Contractualismo La teoría contractualista de Hobbes. El pensamiento político de Hobbes plantea que la sociedad no es algo natural en el hombre, sino que surge de un contrato o pacto entre individuos. A esta teoría se le denominará contractualismo. No obstante, el iusnaturalismo, que se define como el conjunto de teorìas que tratan del derecho y la justicia sostienen que ciertos mandatos dependen de la concordancia con el derecho natural, sea irreversible. El encargado de controlar y administrar esta renuncia es el Leviatán, el soberano, el Estado, que ostentará todo el poder al que han renunciado sus súbditos. Por tanto, el poder del Leviatán no tiene límites ni control alguno. Hobbes justifica de este modo el poder absoluto del monarca, y la falta de libertad de los súbditos. todavía pervive en estas teorías, puesto que es la ley natural la que fuerza a pactar y crear la sociedad (ley, estado). Partiendo claramente de un iusnaturalismo, para Hobbes el estado proviene de la naturaleza humana. El desarrollo de su teoría del origen del estado es el siguiente: El hombre por naturaleza es hedonista y egoísta, es decir, tiende a buscar su propio placer, sean cuales fueren los costes que esto acarree a los demás. La razón humana para Hobbes no capta el bien en si mismo, sino que es un cálculo de medios a fines que nos enseña a conseguir nuestras metas utilizando para ello cualquier tipo de medios a nuestro alcance. La concepción de la razón en Rousseau no va a ser esta razón calculadora, sino una razón desinteresada y universal, que aparecerá también en Kant. Según Hobbes, para satisfacer el placer es necesario el poder. Para Hobbes, todos los hombres son iguales antes de firmar el pacto o contrato, y todos gozan del mismo poder. Es precisamente esta situación la que lleva a los hombres a desconfiar unos de otros. Esta desconfianza conduce a la "guerra de todos contra todos". Los peligros que esta guerra acarrea llevan a pactar y formar el estado. Por tanto, el estado tiene su origen en nuestra naturaleza egoísta y desconfiada. El contrato social de Hobbes es fruto de un pacto en el que los hombres renunciamos a la libertad ilimitada de la que gozaban en el Estado de Naturaleza. Este pacto se firma con dos condiciones: La renuncia a la libertad sin límites es recíproca, no unilateral. Esta renuncia, para que tenga sentido, debe ser controlada, para que así el acuerdo sea irreversible. El encargado de controlar y administrar esta renuncia es el Leviatán, el soberano, el Estado, que ostentará todo el poder al que han renunciado sus súbditos. Por tanto, el poder del Leviatán no tiene límites ni control alguno. Hobbes justifica de este modo el poder absoluto del monarca, y la falta de libertad de los súbditos. Instrucciones: Explica con tus palabras en que consiste el contractualismo. Y compàrtelo con tus compañeros y profesor o profesora. Inmanuel Kant Para él, dentro de su pensamiento ético, el fundamento de moralidad es el puro respeto al deber, es decir, que una persona adquiere valor moral, no tanto por lo que hace, sino por la intención con que lo ejecuta y que ha de ser el puro respeto al deber. En consecuencia, no basta cumplir materialmente con el deber, sino que debe cumplirse única y exclusivamente motivado por el puro respeto a dicho deber. Cualquier otro motivo, como la búsqueda de la felicidad, o el placer o hasta la compasión u otra tendencia impurifica el acto y le quita valor moral. El fundamento de moralidad es algo interior del hombre, como es su intención de actuar respetando el deber. La conducta humana ya no esta ligada o subordinada a fines exteriores. Si un mandato subordina lo mandado a otra condición o fin ulterior, entonces se llama imperativo hipotético y no tiene valor moral. En cambio, el imperativo categórico es el que manda algo de un modo absoluto, sin subordinarlo a ninguna otra cosa. Este si tiene lugar dentro del nivel moral. Su tesis es: "Actúa de tal manera que la máxima de tu acción pueda convertirse en ley universal" o "Actúa de tal manera que trates al hombre como fin y no como medio" Acerca de los imperativos Kant dice: "La representación de un principio objetivo, en tanto que es constructivo para una voluntad, llámase mandato (de la razón), y la fórmula del mandato llámase imperativo. Todos los imperativos exprésanse por medio de un