☠️ Bodas Negras. ⚰️

🕸️Noche Sangrienta ☠️

Historia escrita para Halloween y día de muertos. Con derecho de autor basado en una leyenda.

Imágenes y personajes pertenecen a sus respectivos creadores, sólo fueron tomados para la creación de la historia.

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"Gritad! gritad! que el desgarro de tu alma, será más fuerte y permanente que el de tu sangre, . . . la favorita del señor del averno"

~ Tráela. Les mostraré que no pueden pasar por alto mis órdenes.

El nuevo capataz un tal Onigumo, se había hecho del cargo acusando a Hakudochi de robo y de descuidar sus labores. Además, había desobedecido lo establecido para cualquier trabajador cuando se casaba. Debía avisar a los patrones y se les daba un regalo, además de ejercer el derecho de pernada, hacía muchos años que no se ejercía pero el patrón decidía. La chica fué traída entre jalones y a rastras, a Hakudochi tuvieron que amarrarlo a un poste frente a las caballerizas además de ser golpeado hasta que se desmayó. Lucho, luchó muchísimo por lo que consideraba suyo y era injusto lo que les hacían pero nada se pudo hacer, su abuelo no pudo hacer nada más que quedarse con él para que no siguieran golpeándolo. Rin fué llevada a los cuartos traseros de la hacienda donde el patrón Naraku esperaba. Realmente no pensaba hacer nada contra la pareja pero la desobediencia era lo que no toleraba, esperó a que se le informará sobre sus planes, incluso que fuera invitado a la boda, pero el muchacho lo paso por alto y eso no lo podía permitir, no permitiría que se pasará por alto su autoridad. Una vez le llevaron a la muchacha quién lloraba en silencio por un momento dudó, era tan joven como kagome, se acerco a ella y le pregunto.

~ Sabes por qué te trajeron verdad?

Rin con ojos anegados de lágrimas asintio.

~ Y sabes que desobedecieron lo establecido con respeto a las bodas de los trabajadores verdad?

La chica lloraba sin moverse. Asintiendo de nuevo.

~ Bien, entonces sabes que ésto amerita un castigo. No me hubiera opuesto a su boda, incluso hubiera dejado pasar lo de mi derecho pero . . . La desobediencia se castiga.

El patrón se acercó llevándola a la recámara, en tanto la chica se moría de vergüenza al ser despojada de la ropa y recostada en aquella cama de blancas sábanas. Era bonita, sus pechos plenos, su vientre plano y su delgada cintura fueron lo que finalmente inflamó la pasión del señor de la Perla, la tomó en sus brazos y la recostó en la cama , beso su vientre en tanto la chica temblaba, con sus dedos busco aquella parte que a muchas mujeres excitaba al ser tocadas con cuidado, mientras besaba y lamía aquel botón, ella abrió las piernas jadeando por las sensaciones extrañas que le produjeron aquellas cosas que le hacía, humedad se formó en su entre pierna, estaba lista. Y así, la chica fué tomada por el señor de Vargas, un hombre que no era su marido ante Dios. Rin lloraba Pidiendo que todo pasara lo más rápido posible para ir a pedir perdón de rodillas a su esposo, lo cierto fue que durante toda esa noche el señor de Vargas inició a aquella chica en los placeres del amor haciéndola gritar de pasión una, y otra y otra vez, Rin muy avergonzada y arrepentida por la mañana, salió corriendo de aquella habitación, su cuerpo había gozado tanto, a pesar de no desearlo, y lloraba amargamente pues amaba a su esposo. Corrió con el arrepentimiento de descubrir, que jamás sintió lo mismo con los besos de Hakudochi . . . Lloraba por su traición y sólo esperaba estar frente a el para pedirle perdón de rodillas, Si es que aún, no estaba muerto.

A lo lejos, un grito enfurecido cimbro el cerro . . . el maldito había vuelto a lastimar a alguien de su familia, pero está vez pagaría, pagaría muy caro. Las llamaradas de aquella hoguera desplegadas por el ente del Averno le mostraban cómo la chica era mancillada por el patrón de la Perla y como ella disfrutaba de aquella afrenta gritando de placer. Ahora iniciaba la venganza y aquella afrenta se tendría que pagar con sangre . . . Sangre del maldito criminal y de la perdida de su hija.