STRAY KIDS ARGENTINA

mariconada

El ambiente era agobiante, la música alta, las luces lo cegaban y la gente lo apretaba, perfecto para buscar a su pareja. Hyunjin conocía la casa con los ojos cerrados pero no podía encontrar a Jeongin por ninguna parte, tenía miedo de que este se sintiera mal por su culpa a pesar de que Felix estuviese con él.

Su paciencia comenzaba a acabarse cada vez que veía a aquella chica tratando de acercarse y notaba que Jeongin no estaba con él, su pareja no era de ser celoso con él pero desde que descubrió la existencia de aquella chica que parecía tener un enamoramiento se lo había notado algo extraño, como si estuviese preocupado aunque no tuviese razón de alertarse.

De un momento a otro tenía a la chica invitándolo a bailar como si no notara la incomodidad de Hyunjin y su frustración en los ojos a punto de llorar con miedo de que su relación se arruine por una chica que parecía estar obsesionada con él. Claro que se daba cuenta de que esta tambien estaba borracha y no quería ser grosero con ella ya que era gran amiga de Minho.

Que ingenuo.

Intentaba mantener una conversación sin mucha cercanía hasta que recibió un mensaje de Felix indicándole dónde estaba Jeongin y el contexto de la situación.

La mente de Hyunjin se nubló, no por el alcohol, sino por el amor, y tal vez algunas lágrimas. En ese momento solamente pensaba en ir a buscar a su novio y hacerle comprender el lugar que ocupaba en su vida, no le importaba nada ni nadie más que Jeongin, era tan injusto que ambos la estuviesen pasando mal en el tan esperado cumpleaños de Minho, no merecían que una casi desconocida arruinara la diversión de ambos.

Cuando estaba por correr hacia su pareja un brazo lo detuvo y se vio atrapado por unos labios que no eran los tan conocidos de su novio; no sabía que pensar o hacer, solamente deseó que alguien lo salvara de aquella situación mientras una lágrima llena de frustración rodaba por su mejilla. Minho, quién miraba la situación de lejos desde hace un rato, interrumpió la situación empujando a su amiga lejos de su hermano para que este huyera y él pueda encargarse de su amiga.

Corría entre la gente buscando aquel pasillo, se cruzó a Seungmin y Changbin que lo observaron confundidos para luego cruzarse con un Christopher que le exigía explicaciones sobre qué le sucedía a Jeongin, la paciencia se le acababa mientras era retenido por el mayor y observaba el pasillo con apuro, como si sintiese el corazón de Jeongin entristecer mientras veía ese beso entre la chica que tan mal lo hacía sentir y su novio.

—Chris no me rompas los huevos si nunca te interesó tanto Jeong en una joda, siempre estuviste ocupado con otros, no es mi culpa que Minho no te esté dando bola hoy —. Empujó a Christopher con la paciencia acabada y corrió hacia el pasillo para subir a aquel ático que le provocaba tanto terror.

Al ingresar pudo encontrar a Jeongin y Felix observándolo, el primero tenía los ojos llorosos mientras que el rubio le sonreía con timidez; toda la situación se sentía silenciosa a pesar de que la música y los gritos eran ruidosos.

Las palabras no fueron suficientes para expresar la calidez que quería transmitir, por lo que solo optó por abrazar a su novio hundiéndose en la burbuja del amor, sin notar que Felix se estaba levantando para abandonar la habitación.

Pasados unos minutos ambos lograron que sus ojos se encuentren y brillen a la par, demostrando el amor y la admiración que sentían. Jeongin bajó su cabeza tras unos minutos al oír a Hyunjin hablándole sobre la chica, se sentía apenado de haberse entristecido por una chica que jamás tendría oportunidad con su novio.

—Jeong no seas boludo mira si voy a preferir a la pelo duro esa antes que a vos —Bromeó Hyunjin antes de plantar un beso en los labios del menor que dejaba escapar lágrimas que acompañaban una sonrisa.

—No quiero interrumpir pero bajen enamorados que Min ya echó a la mina —gritó Felix desde abajo con un vaso de gancia en la mano mientras se movía al ritmo de la música.

Hyunjin suspiró aliviado y le propuso a jeongin bajar para disfrutar de lo que quedaba de la noche.

—No comi la torta de pija tanto que rompi las pelotas —recordó Jeongin desanimado imaginando que ya había sido cortada.

Hyunjin rió y dijo: —Torta no tengo, pero...

Jeongin captó lo que sugería su novio y casi que decide tirarse por las escaleras de la vergüenza, pero solamente le pegó en su brazo.

—Deja de decir guarangadas sarpado —Rió para luego bajar y ser seguido por un Hyunjin que tambien reía ante la broma que había hecho.

Claro no se esperaron encontrarse a Jisung y Minho besándose como si fuese el último día que harían algo como eso y corrieron tomados de la mano fuera de la situación sin querer entrometerse.

Problema de los demás.