No te dejes engañar [ vhope ]

3

La respuesta era clara al ver que estaba completamente vestido, intacto y dentro de las sábanas de esa desconocida cama. Aunque la confusión seguía. Si había sido todo un sueño, ¿cómo es que llegó hasta esa habitación? Ni siquiera sabía la existencia de esa habitación.

—¿Taehyung?

Solo había una posible respuesta a sus dudas:

—Creo que soy sonámbulo.

Tanto Jimin como Jungkook se le quedaron mirando confundidos, pero Taehyung solo bajó su mirada a sus manos porque el recuerdo del sueño ahora estaba presente.

—¿Qué dices? —soltó Jimin finalmente—. Solo quieres que no nos enojemos contigo por dejarnos.

Quería defenderse pero estaba muy avergonzado para eso.

—¡Ahí estabas! —suspiró cansado Seokjin, apareciendo en la habitación también, con Namjoon siguiéndolo detrás—. Pensamos que te había llevado el diablo luego de todas las historias de anoche —dijo divertido haciendo reír a sus amigos.

—Bien. Ahora que apareció, ¿podemos desayunar al fin? —preguntó Namjoon entre las risas. Las risas de sus amigos le hizo dejar a un lado el sueño y la vergüenza por un momento. No debía tener vergüenza, ellos no sabían lo que había soñado y tampoco lo sabrían con solo verlo. Debía relajarse.

Jungkook asintió dejándolos ir a todos.

—Vamos, Tae, o te quedarás sin desayuno —le dijo sonriente, antes de ir detrás de sus amigos y dejarlo solo. La sonrisa de Jungkook siempre era motivo para sonreír pero... esta vez no pasó, y eso fue porque otra sonrisa apareció en su mente.

Se estremeció de pies a cabeza. Tenía la imagen de una sonrisa muy diferente en su mente, una que no había visto nunca antes. Labios rosados de tamaños perfectos estirándose en la sonrisa más atractiva que había visto en su vida, dejando ver dientes blancos y perfectos. Tan increíblemente atractivo y llamativo. Pero por Dios, había sido un sueño, esa persona no era real, entonces... ¿cómo su mente había creado a alguien que nunca antes había visto? ¿A alguien que lucía tan real como para no olvidarlo?

Cuando se levantó de la cama y dio un pasó, intentando olvidarlo pero fue todo lo contrario cuando notó algo. Se había corrido en su pantalón. Ahora estaba seguro que todo había sido un sueño húmedo, aunque eso no lo aliviaba del todo. Había crecido en una familia muy conservadora en lo que refería a muchos temas y entre esos estaba la sexualidad. Nunca se había tocado, nunca se había venido. Estaba un poco asustado ahora, a decir verdad. Aunque también se sentía avergonzado y con cierta culpa. Si alguien de su edad supieran de eso, se reiría de él.

Como pudo, logró limpiarse y se cambió de ropa. Pero, aunque estuviese limpio, aún no se sentía del todo bien. Al menos sus amigos seguían sentados en la mesa del desayuno y hasta le habían dejado algo para comer.