscuro,
intentamos introducir a Draco cuando era más pequeño pero Narcissa se negó,
desde ese entonces odia a los Rosier.

- Draco no se uniría a Voldemort voluntariamente.

- Has dicho su nombre.

- No le tengo miedo al nombre.

- Deberías.

- Oye Niklass, ¿Vas a hacer algo más que interrumpir mis deberes? Porque si es así,
allí está la puerta.- Le dije señalando la puerta con la cabeza.

- Ya me voy, ya me voy. Pero recuerda, no te fies de nadie, ni de tus seres más
queridos.- Dicho esto se fué.

No se porqué había dicho aquello pero me dejó mal sabor de boca, tenía que
encontrar a Draco pronto.

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La tarde pasó rápido, acabé los trabajos de Adivinación y Runas antiguas, solo me
quedaba Pociones, odiaba Pociones.

A la hora de cenar me senté apartada, no quería estar con gente. No ví a Draco por
ningún lado. Joder.

Al entrar en la sala común me pongo delante de la chimenea a acabar Pociones, al
rato veo que entran Blaise y Theo.

- Que hay Gia.

- Hola Blaise, Hola Nott.

- ¿Qué haces?

- Pociones.

- Uuh, suerte.

- Gracias.- Dije cansada.- Oye, ¿Sabéis dónde está Draco?

- Con Astoria.- Dijo Blaise como si nada.

- ¿Con Astoria?.- Miré a Theo, apartó la mirada.

- Ajá, llevan pasando tiempo juntos hace como tres semanas, ¿No te lo ha contado?

- No.

Me faltaba el aire, no sabía si Draco me engañaba pero, esa mala sensación, las
advertencias de todo el mundo...

- Chicos, me tengo que ir a dormir, mañana os veo.