Salí lo más pronto que pude de ahí y me fui corriendo a mi habitación, estaba tan feliz de que al fin me iría de ahí, porque ya no tendría que vivir con las niñas consentidas de Mal, pero a la vez estaba preocupada y triste por Dal, ella siempre ha sido buena conmigo, pero me preocupa porque ahora ella tendría que lidiar con todas y además de que no sabe pelear, espero realmente este en la habitación.
Esto era un poco extraño, Dalia no estaba aquí, era la única que no estaba en el comedor, todas estaba ahí, o al menos eso creo, así que salí de la habitación para buscarla, pero al momento de abrir la puerta estaba ahí, toda golpeada, con la nariz rota y la cara llena de sangre, al igual que mis padre en mis sueños.
"Felicidades, es hora de que te vayas, así que decidí darte un pequeño regalo de despedida"
Estaba inmóvil, me sentía en shock, mis pulsasiones estaban bajando, sentía que estaba a punto de desmayarme, porque la única persona que yo quería y que me había apoyado estaba lastimada, dañada y casi muerta, con una nota que no tenía un remitente, no podía pensar en quien pudo haberlo hecho, se que no soy alguien quien tenga amigos o alguien que tenga buenas relaciones, pero siempre he procurado mantener la paz con la gente y más cuando no tengo motivos de pelear
-Dal ¿quién te hizo esto?- estaba inconsciente, tirada como si fuera un costal de carne, haya sido quien le haya hecho esto fue con una mayor intención que sólo lastimarla, a lo lejos solo escuchaba risas, pero no podía distinguir de quienes eran, no podía pensar sólo necesitaba ayudar a Dalia.
-¡Que le hiciste!- alguien me despertó de mis pensamientos, al parecer había perdido la noción de mi espacio-¡Porque le hiciste eso Dalia!- ¿Yo? Yo no le hice esto, porque estaba diciendo eso... No podía levantar la mirada, pero tuve que hacerlo para ver quien me acusaba y ahí fue cuando comprendí todo, era Loty la chica que mas odio me tenía y que siempre le gustaba verme humillada
-Fuiste tu... Pero ¿por qué?
-Por el simple hecho de ser tu obvio, no esperaras que dejemos ir a la fenómeno sin un grato recuerdo del Orfanato
-Yo no te he hecho nada... Nunca me he metido contigo- La verdad estaba actuando de manera mecánica, tenía una sensación de odio y enojo acumuladas pero no quería perder el control, hay cosas de mi que no todos saben, cosas que he tenido que mantener ocultas por mucho tiempo
-Claro que si fenómeno, crees que no lo he notado, todo lo que haces es porque eres un mounstro... Al igual que tu madre-De qué habla... Yo ni siquiera sé quien es mi familia, ni siquiera sé quien es mi madre
-Loty callate, tu no sabes nada...
-Claro que lo sé... Tus salidas nocturnas, tu modo de actuar, tus ojos deformes que tratas de ocultar con esas gafas que siempre traes puestas y que no te quitas ni en las noches más oscuras, tu temperatura corporal tan elevada pero que cada que vamos a chequeo médicos tienes que rebajar con trampas físicas, tu eres un monstruo y los fenómenos como tu deben de ser destruidos-Tenia suficiente, no podía tolerar más eso, yo nunca le había hecho nada, absolutamente nada a Loty, sus palabras estaban haciendo que me hirviera la sangre así que no pude detenerme y la lastimé, más de lo que me hubiera gustado admitir.