☠️ Bodas Negras. ⚰️

🕸️ Fantasmas ☠️

Historia escrita para Halloween y día de muertos. Con derecho de autor basado en una leyenda.

Imágenes y personajes pertenecen a sus respectivos creadores, sólo fueron tomados para la creación de la historia.

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"Gritad! gritad! que el desgarro de tu alma, será más fuerte y permanente que el de tu sangre, . . . la favorita del señor del averno"

Pasó, otro mes . . . Un mes en el cuál no pudieron separar al joven coronel de aquella tumba. Nada quedaba de aquella figura gallarda, ahora parecía un muerto en vida. Delgado y con la piel avejentada por el sufrimiento, el hambre y las inclemencias del tiempo que azotaron su cuerpo en los dias que se la pasaba recostado sobre la tumba hablándole, Contándole de sus planes. . .y la boda. En la hacienda ya nadie trabajaba, Sango estaba por marcharse con Bankotsu y Naraku se había dejado morir lentamente . . . O al menos esa fué su intención hasta que . . . Tomó una decisión e hizo una extraña promesa.

Sesshomaru todas las noches iba al cementerio, a visitar la tumba de su amada. No dejó la hacienda y sobrevivía con el único propósito de seguir donde ella estaba. La gente del pueblo se santigüaba mirando aquella figura pasar en las noches, pensando que era un alma en pena que rondaba el cementerio buscando paz.
Y así sucedía cada noche, hasta que pasado tres meses. Una figura oscura caminaba a paso lento hacia el cementerio con pala y pico, la noche era oscura, los sonidos del metal golpeaban el mármol de piedra de la tumba, luego, el sonido de una pala sacando la tierra de la misma, los graznidos y el canto de las lechuzas rasgaban el silencio de la noche junto con el sonido de un pico rompiendo el mármol de aquella tumba que aprisionaba a su amada, además de los agitados murmullos de una respiración acelerada por el esfuerzo. Por fin, llegó a su cometido, rompiendo el féretro, llevando entre sus brazos el rígido esqueleto de su gran amor ya descarnada.
El joven coronel llevó el cuerpo al lugar que ya tenía listo, con las cosas que necesitaba. La casa junto al lago sería el lugar perfecto donde nadie lo molestaría, encendió velas por toda la habitación después de colocar el cuerpo con sumo cuidado sobre el lecho preparado con las sábanas de su noche de bodas y tapizado de pétalos de rosas. Sesshomaru sonreía mirando con profundo amor el rostro descarnado de su Aome, que para él, lucía como la última vez que lo vio. Preparo el agua de rosas, y se dispuso a bañar el cuerpo con veneración, para luego colocarle el vestido de novia que tanto le había gustado. El cráneo, aún con su cabellera oscura y largo, lo adorno con una corona de flores que él mismo corto. La fragancia de jazmín, su preferida, fue esparcida con amor por todo su cuerpo. Una vez terminado su trabajo, se acercó al cadáver frío y suspiro cerca de la boca descarnada hablándole de su amor y llenándola de besos, aquellos que tanto a ella le agradaban. Y así, celebró una boda con aquel cadáver de la mujer al qué tanto amaba, le colocó el anillo de compromiso, la argolla matrimonial e hincado junto al cadáver colocado a su lado, juro amarla más allá de la muerte. Afuera, un llanto lastimero rompió el silencio, y dio inicio a un eclipse dando pasó a la luna roja. Una vez terminado el rito llevó a la novia al tálamo nupcial y se acostó junto a ella, mirándola embelesado, y muy enamorado, la abrazo dándole otro tierno beso y con tranquilidad se quedó dormido, y para siempre, tendido a su lado.
Así fueron encontrados después de una frenética búsqueda del coronel, el cual no apareció después de sus diarias incursiones al cementerio. Sango lloro amargamente al contemplar los cuerpos de aquellos enamorados a los cuales el destino no les permitió ser felices. Sesshomaru con una sonrisa de felicidad y paz abrazado a un esqueleto, el cual extraña mente se aferraba también al cuerpo del muchacho.

Después de aquello se mandó construir una preciosa bóveda y una cripta dónde fueron enterrados los enamorados juntos . . . en el mismo lugar, su padre el señor Naraku prometió cuidar de ella hasta su muerte.