Bienvenido a Fujiwara Detroit o mejor dicho, a uno de sus grandes distritos, Kamino. La conocida por ser la sede de suburbios, con calles descuidadas, territorio industrial y ser el epicentro de tener la mayor cantidad de extranjeros; es un lugar di...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían transcurrido varios angustiosos minutos desde que encontraron al hombre trajeado y maltrecho en aquel oscuro rincón bajo la ciudad. La sorpresa de hallar a alguien asociado con ATLAS se mezclaba con la preocupación al ver su estado desgarrado, con moretones y arañazos marcando su piel. Tomori dedicaba sus mejores esfuerzos a atenderlo con los limitados recursos que tenían a mano, mientras él se aferraba a la vida en un rincón, su respiración irregular siendo el único indicio de su persistencia.
Mientras tanto, Kaede sostenía en su mano una extraña criatura metálica, un Slime tembloroso que lo observaba con determinación, como si comprendiera la gravedad del momento.
Con creciente preocupación, Tomori preguntó con voz temblorosa:
— Estás seguro de que es seguro sostener esa “cosa” en tu mano? Cuando la veo, solo puedo pensar en...
— Mercurio, ¿verdad? — interrumpió Kaede antes de que Tomori pudiera terminar su pregunta — Tus deducciones son acertadas. Este pequeño ser está hecho de mercurio y proviene del lugar donde todos parecen ansiosos por esclavizarnos
— ¿Estás diciendo que sostienes una criatura hecha de mercurio sin ninguna precaución?
Expresó Tomori, su voz llena de alarma como estudiante de medicina, mientras Kaede levantaba una mano para calmarla, sosteniendo al Slime con la otra, con una mezcla de intriga y preocupación en su rostro.
— Sé que parece alarmante, pero Makyu no es mercurio común. Es una creación de Yoshino; de alguna manera logró convertir el mercurio manipulado en algo inofensivo para los seres orgánicos
— ¿Yoshino es un ESPER? — preguntó Tomori con duda e incomodidad, sus ojos reflejando un leve temor ante la revelación
—Sí, lo es. ¿Es eso raro? — respondió Kaede, aunque notó el temblor en la voz de Tomori y se sintió perturbado por su propia revelación.
— No puede ser... — comenzó Tomori, pero Kaede la interrumpió, su expresión reflejando incredulidad.
— ¿De qué estás hablando?
— Los ESPERs no pueden atacar a las personas directamente — explicó Tomori con una mezcla de ira y preocupación contenida. — Es contra su naturaleza
— ¿En serio? — cuestionó Kaede, sorprendido — Pero eso contradice todo lo que sé. No puedes simplemente eliminar el deseo de lastimar en una persona
— Sí, es posible...
Respondió una figura mayor, aún recostada, con franqueza a pesar de sus heridas, su tono de voz revelando una mezcla de resignación y amargura.
La actitud desafiante del hombre hizo que Kaede se mantuviera alerta, aunque aún consideraba que era un miembro herido de ATLAS. Sin embargo, decidió hablar para aliviar un poco la tensión.
