✞ Capitulo 4 ✞

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Salí de mi habitación a hurtadillas hasta la habitación de mis amigas.

- Todo listo? - Las dos asintieron.

- ¿Están seguras que nadie nos atrapara? - Pregunto Amelie mirando para todos lados.

Negué. - He estado fuera millones de veces, no hay tantos guardias como te amenazan qué hay.

Pasamos la seguridad ridículamente fácil y caminábamos hacia el bosque prohibido como todos los profesores lo llamaban.

Pasamos arbustos hasta oír la música y escuchar charlas y pasos. Estábamos cerca.

Caminamos un poco y llegamos, estaban todos rodeados en una fogata, unos se besaban a lado de esta y otros solo bailaban al ritmo de la canción.

- Extrañaba verte aquí, Andy. - Uno de mis compañeros sonrío al verme, antiguo compañero puedo decir.

- Me atraparon muy rápido, cierto? Ni siquiera dejaron que respirara.

El río y tomo mi brazo. - Vayamos a tomar algo. - Me jaló hacia las bebidas y tome una sin importar lo que tenía. Le di un trago hondo y él se sorprendió.

- Esa es la Andy que recuerdo.

- Vamos Ares, se el tipo divertido que conozco. - Como yo, el tomo del vaso de un trago y aplaudí.

Pude sentir una mirada intensa sobre mí pero lo ignoré y seguí bailando con mi amigo que ya estaba muuuy borracho. Al igual que yo.

- Vayamos al bosqueeee, tengo que ir al baño. - Le grite y el solo no me escuche así que yo fui sola.

Después de hacer mis necesidades caminé hacia la luz de la fiesta para no perderme.

Un pequeño crack de hojas se escuchó por detrás de mi, eso me hizo voltear la cabeza rápidamente.

- Andromeda. - Podía reconocer esa maldita voz gruesa.

- Ryker.

Estaba cubierto de sangre y tenía heridas y rasguños.

- Te peleaste con un oso? - Reí pero el sitio serio.

- No, pero tal vez lo conozcas.

- ¿Que hiciste? - Se acercó a mi y no lo detuve, su esbelto cuerpo sin camisa me hizo acercarme más a él.

Tomo un mechón de mi cabello con sus manos llenas de sangre y sonrío.

- Siempre me ha encantado ese tono tan rojizo de tu cabello, pareces tan rojo y flamante como un fósforo.

- Eso es un cumplido?

- Tómalo como uno.

Lo mire a los ojos, a esos ojos tenebrosos que solo me causaban fascinación más tiempo que los mirase. Su rostro tan refinado pero lleno de pequeñas cicatrices al igual que todo su cuerpo.

Sus brazos llenos de cortadas y cicatrices viejas y nuevas. La sangre que salía de su labio solo lo hacía ver más atractivo.

Y quien podía culparme de besarlo si él me tomo la cintura?

Nuestros fluidos se mezclaban con su sangre y pronto con la mía, al morderme Yam fuerte el labio.

Me recostó en un árbol y se puso en medio de mis piernas. - Te dije que tenía otra cosa preparada para ti, fosforito.

Empezó besando mi cuello pero todo subió de tono cuando tomo mi cintura y sin previo aviso arranco la falda que tenía.

- Siempre me imaginé que serías sexi sin ropa pero no tanto.

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