Experiencias

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Un día antes de ir con el psiquiatra, me informo una enfermera que me cambiarian de habitación pues el espacio lo necesitaba otro paciente debido al oxigeno que se encontraba en esa habitación, finalmente tome algunas de mis cosas como mi telefono (mismo que hubiera agradecido no tener), mientras recogia mis cosas escuche unas palabras por parte de aquella enfermera que ni siquiera era mia pues a ella no le tocaba cuidarme -Estas así porque no crees en dios, si te acercas a dios vas a estar mejor- dijó sin miedo, mi tía quiene staba de visita seguramente le envio una vista de odio pues la familia de mi madre durante su crecimiento fueron muy cercanos a la iglesia. Mi enfermera finalmente vino y me llevo hasta mi ahora nueva camilla, era menos comoda pero me sentía mucho mejor.

Al rededor de un día antes cuando estaba emocionado porque me daran el alta de aquel hospital, los doctores me hicieron saber que eso no iba a ser posible pues el psiquiatra aún no me veía para decir si podía irme o no, en ese momento mi cuerpo se sintio cansado de estar en un hospital, me sentía agotado de muchas formas. Mi madre me miro -Si no hubieras dicho porque fue ya te habrían dejado ir- sus palabras resonaron fuertemente en mi cabeza, realmente solo sentí las lágrimas caer por mis mejillas, escondido bajo una manta blanca para luego solo quedarme dormido. Diría que ha sido de las experiencias y palabras mas amargas que he escuchado o tal vez así lo sentía por mi lado pesimista, al final estaba gritando, gritando por ayuda sin decir ni una sola palabra.

Llego la preciada noche antes del gran día donde vería a aquella psiquiatra, los nervios me consumian puesno quería quedarme en aquel hospitla más tiempo pues aunque fuera un lugar tranquilo para mi, me sentía incomodo pues solo quería ir a casa donde podía tener una vida comoda y tranquila sin preocupaciones. Al llegar la mañana (eran aproximadamente las 6 am) un enfermero o doctor vino hacia mi camilla, nuevamente pasandome a una silla de ruedas con mi tan ahora especial manta, me llevarón entre juegos a la ambulancia, muchos creerian que los hospitales son aburridos y tienen razón, pero aún así hay medicos muy amables y enfermeras divertidas, la primera noche que estuve en ese lugar siempre me transportaron en silla de ruedas, me hicieron examenes de todo incluso rayos X me parece, fue una experiencia agradable en lo personal.

Recuerdo que la mañana yendo en esa silla de ruedas hacia la ambulancia el medico que me llevaba en esa silla hacia pequeñas desviaciones con la silla de ruedas como si fuese a chocar (sin chocarme claro), fue sumamente divertido. Al subir con ayuda a la ambulancia pese a estar bien perfectamente me senté, ciertamente las ambulancias eran muy incomodas, el espacio era reducido y la velocidad a la que conducia hacía que casi me cayera encima de la señora en la camilla frente a mi persona, al ser tan temprano sentía frío, no era más frío del que sentí con las palabras de mi querida Lucy al enterarse que estaba en un hospital, en mis pensamientos no solo estaba Lucy sino todo lo que había vivido antes de Lucy, todo el dolor que había pasado antes de ella y aún lo que sentía despues de ella, era una sensación horrible, una sensación que dolia.

Llegamos al nuevo hospital donde vería a la psiquiatra, al ser menor de edad no me llevaron a psiquiatria tal cual sino a paidopsiquiatría eran basicamente lo mismo pero el paidopsiquiatra era para menores de edad sino mal recuerdo, mi tía esperaba pacientemente conmigo a la doctora misma que me horrorice de conocer en ese momento. Cuando la psiquiatra llego y nos paso inmediatamente pregunto quién me acompañaba a lo que respondí que mi tía, inmediatamente la psiquiatra juzgo eso -era para que viniera tu mamá, no tu tía- me sentí atacado en ese momento pues yo mismo fui quien penso que no estaba mal, nuevamente sentía que estaba equivocado en algo, me saco de mis pequeños pensamientos cuando comenzo a hacer preguntas para rellenar el cuestionario medico o algo así y aunque no era feliz respondiendo preguntas tan personales frente a una tía que no veia tan seguido pero igualmente estaba respondiendo intentando contener mi voz quebradiza.

Finalmente termino ese asqueroso cuestionario, la enfermera que me acompañaba quien me miro con pena al escuchar mis palabras sobre mi pasado hizo la pregunta que tanto esperaba      -¿Ya se le puede dar el alta o todavia debemos mantenerle en el hospital?- esas palabras me hicieron alzar la vista en espera de la psiquiatra, en espera de un sí -¿Cómo esta fisicamente?- preguntó -Esta bien- respondió la enfermera, claro lo hizo explicando mejor pero no recuerdo bien sus palabras -Entonces ya pueden darle el alta si quieren- dijó aquella señora quien momentos antes me había hecho un cuestionario, creí que podía irme pero no fue asi pues comenzo a escribir una receta de medicamentos von una dosis baja pues no estaba mi madre para autorizar una dosis mas fuerte. Mi tía probablemente se sintio horrorizada al ver que alguien con una sonrisa an grande como la mía de la anda cayera de esa forma, los medicamentos también eran algo de lo que horrorizarse pues tenían varios efectos secundarios como vomitos, diarrea, insomnio, entre muchos más.

Finalmente volví a aquella ambulancia, estabamos solo mi tía y yo pues la señora con quién compartia la ambulancia aún no llegaba a la ambulancia. Mire a mi tía por unos segundos antes de sentir la vista borrosa y aunque quería no llore en ese momento, me contuve pues quería ser fuerte, quería una fuerza que no tenía.

Una vez volví al hospital y a mi humilde camilla, me dieron el desayuno de ese momento a decir verdad la comida del hospital no era mala (las tres comidas del día y siempre iban a ver como estaba) a decir verdad era comida "bastante rica", mientras almorzaba vinieron a decirme que me darían el alta, probablemente fue de las ocasiones donde mi tía me vio mas feliz pues finalmente me iria del hospital, inmediatamente apresure a mi primo quien llevaria mi ropa e iria por mi al hospital (era un primo especial para mi pues siempre me había tratado con aprecio y lo admiraba mucho). Esperaba de forma pacifica y ansiosa en aquella habitación, cuando llego mi ropa fui a cambiarme de inmediato, el enfemero queme toco en ese momento me dijo ue hacia frío (para ese momento llevaba me parece que un short), pero no me importaba el frío pues quería irme ya.

I love you like an alcoholicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora