#03: Sobrenatural.

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Su misión se volvió complicada de reportar tras haber roto las reglas importantes. 


Wangji ingresaba a la Tierra después de su primera misión en aquel peculiar planeta. Los humanos eran realmente diferentes a los que imagino y adaptar su cuerpo para transformarse y ocultar sus rasgos de especie ya era más fácil. Aún así prefería su forma natural.

En una de aquellas tantas misiones se le encargó junto a su hermano encontrar unos materiales específicos de minas. El trabajo estaba en poder hallarlos dentro de tantos metales. Ambos se infiltraron como nuevos trabajadores y ejecutaron su misión sin mucho problema, pero, después de tanto tiempo tuvieron problemas con las armas humanas, los inmovilizaron.

Para su suerte Xichen pudo escapar con el material que necesitaban para poder reproducirlo. No había problema, escaparía y ambos sabían que lo lograría, solo sería tiempo lo que tendría que gastar.

Ellos siempre visitaban la Tierra de forma pacífica, no planeaban atacar así la fauna natural o sus animales, incluyendo aquellos que parecían más bestias salvajes durante las guerras que vio de pequeño. Para ellos su especie era una cosa muy compleja, para los de su especie los humanos eran genuinamente tontos.

—¿Qué pretendías con robar el material, eh?

Preguntó aquel hombre que llamaban como Liu Qingge, tenía un lunar singular bajo su ojo y su cabello estaba amarrado en una coleta larga, vestía de gris y su mirada parecía estar resentida. 

Y por otro lado, su pregunta era sin sentido, obviamente lo que pretendía al robar el material era usarlo.

—Aquel otro huyó, supongo que no volverá tu compañero, te sientes traicionado, ¿No es así? —hablo con algo de burla.

—No lo hago.

—¿No?... Bien, como sea, la policía vendrá por ti mañana, lastimosamente llegar hasta esta zona es un infierno.

—Entonces, esperaré.

—¿Tratas de burlarte? ¡Tsk! ¡Jiang Cheng, vigilalo!

El chico de mirada igual de amargada que aquel que ejercía de líder resopló y se negó a hacerlo, sacando su lengua.

Liu gruño y trajo con sus propias manos a Binghe, el novato de gran actitud que seguía cada una de las reglas. 

Las instrucciones fueron claras, simplemente tenía que vigilar que Wangji no escapará si no quería meterse en problemas. Y cuando llegara la policía volvería al trabajo. Binghe atendió cada cosa, cuidándolo hasta entrada la noche, tenía sueño pero no pensaba rendirse y decepcionar a sus superiores, siguió rigurosamente lo que se le encomendó.

Era sumamente aburrido, aquel hombre no decía nada, ni siquiera se movía, permanecía en silencio y parecía contar el tiempo. Seguramente los que vigilaban afuera ya se durmieron y solo quedaba él para vigilar a este hombre. 

—Los humanos son raros.

Wangji habló de la nada sorprendiendo un poco a Binghe, luego retomó su compostura y se acercó un poco.

—Qué dices, tú también eres humano… ¿Por qué trataste de robar eso?

—Robar… 

—Si, robar es malo.

Él simplemente no lo entendía, decía que robar era malo pero aquello en ningún momento les pertenecía a ellos. Era ridículo.

—No les pertenece tampoco.

—Eh, bueno… no me refería a eso, si no al esfuerzo que lleva conseguirlo, arrebatar el esfuerzo de un grupo y quedártelo todo tu, eso es indignante.

—Entiendo. Gracias por la información.

—Eh, bien… ¿Y de dónde eres, Wangji?

—No te incumbe.

Binghe suspiró, y simplemente se sentó mirando a Wangji. Solo cerró por un momento sus ojos, no quería dormirse realmente pero lo hizo.

Su mente divagaba varias veces, haciendo que sintiera su garganta seca, Wangji ya estaba a punto de irse de aquel lugar cuando noto un extraño bulto en la entrepierna de Binghe. Se frotaba hacía sí mismo y parecía sentirse alegre aquel muchacho al hacerlo.

Lentamente se acercó a él y se sentó mirando aquel bulto con detenimiento, analizando. Cuando llegó a una conclusión fue que tocó la dureza, las piernas del sujeto se contrajeron por sorpresa pero se relajaron mediante Wangji sobaba el bulto. Retiró el pantalón y vio aquel lugar, cuando él se transformaba nunca cambió sus órganos sexuales realmente, y tampoco eran tan vistosos como el de los humanos. 

En sus clases leyó algo sobre ello, sabía que existía una esencia que procreaba vida de los humanos pero no lo entendía. Nunca explicaron eso, quizás no funcionará pero tenía curiosidad. Acercó sus labios al falo del chico y comenzó a hacer su investigación, subiendo y bajando a la vez que analizaba y sentía que era algo extraño.

No pasó mucho tiempo cuando el humano llegó al clímax y se vino en la boca de él. Wangji trago, tenía un sabor amargo y era muy diferente. Se levantó de aquel lugar sin importar dejar a Binghe con su miembro fuera de los pantalones y salió, partiendo en la nave de la que vino. Algunas de sus naves eran invisibles ante los ojos humanos por lo cual resultaba bien utilizarlas para este tipo de misiones.

Rápidamente Wangji regreso a su forma, su cabello negro se volvió blanco, parecía tela de araña, lo banco de sus ojos se volvieron negro y sus pupilas aún seguían del color del oro, su piel se volvió verdosa y se quitó la incómoda ropa que llevaban los humanos. Sus órganos sexuales se encontraban ubicados en otra zona en su interior y por ende, funcionaban diferente.

De camino a casa sintió el caliente líquido dentro de él, aquel que fluía en su garganta, y un ligero bulto asomarse por su estómago. Explicarle esto a su hermano sería difícil después de todo, aún así, no se sintió mal. Podría ayudar.

Visitará la Tierra nuevamente, quizás solo se llevaría a Binghe, podría lavarle el cerebro y con su tecnología hacerlo creer que era como ellos. Si, lo decidió, la próxima vez que visitará la Tierra tomaría a Binghe como su pareja.




[...]

La temática era sobrenatural y pensé en una sola palabra, "alien", y bueno aquí tenemos mi extravagante intento de escribir algo así jaja

En fin, espero que lo haya sido lo suficientemente sobrenatural y lo hayan disfrutado, bye!

One Shot's || LuoZhan Week.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora