Intolerante a la lactosa |Versión Narusasu|

"Más vómito"

Caos.

Naruto se hallaba en la plaza comercial, dirigiéndose rápidamente al área donde se ubica el cine, tras haber recibido una llamada de su hermana molesta, en la cual logró entender tan solo tres cosas: vómito, policía y a su novio quejándose.

Claramente el rubio estaba alterado, muy alterado, imaginando todo tipo de escenario posible donde su hermana y novio habían sido arrestados por alguna razón extraña y desconocida, y que posiblemente por ello Karin sonaba tan molesta y Sasuke no era capaz de formular una oración.

Imaginó de todo, considerando mayormente que Sasuke habría sido quien metió la pata primero, pero jamás pasó por su mente que hayan acudido a él porque Karin entró al baño de hombres, ignorando al guardia, contestándole y finalmente manchando toda la parte superior del hombre con el vómito de Sasuke.

Increíble.

—¿Entonces...?

—¿Cómo que entonces? ¡Su hermana es una adolescente con mal comportamiento! ¡Míreme ahora! ¡Apesto!—el guardia habló, molesto y moviendo en demasía las manos.

—Lo siento, oficial, oficial Jū, disculpe, ¿puede quitar el pedazo de vómito que cubre su placa? No puedo leer su nombre.

—A nadie le importa su maldito nombre. ¡No me dejaba ayudar a mi amigo y ahora nos tiene aquí como si fuéramos delincuentes!—Karin exclamó.

—Jūgo, es Jūgo. Y usted, señorita, va a mantener esa boca cerrada en lo que arreglo esta situación.

Sasuke no podía hablar siquiera. Estaba bastante mareado y con náuseas nuevamente, cosa que solamente Karin fue capaz de notar, y sin que nadie se diera cuenta, giró el rostro de su amigo hacia Jūgo, quien conversaba seriamente con Naruto, quizá llegando a un acuerdo en el cual no se llevara consigo a su hermana por ser grosera con la ley.

—Vamos, Towi, ¡vomítalo una vez más! ¿Oíste cómo me ha hablado el inútil? ¡fuerza de TiwiTowi!—Karin susurró.

—Ey, el guardia tiene algo que decirles, vengan aquí.

—Dejaré pasar esta ocasión, porque el joven aquí presente realmente parece estar enfermo, pero no olvidaré su mal comportamiento, ni sus gestos sarcásticos ni mucho menos su manera tan poco educada de dirigirse ante la ley, señorita.

—A la mierda usted y su maldita ley. ¡TiwiTowi, aquí vamos!