#07: Tema libre.

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La negra melena fluía como pez en el agua, su tranquilidad era digna de una deidad. 

El sonido de la grieta era más fuerte de lo que esperaba.


—Acompáñame —La voz de Wangji lo llamó.

Él se quedó viéndolo fijamente, con admiración y a la vez con un poco de reproche. Apretó sus dientes un poco y trago saliva para luego sentarse a su lado.

El suelo de madera era frío y la noche no ayudaba, tenía una sensación de nostalgia como una historia de un primer amor. Le hacía sentir inquieto.

Acercó con lentitud su mano hacia la de Wangji, con un toque suave noto que no estaba cálido como normalmente. Toco haciendo que sintiera cosquillas en su mano pero su rostro, como siempre, se negaba a expresar algo. Tomó su mano con anhelo y la acercó a sus labios, besando sus dedos con cariño.  

—Estás helado. Te enfermarás.

—... Está bien.

—No, no está bien. Verte tendido en una cama, sufriendo, es el peor veneno para el corazón de este esposo.

Wangji no dijo nada, lo miró tan fijamente y Binghe volvió a comprender porque lo amaba tanto. 

La dulce belleza de un hombre callado era el suave dulzor de su corazón esperanzado, y esto se sentía tan bien. Quizás dolía un poco, pero poco le importaba, así que estaba bien.

Acercó uno de los mechones negros de Wangji sobre su mejilla y se consoló. Cerró sus ojos como si su madre volviera a abrazarlo y sintió su corazón arder. Lentamente miró a Wangji quien aún le miraba, se encontraba feliz de hacer que sus orejas se volvieran de un suave tono rojo.

Binghe tomó con suavidad el rostro de su amado y lo acercó al suyo, sus labios se pegaron con algo de ferocidad, sacando un poco del aire de Wangji y haciendo que sus pecho se infle.  

Gimió. Mientras más salvaje era Binghe más caliente se sentía, su cuerpo recuperaba calor a pesar de estar fuera del lugar caliente, a pesar de que solo miraba el cielo aún se sentía caliente todo.

Aquella sensación entre sus piernas, aquella dureza comenzando a ser atendida por su esposo era de los mayores placeres de su vida. Pero hoy se sentía algo débil, quizás bastante emocional o triste por lo que pasaría mañana, no quería pensar en eso, no quería dormir pero Binghe siempre se aseguraba de dejarlo tan cansado como para siquiera abrir los ojos. Que obstinado.

—Wangji, eres realmente hermoso —susurro a su oído, lamiendo y tocando nuevamente su intimidad— llenas mi corazón de anheló.

—Binghe…

—Quiero permanecer así por siempre… no quiero que esto acabe. Si puedo estar contigo siempre seré felíz.

—No… ah… digas tonterías ¡Mmm!

—¿Te gusta cómo muevo mis dedos, amor?

—¡Basta!

—No quiero, me gusta verte así, ¿Es porque te sientes con vergüenza?

—Es vergonzoso.

—Lo sé.

Bonghe metió su miembro entre las piernas de Wangji, haciendo que los dedos de sus pies se apretaran y su ceño se frunciera en placer. Poco a poco lo invadía más y más, podía notar el bulto en su estómago al momento en que Binghe se insertó completamente.

 No le perdonaría jamás, no quería que terminara, sería doloroso si lo hiciera. Se sujeto de Binghe cuando sintió cómo sacaba su miembro y lo insertaba con más fuerza dentro de sí. Era doloroso y placentero, nunca se acostumbrara a ello.

Binghe beso sus labios y dió más estocadas dentro de sí. Cuando terminó se sintió tan pegajoso, había manchado su ropa y su propio fluido balanco estaba derramado. La luna los miraba, probablemente con vergüenza, pues quería esconderse entre las nubes grises de la a callada noche.

No estaría más tiempo afuera, se adentro a la habitación y ambos durmieron abrazados, mañana limpiarla del día anterior y sería todo normal. Mañana podría besar a Binghe de nuevo y estaría bien.

Cuando la noche cayó y el día se levantó abrieron ambos sus ojos, Binghe lo hizo primero asegurándose de ver a Wangji despertar con mucho anhelo, rezando para poder escuchar su voz susurrando palabras de amor que solo a él le decía abiertamente.

Vio sus ojos abrirse y lo abrazó, Wangji también estaba feliz de hacerlo y entonces recibió un beso tan especial como siempre. Pero, se sentía cansado por el día de ayer quizás, quería dormir un rato más aunque no fuera su costumbre… tan solo un rato más.

Él cayó como un costal de papás hacía la cama nuevamente, todo se quedó estático y frío. Binghe miro a Wangji en silenció, por vários minutos, su garganta se sentía seca y las lágrimas comenzaron a brotar.

Wangji ahora realmente estaba frío.





[•••]

Hoola gente. ¡Por fin puede publicar la última parte! Vaya que me tarde jaja... ¡Cómo sea! Aqui esta, un poco de angustia para el corazón.

Como lo dije, el dibujo de la portada se publicará al final. Así que en breve lo podrán encontrar en Twitter jaja. Y eso es todo, no tengo mucho que decir... 🤔 ¡Nos leemos próximamente jaja!

One Shot's || LuoZhan Week.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora