IX

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Han pasado unos cuantos meses desde que se fueron. Vivir en un motel y reunir dinero no era fácil, pero aun así lo lograron. Su relación era estable, a veces hasta aburrida, eran como amigos de la infancia siendo roomies. Algo en el comportamiento de Craig no estaba bien. Ya no era tan optimista ni alegre como antes, estaba actuando raro. Especialmente cuando hablaba sobre el "futuro"; sonaba desesperado, sin la mínima esperanza de que algún día podría llegar a ser humano. 

Entonces, un día...

—Tweek, ¿podemos hablar?

Tweek flaqueó, no era muy normal que CT hablara con él. 

—Seguro, ¿qué pasa? —Tweek sonrió.

Craig lo miró confundido. Sus ojos ya no tenían color. 

—¿Crees que la gente descubrirá que no soy humano? Imagina que un día sufra un accidente y cuando esté en el hospital te meteré en muchos problemas, y tendrías que pasar por mucho. Es mejor tener una vida normal, ¿no lo creas?

Tweek se levantó, caminó hacia él y se arrodilló. Con una mano puso uno de los mechones negros de Craig detras de su oreja. 

—¿Qué estás diciendo? Te necesito.

No parecía convencido. Era claro que Craig estaba luchando con sí mismo. Nunca podría aceptar el hecho de que era un robot, no importaba cuánto intentara. Después de todo, su mente y cuerpo siempre serán lo opuesto a vivo. Después de una larga pausa, Craig habló de nuevo.

—¿Sabías que mi diseño fue basado en el hijo de Thomas? Su nombre es Craig y tiene 17 años. Le encantan los animales, especialmente los cobayos, generalmente por su cara parece que estuviera aburrido. Huyó de casa después de la muerte de su madre porque Thomas comenzó a tomar. ¿Sabes por qué elegí exactamente este motel? Porque lo rastreé. 

El rubio negó confundido. ¿Qué significaba todo esto?

—¿Por qué... por qué lo harías?

—Pienso que... —CT continuó—, tal vez sería mejor si sales con alguien real, un humano. Vivir una vida normal. Y como fui basado en él, creo que tal vez él puede enamorarse de ti también. Como yo me enamoré. Solo soy una copia y estoy seguro que te enamorarías del original también. 

Tweek frunció el ceño. No le gustaba para nada esta idea. Este Craig, el que estaba al frente suyo, era el único al que amaba.

—Por favor... no digas eso... te amo... te necesito, solo a ti... —Tweek dejó caer su cabeza en el regazo de Craig, lloró silenciosamente mientras agarraba la ropa de Craig. Craig solo se quedó viendo. No lo animó ni le acarició la cabeza, solo lo miraba. Luego tragó duro. Sabía que si mostraba alguna muestra de cariño, no sería fácil dejarlo ir después. No hizo nada, pero por dentro estaba feliz de que Tweek dijera que era lo único que necesitaba. Lo hacía sentirse especial. 

Tweek continuó llorando. Craig siguió mirando. 

La noche era fría y el llanto no cesó hasta la madrugada. Incluso las manchas de lágrimas se quedaron en el pantalón de Craig. 

• • •

Tweek trabajaba en una floristería cerca del motel. Se sentía suertudo al conseguir un trabajo que disfrutara. El dulce aroma de las flores y la clara vista de las calles concurridas era como beber un fresco café por las mañanas. La campana del local sonó, un cliente entró. Tweek estaba muy ocupado arreglando el ramo de flores a su lado como para verlo. 

—¿Hola? —Una voz familiar lo llamó. 

De inmediato Tweek lo miro encontrándose con sus ojos.  

VIVO •Creek• (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora