𝐒𝐀𝐇𝐘𝐎 || 사효
❝ Le llevó a Sana precisamente seis años, cuatro meses y dieciséis días después de su debut para que olvidara tomar sus supresores por primera vez, lo que resultó en lo que ella sólo podía describir como el dolor más insoportable qu...
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Sana esperaba que fuera dulce y lento, pero resultó ser tan rápido y duro como las embestidas de Jihyo. Tampoco era que le importara. Ella aún podía sentir toda la pasión detrás.
Jihyo llevó las manos entre sus cuerpos y empezó a hacer círculos en el clítoris de Sana, ayudándole a terminar al mismo tiempo que ella.
Empezó a empujar más profundo, cada estocada arrojando el nudo dentro del coño de Sana, hasta que dio una última arremetida, su nudo estalló adentro, provocando un escandaloso gemido en ambas ──el de Jihyo más grave y gutural, el de Sana alto y agudo.
Sana finalmente alcanzó el punto máximo tan pronto como sintió el nudo de Jihyo dentro de ella. Sus músculos se apretaron alrededor del nudo de Jihyo, tratando de arrastrarlo más adentro. La menor dio algunos empujones más descuidados, ayudándola a superar su orgasmo.
─¡Jihyo-ah! ─gritó mientras Jihyo dejaba escapar un gemido largo y grave.
Jihyo mantuvo los ojos bien cerrados cuando llegó, disparando su semilla caliente dentro de Sana tan profundo como pudo, el nudo evitando que se filtrara. Dejó caer su cuerpo encima del de Sana, exhausta. Se acurrucó en su cuello mientras continuaba llenándola.
Jihyo nunca antes se había corrido tan fuerte. Era diferente de cuando se masturbaba, el nudo solo apareció al menos dos veces en su vida, las únicas dos veces que tuvo un encuentro sexual con otra persona. La primera vez había ocurrido hace tanto tiempo que Jihyo había olvidado cuánto podía crecer su nudo o cuánto podía eyacular.
Al sentir que Jihyo todavía se estaba corriendo dentro de ella, Sana culminó una segunda vez, esta vez un poco menos potente que la primera.
Después de que volvió en sí ──luego del orgasmo, se sintió llena de la mejor manera posible, y le encantó. Podía sentir tanto el semen de Jihyo como su polla dentro de ella, así que llevó la mano a su abdomen, percibiendo el bulto en él. Frotó la forma extraña, haciendo que sus ojos se cerraran con un gemido.
Luego después de unos minutos, Sana trató de empujar a Jihyo para que se acostara a su lado, el peso de su cuerpo encima del suyo comenzaba a doler, pero Jihyo agarró sus caderas para evitar que se moviera.
─No te muevas. Dolerá ─gruñó Jihyo en una advertencia.
Sana asintió entendiendo, ─¿Por cuánto tiempo?
Jihyo suspiró, ─Un rato.
Ella no había pensado en eso. Un nudo generalmente tardaba diez minutos en desinflarse, y por los cálculos de Jihyo, ya se le hacía tarde para volver al trabajo. Le había dicho a sus managers que solo iría a ver si Sana se sentía mejor y luego regresaría.
Ya llevaba más de una hora fuera.
─¿Te sientes mejor? ─Jihyo preguntó después de apoyarse en sí misma para mirar a Sana a los ojos.
