Capítulo 2

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Me encamine junto con Dal hacia el comedor, cuando todas nos vieron, me aplaudieron y me dieron ánimo.

-Okey... esto es un poco extraño- Lo susurre al viento, ya que no tenía buena relación con mis demás compañeras, decían que era extraña y muy obscura, pero la verdad es que nunca se dedicaron a conocerme.

-Ya niñas tranquilas, ahora debemos escuchar la decisión de su compañera- ¿Decisión?- Entonces dinos Verónica ¿Te quedas a vivir por siempre en el orfanato o irte a hacer tu vida a quien sabe dónde?

-Espere, usted nunca menciono que debía tomas esa decisión- le lance una mirada de odio.

-Ay niña, claro que te lo dije, cuando estábamos en el dormitorio

-Eso es una mentira, usted dijo que me tenía una sorpresa, más no que tenía que tomar una decisión

-Bueno... entonces viéndolo de ese modo ¡sorpresa!- odio su cara de hipócrita

-No me quedare, por cada cosa que me ha hecho, por cada mentira que me ha dicho y por cada maltrato que he vivido en este orfanato, que aunque usted lo publicita como un hogar, mejor dicho parece una cárcel, en especial por usted.- Todas se quedaron viéndome asombradas, no creían que le dijera eso a la señorita Mal, pero en verdad ya estaba harta y la verdad creo que era buen momento para decírselo, ya que nunca la volveré a ver en mi vida. Solo vi que sus ojos se llenaron de lágrimas, pero ella empezó a hablar.

-Señorita Verónica, lástima que usted nunca aprendió modales, así que ¡EN ESTE MOMENTO SE LARGA DE ESTA INSTITUCIÓN! Y para que no nos olvide lleve el desayuno que le preparamos- Solo sonrió, pero realmente nunca la había visto así de molesta.

-Bien, creo que esta ha sido la mejor despedida que he tenido. Vámonos Dal... ¿Dal?- A donde se fue... ella no me dejaría sola, nunca lo había hecho, además de que la tengo que cuidar, pero bueno, quizá solo fue al cuarto para empezar a hacer mi maleta.

Batqueen: El origen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora