10. Lilith

783 95 1
                                    

Corría con rapidez por los pasillos de aquél gran hospital, volteando en todas las direcciones en busca de esa habitación, no le importaba que sucedería con él, sólo quería encontrar el cuarto 28-k, deseaba verla una vez más, no soportaría que se fuera sin al menos despedirse, tan sólo quería eso. Su hermana había estado siendo mantenida con vida por mas de una década tras un fatídico accidente, en que el autobús en el que iba fue chocado y volcado. Desperto, pero se mantenía en estado vegetal, los doctores le habían dicho que era muy probable que nunca se recuperará, que tan solo duraría en aquél estado un par de meses y que sería un milagro si llegaba al año. Y tal como lo mencioné con anterioridad, llevaba así por mas de diez años, los médicos nunca comprendieron su caso, ma habían mantenido com vida por años para lograr comprender su caso especial, o al menos así había sido hasta estas últimas semanas. Ya no podían mantenerla con vida, decían que ni era justo para ella, que debían darle de una buena vez su eterno descansar, y él estuvo de acuerdo. Por mas que le duela. Ella debería morir algún día, y este era el día.

Cuando llegó, se tomó su tiempi para poder controlar su respiración y prepararse mentalmente para despedirse de ella, la verdad es que ni siquiera eran hermanos de sangre, lo suyo tan solo era un vínculo de amistad que se transformó a uno de hermandad, y eso hacía mas difícil el despedirse de ella.

Al abrir la puerta se sorprende al no verla recostada, su mirada paseo por la habitación hasta verla de pie frente al gran ventanal, sin estar conectada a ninguno de los aparatos que en teoría la mantenían con vida, se veía extrañamente bien, la escuchaba tararear, no, era imposible que ella dijera algo, mucho menos cantar algo. Se acerco a donde ella se encontraba con lentitud, colocandl su mano en su hombro una vez llegado a su lado, la hizo voltear, quedando sorprendido al no ver esa mirada vacía en ella, era esa misma mirada llena de vida que hace años no veía, pero era imposible que eso fuera posible. Salió corriendo en busca del doctor Andrew, a lo que no tardo mucho en regresar con dicho doctor a lo que este confirma sus sospechas tras hacerle unos rapidos análisis a la joven—Pa-Parece que ella—titubea al hablar—a salido del estado vegetal en el que se hallaba, pero eso es imposible... Puedes decirme si, ¿Recuerdas como te llamas?

El habla iba dirigida esta vez a ella. Ambos la miraban expectantes a que respondiera, pero tan solo podían ver a la joven sonreír, tampoco sabían la razón por la que no dejaba de sonreír sin emoción—Lilith—murmulla. Su mirada se levantó del suelo y los vio, borrando ese semblante tranquilo por uno mas serio, pero sin borrar esa sonrisa de sus labios—Ahora tenemos que irnos—ordena ella, a lo que el doctor Andrew niega repetidas vece—debemos de irnos de aquí Albert, aún tenemos muchas cosas que resolver en Silent hill.

Ella se dio la vuelta dispuesta a irse, pero fue sujetada de la muñeca por el doctor, quedando estática en su lugar—No te vas a ir de aquí.

—Pues yo creó que si.

Albert no supo que sucedió a continuación, ella tan sólo lo estaba viendo con fijez al doctor, tan solo dijo esas palabras y este la dejo marcharse, con extrañeza, él la siguió, no sin antes darle una última mirada al doctor, y al ver sus ojos se sorprende, ellos estaban sin ese brillo de vida, como perdidos, tales a cómo los tenía ella cuando estuvo en su estado vegetal. Se apresuró en ir a su encuentro, teniendo que casi correr para llegar a su lado. Se sentía incómodo, algo no estaba bien y todo había comenzado desde que desperto, ya no era la misma y dulce Lilith McConaughey de antes, la notaba cambiada, sus palabras estaban cargadas de un odio inexplicable y su mirada era oscura, sabía que nada bueno sucedería. Y ni hablar de que seguía sin comprender porque quería que regresar a Silent hill, ese lugar no había hecho que quitarle los mejores años de su vida, pero había podido conocer a su hermana en aquél orfanato, y ambos escaparon, prometieron nunca más volver y ahora ella quería romper esa promesa.

