Matsuoka Kano |Shippuden|

─ Capítulo 27 ─

El equipo siete continúo su camino en cuanto los primeros rayos del sol salieron. Kano aun continuaba en silencio cosa que comenzaba a preocuparles a los demás integrantes a excepción de uno, Naruto. El caminaba tranquilo con las manos detrás de su nuca, en ocasiones silbaba y tarareaba melodías extrañas, Sakura a veces lo sorprendía sonriendo pero estas desaparecían en cuanto el rubio se daba cuenta de sus miradas sospechosas.

Algo pasa entre estos dos, pensaron a la vez la menor de las mujeres y el nuevo capitán. Sai estaba ausente de lo que pasaba, o eso daba a entender, el simplemente disfrutaba en silencio las diferentes escenas en el grupo, era mas un espectador que otra cosa, y tal parece que estaba bien con ello.

Aiko se había encargado de enseñarle y fortalecer su mejor atributo; analizar el lenguaje corporal. A Sai le fascinaba leer a las personas, lo contrario a su hermano quien disfrutaba entablar conversaciones desde los temas mas triviales hasta los mas profundos, pero Sai no, para él era mejor ver y analizar las acciones de los demás desde un lugar apartado e incluso llenaba cuadernos con bitácoras de personas diferente, era un hobbit algo espeluznante para cualquier persona que encontrara aquellos cuadernos pero para él no era así.

Por ello, Sai comenzó a llenar rápidamente su nueva bitácora con la información de su nuevo objetivo, la extranjera de ojos llamativos y de quien su "tío" estaba perdidamente enamorado; Matsuoka Kano del desconocido clan Matsuoka cuya ubicación se encuentra en un paradero desconocido. Sai rápidamente recordó la bitácora de Buraun, el pudo saber mas de su hogar gracias a su hermano, quien no tuvo pudor alguno en cuestionar la vida privada y profesional del mayor. Al obtener aquella información, comenzó a llenar el pequeño pero conciso formulario, medidas y tamaños eran calculados con solo darle una mirada al cuerpo de la mujer de arriba a abajo.

Kano sintió escalofríos sacándola de sus pensamientos de manera abrupta, volteo su cabeza hasta encontrar al causante, palideció ante la pesada mirada del joven de negro asustándola y confundiéndola por como escribía sin dejar de mirarla. Otro fuerte escalofrió la hizo apartar rápidamente su mirada.

Yamato no sabia que hacer, estaba a punto de perder la razón si no hablaba con alguien que pudiera darle consejos o alguna explicación de cada uno de los integrantes. Jamás imagino que estar a cargo de un grupo de adolescentes seria tan estresante y agotador, sin duda ahora mismo el preferiría enseñar a un puñado de mocosos en la academia.

Reprimió un suspiro al notar la despampanante alegría de Naruto, casi brillaba por cuenta propia lanzando florecillas a su cara como si le estuviese dando bofetadas. Lo maldijo en silencio y de paso también a su sempai. Dirigió su atención a la chica peli-cereza, Su rostro sereno se desformaba de vez en cuando en muecas cortas, Yamato supuso que ella continuaba rebobinando los anteriores escenarios buscando posibles soluciones para atraer a Sasuke Uchiha.

Para él, aquel adolescente no era mas que eso, un puberto berrinchudo que no supo como manejar su dolor, entendía bien que no era bueno comparar los problemas de las personas, pero es claro que ese muchacho no tenia ni idea de lo que hacia. Sus ojos por mas poderosos que fueran, no servían si no veía el camino correcto.

En el fondo, la curiosidad de Yamato comenzaba a hacerse cada vez mas grande, quería ser testigo de como la extranjera actuaria frente a otras circunstancias, y solo tal vez así, comenzaría a confiar en ella y su repentinos compañeros.

Aun vagando en sus pensamientos, la mayor de las mujeres volvió atrás en donde tuvo aquella incomoda charla con el niño escandaloso.

[ Naruto la miro esperando a que continuara hablando, pero verla tan ensimismada con las nubes y la luna, arrugo la cara e inclino confundido su cabeza.