💥 Antesala a la curiosidad 💥

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Han pasado 3 días desde el ataque a Sakura-mento

Varios familiares entraron en pánico ante tal escalofriante situación, no importaba si la academia era una certificada por ATLAS o por gente de más arriba, padres seguían siendo padres quienes intentaban proteger a sus hijos aun sabiendo que estos chicos de normales no tenían nada

Sea cual sea el caso, este ambiente pesado no solamente era producto de una academia llena de inocentes, sino también del secuestro de alguien sumamente importante para algunos

En un pequeño suburbio estaba la amplia casa de los Kamisato, y dentro ahí, Marcus estaba enfocado en la búsqueda de su sobrino intentado encontrar cualquier indicio de alguna pista en su computadora, encontrando solo resultados obvios de un joven adulto

— ¿Lograste encontrar algo, Marcus?

Helena le habló cordialmente mientras aparecía pegada al techo, manteniéndose suspendida y logrando notar algunas mariposas de color dorado a su alrededor

Algo tan fuera de lo común, pero para Marcus eso no era lo importante ahora

— Perdón, pero... lo único que encuentro son estudios de su padre, la típica de implantes biotecnológicos, comunicación con la máquina, modificación de los sueños con dicha tecnología... y también algo de porno

— Marcus eso no es lo que quería escuchar

— ¿Y qué quieres que te diga mujer? — volteando el asiento y mirándola frente a frente — Aun cuando logré entrar a su aplicación de mensajería de su móvil, no encuentro absolutamente nada de su clan, tal parece que borró todo contacto con ellos, más allá de conversaciones raras con una ex... simplemente no hay. No tengo nada

— Tiene que haber, Marcus

— ¿Y dime qué has hecho tú? No me puedes aparecer aquí de la nada pegada al techo como si no tuvieras nada más que hacer

— ¿Acaso crees que no he hecho nada?...

Apoyó su nariz contra Marcus exhalando una gran bocanada de aire y mostrando su claro enfado

Aun así, Marcus logró ver a través de ella, dándose cuenta que esto era más que un simple enfado

— Si lo he hecho Marcus — acercándose más hacia él — buscando en cada rincón desde que nos hemos conocido, visitando cualquier lugar para encontrar una maldita pista, esos idiotas de los policías no me dejaron entrar a las zonas donde estaba Kaede, pero no fue difícil para mí infiltrarme delante de sus narices... y aun así estoy aquí, pidiéndote si has encontrado algo...

— Ey-

Marcus trataba de calmarla agarrándola de sus hombros, pero una vez que hizo eso, su punto de gravedad cambio y logró caer y estamparse contra el techo, viendo arriba suyo el claro rostro deprimente de Helena, parecía que quería aguantar las lágrimas que aún no salían de sus ojos, en ello, Marcus no tenía mucho que pensar y trataba de acomodarse para pegarse más a ella y tranquilizarla

Pero en eso

El sonido de una notificación había salido de la computadora

— « ¿Un mensaje? »

Marcus no podía creerlo, alguien logró contactarse a través de los mensajes telefónicos que aún seguían atados a la computadora de Kaede

— ¡Helena bájame!

Logró caerse con cierto estruendo al piso, pero no le produjo una molestia para distraerse

Este abrió el mensaje cuyo autor estaba en anonimato, y decía así

C.C: Terror y Ansias en FujiwaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora