El tomismo. Esta filosofía fue creada por Santo Tomás de Aquino quien en, una de sus obras, la suma teológica dice que el ser humano viene de Dios, es creatura divina; y su fin es también Dios. La contemplación eterna de Dios es la beatitud o felicidad sobrenatural, que encontrará al hombre honesto después de la muerte. Dios es un buen objetivo, absoluto, perfecto. Por lo tanto, atrae a la voluntad humana de un modo irremisible. En consecuencia, el fin objetivo del hombre es ese bien objetivo al que llamamos Dios. Estando en posesión de dicho bien, el hombre encuentra su felicidad plena. Ningún otro bien puede colmar la felicidad humana, puesto que se trataría de bienes limitados, caducos. Esta felicidad es el fin último subjetivo del hombre y es producida por el fin último objetivo que es Dios. Santo Tomás de Aquino demuestra la existencia de Dios mediante cinco vías: "La existencia de Dios se puede demostrar por cinco vías. La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve más que en cuanto está en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v.gr. el fuego hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a cosas diversas: lo que, v.gr. es caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia es, a la vez, frío. Es, pues, que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. Pero, si lo que se mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste otro. Más no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor, y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios. La segunda vía se basa en la causalidad eficiente. Hallamos que en este mundo de lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes; pero no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible: Ahora bien, tampoco se puede prolongar indefinidamente la serie de las causas eficientes, porque siempre que hay causas eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, sea una o muchas, y ésta causa de la última; y puesto que, suprimida una causa, se suprime su efecto, si no existiese una que sea la primera, tampoco existiría la intermedia ni la última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no habría causa eficiente primera, y, por tanto, ni efecto último ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces. Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios. La tercera vía considera el ser posible o contingente y el necesario, y puede formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no empieza a existir más que en la virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía fue imposible que empezase a existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los seres son posibles o contingentes, sino que entre ellos, forzosamente, ha de haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto, al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios. La cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo mismo sucede con las diversas cualidades. Pero el más y el menos se atribuyen a las cosas según su diversa proximidad a lo máximo, y por esto se dice lo más caliente de lo que más se aproxima al máximo calor. Por tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo; pues, como dice el filósofo, lo que es verdad máxima es máxima entidad. Ahora bien, lo máximo en cualquier género es causa de todo lo que en aquel género existe, y así el fuego, que tiene el máximo calor, es causa del calor que todo lo caliente, según dice Aristóteles. Existe, por consiguiente, algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios. La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obra de la misma manera para conseguir lo que más le conviene; por donde se comprueba que no van a su fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, y a éste llamamos Dios:" El acto humano debe ser voluntario, es decir, debe ser libre. Entre la inteligencia y la voluntad, en mutua cooperación, cada acto se va estructurando, dentro del nivel que le corresponde al hombre. En los actos humanos hay tres fuentes de moralidad: el objeto, el fin y las circunstancias. El objeto es el contenido mismo del acto, lo que lo distingue de otros de diferente especie. Por ejemplo, matar tiene diferente objeto que trabajar. El fin es la intención que de hecho tiene el que ejecuta el acto. Las circunstancias son accidentes a la sustancia del acto. Es tesis fundamental en el tomismo que, para que un acto sea bueno, se requiere que tanto el fin como el objeto sean buenos, es decir, estén de acuerdo con la norma de moralidad. Las circunstancias no deben viciar la sustancia del acto. Basta que algunos de los dos sean malos para que el acto quede viciado La norma de moralidad es la recta razón. Un acto es bueno cuando está de acuerdo con la recta razón. La recta razón es la razón fiel a su propia esencia, la razón que funciona según sus propias leyes, su finalidad propia, en lugar de plegarse a leyes y fines extraños, como los del apetito sensible. Actividades de autorregulación: Instrucciones: contesta las siguientes preguntas, recuerda que deberán ser con tus palabras. 1.- Explica la suma teológica escrita por Santo Tomás de Aquino. ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ 2.- Explica cada una de las vías que da Santo Tomás para demostrar la existencia de Dios ___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________