De hotel a casita blanca

Carpe Diem ...

Aprovecha el día o el momento sería la traducción de esta frase y falté a mi palabra de alejarme de él y peor porque fue a mayores la cuestión .

Estaba empezando a ir a un lugar laboral nuevo que relativamente quedaba cerca de la casa de una amiga donde yo me estaba quedando un par de días a la semana.

A esta amiga le comenté lo sucedido y me dijo que si yo quería una relación romántica corra de ahí porque con una persona que tiene compromiso eso nunca se iba a dar.
Más bien una aventura ocasional y que nuestros encuentros sólo se resumirían a quitarnos las ganas y nada más .

No habría inconveniente si la culpa no me hiciese sentir tan mal como me está haciendo sentir al momento de recordar lo que hice.

Parece que la conversación entre mi amiga y yo , ese pensamiento de para cuando la vida de que hay que aprovechar el momento hicieron que tenga el coraje de enviarle un mensaje para decirle que podíamos vernos aunque sea un rato.

Cabe recalcar que la casa de mi amiga no queda muy lejos de la casa de T ,así los astros se alinearon para que aquel día pudiera ser por fin nuestro primer encuentro físico.

No puedo negar que estaba muy nerviosa cual quinceañera, llegó el esperado mensaje donde me avisaba que llegó, salí a verle me subí a su coche . Y en resumidas palabras sin muchos preámbulos me dejé tocar y al sentir sus caricias sentí la rebeldía de una Virgen que cruza el umbral del deseo por primera vez.

Llena de adrenalina mezclada con deseo y nerviosismo, fue muy fugaz el encuentro pero inolvidable para mí. Un poco de torpeza también hubo teniendo en cuenta que fue algo inesperado para ambos sobre todo para el.

Estoy segura que no creyó que por fin se le daría la oportunidad de que aquellos chats un poco subidos de tono se iban a hacer realidad.
Con un poco de adrenalina todavía recibí su mensaje preguntando si me había gustado estar con el y obviamente le respondí que sí.

Pero al día siguiente no sabiendo de él porque yo siempre espero que el escriba primero , la verdad que me sentí muy mal , si bien yo me animé a tener ese encuentro no sé porque me sentí usada . Odio tener ese sentimiento si yo también disfruté de tenerle entre mis brazos.

Y quizás por eso no me animé a perpetuar nuestros encuentros ya que no me siento cómoda al tener que yo estar disponible y por el contrario yo me tengo que acomodar a sus tiempos.

Sabía el juego que estaba jugando y aún así siento como si tengo mi forma pensar dividida o como si fuese dos personas al mismo tiempo.

Donde una muere de deseo por el sin importar las consecuencias solo quiere estar entre sus brazos , sentir sus caricias y su cuerpo pegado al mío. Pero a la vez mi otra yo se siente culpable por desear a una persona ajena y tampoco puedo evitar pensar que yo no merezco ser segundo plato de nadie.

Y esto último es lo que me inspiró a escribir el siguiente capítulo.