deber ser y muestran así la relación de una ley objetiva de la razón a una voluntad que, por su construcción subjetiva no es determinada necesariamente por tal ley (una constricción). Dicen que fuera bueno hacer u omitir algo; pero lo dicen a una voluntad que no siempre hace algo por sólo que se le represente que es bueno hacerlo. Es, empero, prácticamente bueno lo que determina la voluntad por medio de representaciones de la razón y, consiguientemente, no por causas subjetivas, sino objetivas, esto es, por fundamentos que son válidos para todo ser racional como tal. Distíngase de lo agradable, siendo esto último lo que ejerce influjo sobre la voluntad por medio solamente de la sensación, por causas meramente subjetivas, que valen para éste o aquél, sin ser un principio de la razón válido para cualquiera. Una voluntad perfectamente buena hallaríase, pues, igualmente bajo leyes objetivas (del bien); pero no podría representarse como constreñida por ellas a las acciones conformes a la ley, porque por sí misma, según su constitución subjetiva podría ser determinada por la sola representación del bien. De aquí que, para la voluntad divina y, en general, para una voluntad santa, no valgan los imperativos: el deber ser no tiene aquí lugar adecuado, porque el querer ya de suyo coincide necesariamente con la ley. Por eso son los imperativos solamente fórmulas para expresar la relación entre las leyes objetivas del querer en general y la imperfección subjetiva de la voluntad de tal o cual ser racional, v. gr., de la voluntad humana. Pues bien: todos los imperativos mandan, ya hipotética, ya categóricamente. Aquéllos representan la necesidad práctica de una acción posible, como medio de conseguir otra cosa que se quiere (o que es posible que se quiera). El imperativo categórico sería el que representase una acción por sí misma, sin referencia a ningún otro fin, como objetivamente necesaria. Toda ley práctica representa una acción posible como buena y, por lo tanto, como necesaria para un sujeto capaz de determinarse prácticamente por la razón. Resulta, pues, que todos los imperativos son fórmulas de la determinación de la acción, que es necesario según el principio de una voluntad buena en algún modo. Ahora bien: si la acción es buena sólo como medio para alguna otra cosa, entonces es el imperativo hipotético; pero si la acción es representada como buena en sí, esto es, como necesaria en una voluntad conforme en sí con la razón, como un principio de tal voluntad, entonces es el imperativo categórico. El imperativo dice, pues, qué acción posible por mí es buena, y representa la regla práctica en relación con una voluntad que no hace una acción por sólo que ésta sea buena, porque el sujeto no siempre sabe que es buena, y también porque, aun cuando lo supiera, pudieran ser sus máximas ser contrarias a los principios objetivos de una razón práctica. EL IMPERATIVO HIPOTÉTICO DICE SOLAMENTE QUE LA ACCIÓN ES BUENA PARA ALGÚN PROPÓSITO POSIBLE O REAL. En el primer caso es un principio problemático - práctico; en el segundo caso es un principio asertórico - práctico. El imperativo categórico, que, sin referencia a propósito alguno, es decir, sin ningún otro fin, declara la acción objetivamente necesaria en sí, tiene el valor de un principio apodíctico práctico." La primera fórmula, el imperativo hipotético, nos indica que el hombre debe actuar de modo tal, que su acción pueda servir como modelo a todos los hombres situados en las mismas circunstancias. La mentira es mala, de acuerdo con eso, porque no puede ser ley universal para todos los hombres, dado que contradice la función misma de la palabra, que es expresar el propio pensamiento. En cambio, el imperativo categórico da al hombre una autonomía completa. El hombre debe actuar por sí mismo, de acuerdo con el deber emanado de su propia razón, sin aceptar coacciones o motivaciones o subordinaciones externas a él mismo. Los imperativos éticos deben tener las siguientes características: "En cambio, el único problema que necesita solución es, sin duda, el de cómo sea posible el imperativo de la moralidad, porque éste no es hipotético, y, por tanto, la necesidad representada objetivamente no puede asentarse en ninguna suposición previa, como en los imperativos hipotéticos. Sólo que no debe perderse de vista que no existe ejemplo alguno, y, por tanto, manera alguna de decidir empíricamente si hay semejante imperativo; precisa recelar siempre que todos los que parecen categóricos puedan ser ocultamente hipotéticos. Así, por ejemplo, cuando se dice: "No debes prometer falsamente", y se admite que la necesidad de tal omisión no es un mero consejo encaminado a evitar un mal mayor, como seria si se dijese: "No debes prometer falsamente, no vayas a perder tu crédito al ser descubierto" sino que se afirma que una acción de esta especie tiene que considerarse como mala en sí misma, entonces es categórico el imperativo de la prohibición. Mas no se puede en ningún ejemplo mostrar con seguridad que la voluntad aquí se determina sin ningún otro motor y sólo por la ley, aunque así lo parezca; pues siempre es posible que en secreto tenga influjo sobre la voluntad el temor de la vergüenza, o acaso también el recelo oscuro de otros peligros. ¿Quién puede demostrar la no existencia de una causa por la experiencia, cuando ésta no nos enseña nada más sino que no percibimos la tal causa?. De esta manera, empero, el llamado imperativo moral, que aparece como tal imperativo categórico e incondicionado, no sería en realidad sino un precepto pragmático que nos hace atender a nuestro provecho y nos enseña solamente a tenerlo en cuenta. Tendremos, pues, que inquirir enteramente a priori la posibilidad de un imperativo categórico; porque aquí no tenemos la ventaja de que la realidad del mismo nos sea dada en la experiencia y, por tanto, de que la posibilidad nos sea necesaria sólo para explicarlo y no para asentirlo. Más provisionalmente hemos de comprender lo siguiente: que el imperativo categórico es el único que se expresa en ley práctica, y los demás imperativos pueden llamarse principios, pero no leyes de la voluntad, porque lo que es necesario hacer sólo como medio para conseguir un propósito cualquiera, puede considerarse en sí como contingente, y en todo momento podemos quedar libres del precepto con renunciar al propósito, mientras que el mandato incondicionado no deja a la voluntad ningún arbitrio con respecto al objeto y, por tanto, lleva en sí aquella necesidad que exigimos siempre en la ley. En segundo lugar, en este imperativo categórico, o ley de la moralidad, es muy grande también el fundamento de la dificultad - de penetrar y conocer la posibilidad del mismo -. Es una proporción sintético - práctica a priori, y puesto que el conocimiento de la posibilidad de esta especie de proposiciones fue ya muy difícil en la filosofía teórica, fácilmente se puede inferir que no lo habrá de ser menos en la práctica". Para Kant, el hombre sólo tiene valor moral cuando cumple con su deber por respeto a dicho deber, siendo él mismo quien ha de dictar ese deber. Para él la razón práctica se lleva acabo por tres postulados: El primero de ellos es la libertad humana. Esta es una condición indispensable para que haya deber es que el hombre sea libre. La existencia de Dios y la inmortalidad del alma se derivan del hecho moral. El alma tiene que ser inmortal, porque sólo así se consigue la justicia plena que exige sancionar el valor moral que se haya realizado. Actividades de autoevaluaciòn: Instrucciones: Responde las siguientes preguntas, en tu cuaderno, con palabras tuyas. 1.- Para Kant, a partir de cuándo una persona adquiere valor moral. 2.- Identifica en el fragmento las características que deben tener los imperativos. 3 En el fragmento de los imperativos éticos identifica sus características. Existencialismo Conjunto de tendencias filosóficas modernas, que, pese a sus divergencias, coinciden en entender por existencia, no la mera actualidad de unas cosas o el simple hecho de existir, sino aquello que constituye la esencia misma del hombre. El hombre, en esta perspectiva, no es la especie humana o una noción general, sino el individuo humano considerado en su absoluta singularidad. Los comienzos del existencialismo moderno -prescindiendo de referencias a la singularidad del individuo o de la existencia humana individual en autores como, por ejemplo, Agustín de Hipona, Pascal, Kierkegaard, quizás el único antecedente propiamente existencialista, Dostoievski, Nietzsche, Miguel de Unamuno- se sitúan, a comienzos del s. XX, en el período entre las dos guerras mundiales, pero su momento de mayor influencia se sitúa hacia los años cincuenta. Sus autores fundamentales son: Gabriel Marcel, Karl Jaspers, Martin Heidegger y Jean-Paul Sartre; a éstos acompañan sus discípulos: Simone de Beauvoir, Maurice Merleau-Ponty, Karl Löwith, Hans G. Gadamer, Hannah Arendt, y otros, y aquellos además que, aunque pertenecientes a otros campos de investigación, han sentido la influencia de las ideas existencialistas, como Albert Camus, en literatura, L. Binswanger, en psicología, O. Bollnow, en pedagogía, R. Bultmann, P. Tillich, R. Guardini y K. Rahner, en teología, y E. Mounier en una filosofía cristiana, llamada personalismo. La mayoría de autores se remiten a Søren Kierkegaard (1813-1855), como punto de referencia inicial. Señala éste el momento de la rebelión contra el idealismo de Hegel y su espíritu de sistema, frente al cual esgrime el valor del pensamiento subjetivo y del «singular». No son puntos de referencia existencialista menores su sentido de la angustia y de la soledad humanas.Al hombre singular, al modo de existir el individuo, llama el existencialismo sin más «existencia». Analizar esta existencia es labor de la filosofía existencialista o de la existencia. El hombre -Dasein, «ser ahí», Existenz, «ser para sí» (ver dibujo)- es el único que propiamente existe, o el único cuya esencia consiste en preguntarse por su existencia. No es ésta algo dado y acabado, sino sólo proyecto, o posibilidad que se cumple a lo largo del tiempo, no sin la angustia que proviene del desamparo en el que se siente el hombre para lograr hacerlo; la temporalidad y la historicidad son esa misma existencia. La concepción de la esencia del hombre como existencia individual se complementa bien con la idea de subjetividad: el hombre, conciencia que se hace a sí misma en total libertad. Y esto explica también el enlace y la referencia con la fenomenología de Husserl. El existencialismo, el de Heidegger y el de Sartre por lo menos, deja claro que no hay más ontología que la fenomenología (ver texto ). Significa esto que a la filosofía de la existencia le interesa el fenómeno, no el ser o las cosas en sí, puesto que aquel que se pregunta por el ser -en palabras de Heidegger, aquel a quien «en su ser le va este su ser»- se sitúa en el terreno, no de lo real, sino de lo posible, del descubrimiento continuado, de la interpretación. En esto es tributario el existencialismo de la fenomenología: toma de ella sus métodos de análisis aplicados a la existencia humana. . Existen, por otra parte, diferencias fundamentales entre las distintas corrientes de existencialismo. Unas se refieren ya a la manera misma de entender la existencia, distinta para cada uno de los autores; otras permiten hablar, quizás superficialmente, de un existencialismo ateo y un existencialismo cristiano: Marcel es teísta, como lo es Kierkegaard; Jaspers, sin serlo, habla de una trascendencia; Sartre sostiene que el existencialismo representa un ateísmo consecuente; Heidegger, aparentemente ateo, no excluye en su sistema, sobre todo en sus últimas obras, oscuras y enigmáticas alusiones a Dios. Las obras fundamentales del existencialismo son El ser y el tiempo (1927), de Heidegger, y El ser y la nada (1943), de Sartre. Sartre escribe esta obra durante el paréntesis en que se halla la filosofía alemana por causa de la guerra, y este existencialismo francés, con la rama cristiana representada por G. Marcel y M. Mounier, muy influido por lo demás por Heidegger y Jaspers, es el que logra ser predominante y extenderse a otros ámbitos culturales, ya no expresamente filosóficos, como son la literatura y el cine. A ello han contribuido determinados elementos conceptuales del existencialismo, particularmente chocantes, procedentes de la situación histórica en que se desarrolla, el período de entre guerras, y el periodo en que se propaga, la posguerra: la angustia, el fracaso, el absurdo, la muerte o la culpa . Para Sartre el hombre es libertad. Trasciende por completo el orden material por su libertad, con la cual está fabricando su propia esencia. Su existencia libre es superior y precede a la esencia. Los valores son creaciones de la libertad humana. El hombre crea el valor cuando actúa con libertad, con plena autonomía. Lo valioso es el acto humano, en cuanto originado en la libertad, cualquiera que éste sea. Lo ya hecho, lo que ya esta cosificado, factualizado, en la región de las esencias, no tiene valor. No hay naturaleza humana y no se admite este fundamento objetivo y universal del valor moral. De aquí surge el amoralismo de Sartre. Cada persona vale por su acto libre, no por la sumisión a una jerarquía de valores ya hechos. Tal sumisión equivale a renunciar a la propia libertad con la cual el acto pierde su valor. El uso de la libertad lleva una angustia congénita, la de la responsabilidad que trae consigo una elección absolutamente libre, originada por completo en el sujeto que la realiza, sin escudarse en normas y valores que otros ya han elegido. La existencia auténtica es una existencia angustiada. Por eso no abundan las existencias auténticas, porque se prefiere eludir la angustia que lleva consigo. Son "cochinos" las personas que se autoengañan y se refugian en normas hechas y eluden así su propia responsabilidad. De cualquier manera, el hombre esta condenado al fracaso. La existencia es absurda, el hombre esta de más en este mundo; viene de la nada y se dirige a la nada; no hay Dios; pues si existiera, sería incompatible con el hecho de la libertad humana; la muerte lo termina todo; el hombre es una pasión inútil. Actividades de consolidación: Instrucciones: Realiza un resumen, en tu cuaderno, con tus palabras del tema el existencialismo. Multiculturalismo Podríamos definir a la cultura como el conjunto de todas las formas los modelos o los patrones a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. es ella la que te proporciona una forma de pensar, una manera de actuar, de reflexionar las cosas, de tratar a la gente, de vestir, etc. Aunque no lo creas eres un producto de la cultura, ella determina una gran parte de lo que eres y de cómo actúas o vistes, es la cultura la que te da las tradiciones, la identidad como pueblo y, obviamente, una gran parte de todo ello es un reflejo de lo que eres tú mismo. El multiculturalismo alude a la situación actual que se vive en la sociedad contemporánea, puedes haberlo escuchado con anterioridad en la televisión o el radio, o haberlo leído en periódicos, revistas o algún libro. El multiculturalismo es un concepto clave que se ha extendido hacia muchas partes del ámbito del conocimiento porque gracias a él se intenta interpretar los diversos fenómenos que explican el mundo en el que vivimos. Este concepto, como su nombre lo indica, hace referencia a la coexistencia entre una gran diversidad de culturas, es un término que intenta explicar la situación actual de la mayor parte de los países como consecuencia de la globalización y del rápido desarrollo de la economía mundial. En líneas generales, una primera aproximación al término afirma que el multiculturalismo es la coexistencia de varias culturas dentro de una sociedad más amplia y desarrollada, con una mayor capacidad de sostener una cultura propia y un pequeño sector de grupos minoritarios que reclaman el derecho a ser identificados como autónomos y a tener el derecho de ser diferentes. El multiculturalismo contempla una diversidad interesante de pluralismo cultural, puede, incluso, entenderse como las pequeñas sociedades que se encuentran inmersas en un estado o nación. Dentro de estos pequeños grupos puedes encontrar a sectores marginados o, en cierta forma, excluidos del conjunto mayoritario de sociedad tales como: los homosexuales, inmigrantes, discapacitados, pueblos indígenas, etc. El multiculturalismo ha sido propiciado por la importante migración que, en las últimas décadas, se ha dado de pueblos pertenecientes a países pobres y de tercer mundo hacia naciones que, a sus ojos, lucen prosperas y capaces de ofrecer una mejor calidad de vida. Entre estos casos puedes contar el de países como Estados Unidos, que es un destino migratorio muy importante o casos como el de España en el continente europeo. De alguna forma, esto viene a terminar con el sueño que anteriormente vivieran algunas sociedades de convertirse en una nación constituida de una raza sin mezcla, pura y única. En general, no existe, en la actualidad, una raza totalmente libre de mezclas, gracias al masivo movimiento social, que se ha generado a causa de la búsqueda de una mejor calidad de vida y a las facilidades para que las sociedades puedan relacionarse entre sí, puedes encontrarnos adoptando estilos de vida que no son propios de nuestra cultura o gustos musicales que pertenecen a sociedades muy distintas de la nuestra. La interculturalidad es una propuesta que intenta rescatar la igualdad y equidad entre las culturas. Desde un punto de vista intercultural se trata de que las culturas convivan y puedan coexistir en una misma región geográfica, pero sin que ello signifique que una esté sometida o pueda sufrir discriminación de parte de la otra, antes bien se trata de que esta relación esté basada en el respeto y desde un esquema de igualdad. El interculturalismo no admite jerarquías culturales en donde se pueda ejercer una acción basada en el poder, esto es, nose permite que ciertas decisiones beneficien únicamente a una cultura por encima de otras. El mismo término inter – culturalismo se refiere a que todos nosotros vivimos entre – culturas, lo cual se interpreta como una visión más ideal y deseable del actual momento que se vive en casi todos los países. De esta forma se puede definir la interculturalidad como: la continua interacción que surge entre dos o más culturas, dados los elementos que se pueden compartir, principalmente la zona geográfica, en donde la base teórica consiste en una relación respetuosa, cordial, igualitaria, lo que fomenta, en todo momento, la integración productiva entre dos sociedades con distintas costumbres, tradiciones o estilos de vida. Así, se puede entender que las sociedades interculturales son aquellas en las que es posible encontrar relaciones de respeto, reconocimiento, apoyo, y sobre todo, enriquecimiento mutuo al compartir los elementos positivos de ambas culturas. Es importante también aclarar que la interculturalidad se propone como el ideal de convivencia entre etnias, razas y culturas distintas, al mismo tiempo que se intenta lograr una coexistencia sana y respetuosa reduciendo, con ello, los posibles conflictos que puedan surgir por las diferencias en costumbres y tradiciones. La transculturación se relaciona con la idea de que las culturas que conviven en la misma zona geográfica no son entidades aisladas, encerradas en sí mismas, sino que han adquirido ciertas actitudes heredadas de su trato continuo con otras culturas. Es así como se produce una enorme síntesis entre culturas que comparten palabras, necesidades, pensamientos, ideales o prácticas sociales que son generadas en la cotidianidad del trato continuo. Esta síntesis casi se convierte en una consecuencia inevitable, producto de la relación interpersonal que va surgiendo dentro de las escuelas, lugares de trabajo o vivienda produciendo entidades culturales constituidas de una amplia diversidad social que se va transformando entre sí, sin que las distintas culturas puedan evitar el permanecer enteramente inalterables. Lo que en general se trata de explicar cuando se habla de Transculturación es que la convivencia entre las distintas culturas va generando una transformación progresiva entre ellas, conforme a las cuales se van compartiendo diversos elementos que las van haciendo más parecidas entre sí o por lo menos, que les permiten mejorar su convivencia y su comprensión entre una cultura y otra. Actividades de autoevaluación: Realiza las siguientes actividades: I. Busca en revistas o periódicos algunas manifestaciones sociales más representativas con las cuales se puedan expresar elementos importantes de tu cultura. Enseguida responde las siguientes preguntas: a) ¿Qué elementos característicos representan la vestimenta cultural de tu sociedad? ______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ b) ¿Qué tipo de música caracteriza tu cultura? ______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ c) ¿Qué tradiciones o costumbres son más representativas de tu sociedad? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ d) ¿Qué fiestas importantes se celebran en tu sociedad cultural y en qué consiste cada una? (Menciona al menos 3 de ellas). ____________________________________________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ e) ¿Qué elementos te parecen interesantes de tu cultura y que otros no te agradan? ¿Por qué? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ f) Además de tu cultura y de sus costumbres ¿existe alguna otra cultura que llame tu atención? ¿Por qué? ¿Qué relación encuentras entre esa cultura y la tuya? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________