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No se había dado cuenta en que momento avanzó directo a ambos, no era consciente de su propio cuerpo, de nada de lo que hacía

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No se había dado cuenta en que momento avanzó directo a ambos, no era consciente de su propio cuerpo, de nada de lo que hacía. No parpadeó ni dudó siquiera cuando los apartó a ambos, y menos cuando golpeó a Jungkook hasta hacerlo caer al piso.

La fuerte música opacó por completo los jadeos de horror de la gente alrededor que estaba presenciando la escena, pero a Taehyung no le importaba una mierda. De hecho, había querido seguir golpeándolo de no ser que Hoseok lo agarró del brazo para detenerlo.

Que Hoseok defendiera al bastardo hizo que su sangre hirviera más, enfureció aún más. Miró a Hoseok fijo, analizando porqué era exactamente que lo estaba defendiendo, creyendo que si tan solo veía un solo signo de que a Hoseok le importaba el que se encontraba en el piso ensangrentado, podría explotar peor en celos.

Le pareció ver una sonrisa pero le importó muy poco cuando su mirada fue a los labios de Hoseok, y vio sus labios rojos e hinchados. Apretó una mano con fuerza en un puño y con la otra agarró la muñeca de Hoseok. No podía soportarlo, no podía seguir aguantando saber que alguien acababa de probar sus dulces labios. Lo volvía loco. Que alguien aparte de él lo hubiese besado, que se hubiese atrevido a tocarlo, le hacía sentir más y más peor a cada segundo.

Lo arrastró al baño. Hoseok no hizo nada por detenerlo, él lo siguió, en silencio absoluto. Como si eso fuese lo que quería, lo que había planeado. Como si todo eso fuese parte de su plan, como si había buscado ponerlo celoso, pero a Taehyung poco le importaba, solo quería dejarle en claro algo. Una sola cosa.

Lo hizo entrar a un cubículo del baño y los encerró a ambos dentro, Taehyung lo soltó y se giró hacia ponerse frente a él. Lo miró a la cara, a sus labios rojos e hinchados, recién jodidamente besados.

—Eres solo mío. —Eso era la único que quería dejarle en claro y a sí mismo. Lo decía en voz alta también para si mismo—. Tus labios son míos, todo tú es mío. Tú mismo lo dijiste, Hoseok —decía de forma posesiva, sin importarle como sonaba. Una parte dentro suyo, muy profundo, sabía que en parte era el alcohol haciéndolo reaccionar de esa forma tan diferente a lo que él era, lo que agrandaba al extremo sus sentimientos y emociones, pero no podía negar que gran parte también era porque realmente Hoseok se había metido en él así de fuerte. Era suyo, él lo mismo lo había dicho.

Hoseok sonrió de forma divertida, burlesca.

—¿Lo hice? —preguntó acercándose a Taehyung de forma lenta y provocativa. Poniendo su mano sobre su torso y moviéndola lentamente hacia el sur de su cuerpo—. ¿Cuándo...?

—Hoseok —masculló, en una mezcla de enojo, celos y excitación. Una mezcla mortal.

—¿Realmente creíste que eras el único? —murmuró acercándose a sus labios, volviéndolo totalmente desquiciado.

—Tú-

—Me encanta ver y sentir como todos caen por mi, como me desean —susurró en oído, si voz cada vez más profunda y su mano cayendo cada vez más abajo hasta tocar su entrepierna, y Taehyung no sabía cómo sentirse—. Me encanta que me follen muchos al mismo tiempo. —Acarició su entrepierna—. Uno nunca sería suficiente para mi, quiero ser llenado todo el tiempo... Eres aún tan inocente e ingenuo, Taehyungie~

No te dejes engañar [ vhope ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora