Matsuoka Kano |Shippuden|

─ Capítulo 23 ─

Los minutos pasaban y las reacciones junto a las emociones cambiaban como los colores de un  camaleón. Las dudas, preguntas y posibles respuestas atacaban sin piedad el cerebro del Ninja copia, fue ahí donde cuestiono su propia inteligencia.

Kakashi ya había experimentado ese miedo latente que te paraliza hasta las entrañas, un miedo que te provocaba la desorientación y cuestionamiento sobre que era lo que estaba bien en este mundo. Él creía que nunca nada podría hacerlo sentir tan perdido y abrumado como en su infancia, fue así hasta que sintió cierto apego a sus alumnos y a la pequeña mujer que se derrumbaba en llanto sobre su pecho. 

Él la sentía, la sostenía pero ante tal revelación dudaba de su propia fuerza. Ni siquiera sabia que decir ante esa situación y era comprensible, después de un año le llegaban con la notica de un hijo cuya vida ya no existía.

Después de la muerte de sus compañeros y maestros, esto era la peor cosa que le había pasado.

Con manos temblorosas y aun con la mente sedada, tomo los hombros de la castaña y la separo con suavidad de su cuerpo. La mujer no lo miraba, se podía apreciar la culpa en su rostro, una culpa que no le pertenecía.

Kakashi sintió molestia, no hacia ella, a él mismo por no estar con ella en aquel y tantos momentos, por no haberla detenido cuando la sintió levantarse de su cama y verla marchar hasta su departamento a altas horas de la madrugada, por no tener el suficiente control y haber evitado besar a aquella desconocida mujer.

¿pero como hacerlo? se pregunto a si mismo mirando aquellos hermosos ojos color avellana. ¿Cómo controlarme cuando imagine tu rostro en aquella mujer?.

Aiko sintió su corazón apretarse de dolor cuando miro aquella lagrima rodar por la mejilla de ninja mas frio. se sintió tonta al pensar que aquel hombre frente a ella no tenia sentimiento alguno. Cerro sus ojos y suspiro cuando sintió las suaves caricias que los pulgares ajenos le brindaban.

━ Aiko... ━ Murmuro él con sumo cuidado. La nombrada lo observó con un ligero brillo en sus ojos. ━ mi dulce y loca Aiko 

Le brindo una ligera sonrisa tratando de no abrumarla con su propio miedo. Aiko mostro una pequeña sonrisa soltando un par de lagrimas las cuales, inmediatamente fueron limpiadas por el peli-plata. 

━ Ni siquiera tengo las palabras para expresar lo mucho que lo siento, no me atrevo a pensar por el dolor que has pasado mi querida lobezna ━ Comenzó a decir deteniéndose por momentos, el nudo en su garganta le comenzaba a dificultar el habla. Aiko mordió su labio queriendo detener el temblor de este. su sola expresión era como una espada clavándose en el estomago del ninja. ━ Pero te admiro por tu valor y valentía, por seguir aquí luchando y también por venir aquí a enfrentarme y decírmelo. Eres una mujer asombrosa e incluso mas fuerte y valiente que cualquier ninja que conozca, incluyéndome.

Aiko rio ligeramente sorbiendo su nariz. Kakashi sonrió ante aquella vista, su corazón dio un vuelco mientras que la llama en su interior, de la cual creía extinta, se avivo lentamente dándole un reconfortante calor.

━ Si, soy muy fuerte 

━ Lo eres ━ Afirmo enternecido por la actitud de la mujer. Después, su semblante se torno serio y abrazo de nueva cuenta a la castaña. ━ No te pediré que me perdones, es tu decisión si quieres tenerme cerca Aiko. Me maldigo a mi mismo por ser tan descuidado pero, si tu me lo permites, te ayudare a seguir adelante, te apoyare ya sea en las cosas mas insignificantes. Pero solo si tu así lo decides.

Aiko correspondió al abraso sintiéndose la mujer mas protegida, incluso más que la mismísima Hokage. Su mente le recordaba todas aquellas ocasiones en las cuales el hombre frente a ella la había rechazado, el como su propio instinto la obligaba –hasta cierto punto– volver a acercarse a él.