—Lilith, por favor—la toma por la muñeca—, al menos podrías tomarte el tiempo para explicarme que es lo que te sucede.

Girando sobre su propio eje, lo ve fijamente sin borrar esa sonrisa macabra—Entiende mi querido, Albert, eh estado atrapada por tantos años en el purgatorio, años suficientes como para saber como funciona todo allá arriba y acá abajo. Porque a este mundo lo rigen fuerzas que ni tu ni nadie puede derrocar, pero al fin eh llegado yo y pienso acabar con todas ellas, empezando con la que se encuentra oculta en aquél maldito pueblo que nos quitó todo lo que alguna vez queríamos, a vos al amor de tu vida, Samantha, y a mi, a mi me quitaron mi libertad, y aún sigo sin ella, y la voy a recuperar cuando acabe con todo aquél que habita Silent hill.

Desde el primer instante en que ls conoció supo que cualquier cosa que ella le pidiera, por mas loco que esto sonará, tan solo por que ella se lo pidió, pero esto de acabar con todo aquél que habita Silent hill era una locura sin precedentes.

En un inicio creyo que lo que se proponían nunca funcionaría, pero cuando vio de lo que Lilith era capaz no pudo hacer nada más que ser un simple espectador de toda esa masacre que ella comando. Tan solo imagina que tengas el poder de controlar los miedos de las personas a tu favor, poder hacer lo que más temen en realidad, convertir dichos miedos en bestias inefables, criaturas monstruosas con un hambre incesante, que sólo tienen una cosa en mente y esa es devorarte. Y que, ella las pueda controlar la hacía cada vez más peligrosa. Y ahora, ella era la líder de una especie de culto que la adora como si se tratará de un Dios, y eso era algo que ella repetía a diario, que era un enviado de Dios que había venido al mundo para acabar con todo mal que existe en el, y había decidido iniciar con Silent hill cuando pudo haber sido cualquier otra ciudad de Norteamérica, por que habían ciudades malditas por doquier, y en todas ellas un mal se encontraba. Albert no quería nada de esto, siempre había deseado una vida normal, no esto, esta tan solo era una historia mal contada en la que los dejaban a ellos como los malos de la historia, y eso que tan solo desean que este sea un mundo mejor.

Pero, desde que llegaron al pueblo, su propósito se había deformado desee el instante en el que se dieron cuenta que ellos también se volvieron prisioneros de la maldición que rodea a Silent hill, desde entonces, Lilith asesinaba más por placer que por otra cosa, desde creo esos juegos similares al del coliseo, todo quedó retorcido. Y en el momento en el que esos tres aparecieron, ella pareció obsesionarse con acabar con ellos, por que por primera vez en años alguien intervino en su camino, en su propósito como la llamaba ella, en ese momento en el que vieron como la cosa piramidal roja demostró clemencia por ese rubio, la desobedece, y eso hizo enfurecer a Lilith, quien juró ante Dios que iba acabar con ellos y si no lo hacia, ella ofrecería su vida en sacrificio.

Y por mas que no quería, ya la había perdido desde antes que todo esto sucediera, ella ya estaba muerta para él, la verdadera Lilith murió en ese accidente y está era un impostor que había tomado el cuerpo de su amiga, sin importar lo mucho que ella se parezca a su hermana, no era ella. Él se encargaría de ayudar a esos jóvenes, no quería que ellos mueran al igual que todos aquí, sabía que ellos si merecían esa segunda oportunidad que le arrebataron a la verdadera Lilith.















































[NOTA DEL AUTOR]

Como pueden ver esa niña tiene poderes similares a los de Alessa, sólo que los de Lilith son mas poderosos, además de que esta más loca y hace todo lo que hace por venganza. Quería que supieran su historia antes de continuar con la historia, además de que quiero que sepan que Albert vendrá a ser un aliado del trío de amigos para ayudarlos a escapar, sin mas que decir me despido, besito, besito, chau, chau💕💕

Verdugo ᴾʸʳᵃᵐⁱᵈ ʰᵉᵃᵈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora