Capítulo 13

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Capítulo 13: Refugiados

Junto a los primeros rayos del amanecer, dos figuras avanzaban lentamente con pasos pesados. Una de ellas tan solo era una niña pequeña, quien ya mostraba signos de estar exhausta, pero también podría considerarse en buena forma si se le comparara con su compañero. Kaminari, quien había estado abusando de su particularidad sin descansar, ahora tenia una apariencia cercana a la muerte.

Su piel estaba pálida y su respiración se volvía más pesada con cada hora que pasaba. Sus heridas habían dejado de sangrar, pero con un movimiento brusco se reabrirían de inmediato. Y la peor parte se centró en sus piernas, ahora ambas temblaban bajo su peso; obligando a kaminari a usar incluso un bastón para no parar su marcha.

Pero incluso bajo todas estas dificultades kaminari no se detuvo, no por que tuviera una gran convicción, si no porque incluso ahora estaba siendo perseguido. Si no se alejaba lo suficiente y averiguaban que había ocurrido con toda la gente de la ciudad, su destino ya estaría tallado en piedra.

En un momento, kaminari se detuvo un instante para hablar con voz ronca.

"Detengamos aquí, necesitamos buscar más provisiones"

Eri trató de responder, pero sus labios solo se movieron en silencio. Al final solo asintió con la cabeza tratando de parecer seria, pero el alivio de sus ojos no pudo engañar lo.

Tomados de la mano, ambos entraron a una tienda cercana. El lugar como era de esperar estaba completamente saqueado y en ruinas, pero aun así kaminari revisó minuciosamente. Después de casi veinte minutos, apenas logró encontrar un par de cosas útiles, incluyendo algo de equipo para acampar. Estaba contento con el resultado, pues su objetivo real era que ambos pudieran tomar un descanso.

No lo iba a admitir delante de Eri, pero si no hubieran parado en ese instante; ahora estaría desmayado sobre la acera. Ahora había un nuevo miedo dentro de su corazón, el miedo a morir durante a su trayecto y dejar la sola. Ya no era una exageración, su tez enfermiza era una prueba de ello, estaba muriendo.

"Ten come esto" – Kaminari se sentó junto a Eri, ofreciéndole una barra de cereal cuyo empaque tenia un personaje de dibujos animados.

"G-gracias" – Ella esbozó una sonrisa rígida para luego dar una mordida voraz.

Aunque tratara de disimular, era claro que Eri aún se sentía incomoda. Había erigido una pared invisible que evitaba que se acercaran más y kaminari no trató de pasarla. Ambos habían sido empujados a viajar juntos, pero no eran amigos ni familiares. Incluso ahora estaban separados por casi medio metro, no muy lejos para sentirse solos ni muy cerca para considerarse amigos.

"Eri... hay algo de lo que necesito que me hables" – kaminari inició mostrándose inusualmente serio. Eri, quien fue tomada desprevenida se puso rígida, pero solo lo miró esperando a que continuara.

"Tomate tu tiempo para responder, pero es importante que me lo digas para que te pueda reunir con mirio o deku. ¿Cómo te atraparon en ese lugar?"

Ante esas palabras, Eri bajó rápidamente la mirara y su cuerpo comenzó a temblar. Kaminari sabía que este era un tema delicado para solo una niña, pero era algo inevitable, así que solo esperó en silencio hasta que respondiera.

Finalmente, pasados diez minutos, Eri comenzó a hablar en una voz apenas audible.

"Estaba en una casa especial donde el tío Aizawa y los hermanos Deku y Mirio solían visitarme. Me habían comprado un postre esa mañana y estaba esperando por la tarde para comer junto a izuku y los demás, cuando..."

Kaminari, El traidor de la UA FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora