Parte Uno

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- No hay manera.

- Cariño...

- Que no Louis, que no me caso.- Dijo el rubio con tono enfadado y caprichoso, mientras se recostaba sobre la ventana principal de la habitación con ambas manos en la cara.

- Verás cómo se puede solucionar, díselo a... - Se cortó en el momento en el que escuchó unos pasos irrumpir en la sala. - Por fin. - Suspiró Louis al ver al hombre alto y moreno con cara de preocupación acercándose a su pareja.

- Mi vida, ¿qué pasa? - Suspiró el pelinegro de forma dulce, cuando al fin sostuvo a su prometido de la cintura.

- Oh Zayn, no puedo hacerlo así.- Sollozó Niall, recostándose en el pecho de su novio mientras este le agarraba más fuerte.

Zayn miró a Louis con una ceja arqueada y signos de confusión, aunque le valió una mirada del ojiazul para saber qué el chico entre sus brazos solo estaba sufriendo otra de sus crisis "pre-boda".

- Vamos Ni, dile a Zayn lo que ha pasado.- Dijo el castaño dulcemente, mientras se acercaba a su mejor amigo.

- Eso amor, dime que te pasa, no puede ser tan grave ¿no? - Dijo el moreno pretendiendo ser cariñoso, pero sonando demasiado indiferente para Niall, lo que no le gustó nada.

- ¿En serio, Zayn?, ¿piensas que si no fuera grave estaría así?.- El rubio, muy molesto, le dirigió una mirada de ojos entrecerrados que, de no ser por todos los años de amor, a Zayn le hubiera faltado tiempo para salir corriendo o arrodillarse por su perdón.

- No me mires así, bebé.- Le dijo su novio, mirándole a los ojos y sujetando su rostro con ambas manos. La dulzura de sus movimientos terminó por derretir a su chico y hacerle suspirar rendido.

- Lo siento cariño, en realidad tienes razón, no es nada.- Le dijo apartando la vista de sus preciosos ojos marrones.- Es solo que y... - Se vio interrumpido por el que, hasta ese momento, creía su hermano de otra madre.

- Es solo que el ramo que pidió de gardenias, jazmines y peonias, no va a poder ser así por que, como ya se le avisó, - Dirigió una mirada de reproche a Niall. - las peonias no están disponibles en esta época del año. Por ello, su wedding planner le acaba de decir que podría introducir otras variantes de jazmines para lograr la misma tonalidad que tu, para nada histérico esposo, quería desde el principio.

Niall lo miraba con la boca abierta como si acabase de presenciar la mayor traición jamás vista; al contrario que Zayn, el cual no sabía si la risa que estaba conteniendo le podría costar realmente el matrimonio.

- ¡Si lo dices así parezco estúpido! - Chilló Niall, deshaciéndose de los brazos de su prometido y yendo hacía su amigo apuntándole con el dedo. - Que sepas que las peonias son mis flores favoritas, ¡Sólo tenía que procesar la noticia y que tú me consolases!

- Tranquilo amor, Louis no quería sonar grosero.- Zayn lanzó una mirada de advertencia a Louis, sabiendo que era exactamente la forma en la que el ojiazul quería sonar. - ¿Por qué no te echas un rato hasta que nos tengamos que preparar?- Preguntó el de ojos marrones a su novio, recibiendo un débil asentimiento y un casto beso como agradecimiento.

Con una disculpa algo falsa, acompañada del abrazo que tanto necesitaba el rubio, Louis salió de la habitación de Niall y Zayn hacia su suite con baño y terraza de la que disponía al ser el padrino y el mejor amigo de uno de los novios, algo bueno tenía que tener el estrés al que estaba sometido.

Vale, no era el novio, estaba en un hotel de cinco estrellas y tenía barra libre y comida gratis durante su estancia pero, en su defensa, ni su trabajo de fin de grado en la universidad le supuso el esfuerzo y sacrificio que le estaba costando el planear la boda de su presumido amigo durante ocho meses.

Sí quiero || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora