Jihyo se dirigió a la entrada de la habitación, donde cerró y aseguró la puerta en silencio. Contó hasta cinco antes caminar de regreso a Sana, quien la estaba observando con gran interés.
─Hazme espacio, ─ordenó, buscando asiento del lado derecho de la cama de Sana, la japonesa se acurrucó más cerca cuando finalmente se sentó.
Inmediatamente Sana enterró su cara en el cuello de Jihyo, olfateándola.
─Hueles muy bien...─ronroneó.
Jihyo trajo su brazo izquierdo para rodear la cintura de Sana, manteniéndola cerca.
─Tu también, ─ella admitió, aprovechando la nueva cercanía para oler mejor la esencia de la mayor, ─tan bien.
Se quedaron así por un tiempo, con Jihyo simplemente sosteniendo a Sana, quien había pasado de estar al lado de ella a sentarse en su regazo, mientras frotaba su cara por todo el hombro y el cuello de Jihyo, tratando de mezclar su olor.
Ella sabía que estar cerca de la alfa no ayudaría por más tiempo, y sólo había una cosa que ellas podían hacer para aliviar su dolor una vez por todas.
─Jihyo, ─llamó, su voz apenas superaba un susurro.
─¿Mm?
Sana besó su cuello, haciendo que Jihyo temblara. Ella sabía hacia dónde iba eso, y honestamente, no estaba segura de tener la fuerza necesaria para oponerse a lo que Sana necesitaba.
─No deberíamos, Sana, ─Jihyo argumentó, empujando ligeramente a la chica, pero Sana seguía besando su cuello, haciendo que fuera difícil pensar o moverse.
Jihyo estaba teniendo un momento bastante complicado tratando de controlarse desde el momento en el que puso un pie en la habitación. Pero podía sentir que su fuerza de voluntad empezó a desvanecerse casi completamente, dando espacio al deseo primitivo que sentía comenzando a viajar a través de su cuerpo, su mente volviéndose nublada de lujuria y deseo.
Ella reconoció que su cuerpo estaba reaccionando físicamente a la situación desde que sintió su creciente erección rebelándose poco a poco debajo de la mezclilla.
Sana también lo notó y lo usó como ventaja.
─Sé que esto te está afectando tanto como a mí, ─llevó la palma de su mano a la erección de Jihyo, atrayendo un atractivo grito de la joven, ─podemos ayudarnos.
─Sana, ─Jihyo susurró débilmente, tomando la mano de Sana para detener los toqueteos.
Todo estaba yendo demasiado lejos.
─Te necesito, Jihyo-ah, ─Sana lloriqueó en la oreja de Jihyo, lamiendo y mordiendo su lóbulo, ─por favor.
En un arrebatamiento de dominio, Jihyo las giró, arrojando a Sana en la cama mientras ella se colocaba sobre la japonesa. Sana la miró aturdida.
─Voy a ceder solo si me prometes que esto no volverá a pasar nunca más, Sana. ¿Está claro?─dijo, apretando la mandíbula en una amenaza silenciosa.
Necesitaba que Sana entendiera que lo que estaban a punto de hacer era complicado, lioso y potencialmente peligroso. Sería una mierda si se jodía su dinámica hasta el punto en que les resultara difícil trabajar juntas.
Jihyo no soportaba pensar que su relación con Sana podía terminar sólo porque se puso caliente y decidió quedarse con ella en el calor del momento. No había otra manera de decirlo.
─No pasará, lo prometo, ─Sana aseguró.
Después de ese día, Sana guardaría muchas cajas en su cuarto y en todo el apartamento por si algo así sucedía de nuevo. El dolor que sintió durante todo el día había sido espantoso, y no esperaba volver a sentirlo tan pronto.
Jihyo asintió antes de bajar la cabeza para dejar un beso en la mejilla de Sana.
─No tenemos mucho tiempo, ─ella dijo, empezando a quitarse la blusa, arrojándola al suelo junto a la cama antes quitarse los pantalones. Se desvistió hasta que quedó sólo en ropa interior.
Ayudó a Sana a hacer lo mismo, sus manos se movían ansiosas por desnudar a la chica debajo de ella, primero quitándole el hoodie, revelando el pecho desnudo que tenía debajo.
No era la primera vez que veía a Sana desnuda, todas las chicas se habían visto en ese estado al menos una vez, pero por alguna razón, se endureció aún más al pensar que Sana había elegido estar desnuda mientras llevaba puesto su hoodie.
Continuó desnudando a Sana hasta que lo único que las separaba era la ropa interior de Jihyo.
Sana notó la dureza de Jihyo contra la tela rosa de sus boxers, un punto húmedo ya se estaba formando alrededor de la punta que parecía estar goteando.
Sana gimió ante la vista.
Sabía lo que Jihyo tenía, habiendo echado un vistazo algunas veces, pero verla ahora así tan cerca la hacía sentir tan caliente e irritada.
Se acercó a tocarlo, pero la mano de Jihyo atrapó la suya antes de tener la oportunidad. Hizo que Sana llevara la mano por sobre su cabeza, diciéndole que la mantuviera allí.
─¿Es tu primera vez? ─Jihyo preguntó. Ya sabía la respuesta, pero aún así quería que lo confirmara.
Sana asintió, ─¿Tú ya has...?
Jihyo también asintió, ─Una vez, cuando entré en edad. Fue hace mucho tiempo.
Su agencia tenía una manera muy elitista y jerárquica de abordar el tema del sexo y todo lo que implicaba.
Normalmente le daban a sus trainees una clase específica de educación sexual separada por sus clases ──alfa, beta, omega. Con los alfas, iban más lejos, hasta el punto en que explícitamente les "solicitaban" que tuvieran sexo con un beta ──nunca un omega── de su elección en el momento en que llegaban a la edad; así ellos podían sentirse aliviados y volver a centrarse en su carrera, haciendo uso de supresores por el resto de su contrato.
No se les prohibía exactamente tener relaciones sexuales, pero se les aconsejaba evitarlas lo más que pudieran. Además, había una prohibición obligatoria de citas durante los primeros años después de su debut, lo que les impedía encontrar una pareja apropiada.
Sana se mordió el labio, tratando de ocultar sus celos. Por alguna razón, ella ──probablemente el omega en su interior ──se sentía posesiva sobre Jihyo. La idea de ella compartiendo ese tipo de momento íntimo con otra persona que no fuera Sana la enfureció.
Siempre había sido un poco celosa con respecto a la alfa, siempre prefiriendo tener la atención de Jihyo sobre ella en vez de las otras chicas. Jamás le dio mucha importancia; en su mente, la razón detrás de sus acciones era el lazo que ella y Jihyo mantenían desde que eran trainees, y a medida que pasaban los años, empezaron a relacionarse más que nunca. Eran lo que muchos llamarían mejores amigas.
Pero ahora, Sana comenzaba a pensar que quizá había otra ──mucho más profunda── razón de por qué se sentía tan atraída por la joven líder.
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Sumergida En Calor | sahyo | (+18)
Fanfiction𝐒𝐀𝐇𝐘𝐎 || 사효 ❝ Le llevó a Sana precisamente seis años, cuatro meses y dieciséis días después de su debut para que olvidara tomar sus supresores por primera vez, lo que resultó en lo que ella sólo podía describir como el dolor más insoportable qu...