Capítulo 23.

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SeongHwa llevaba un vestido rojo con negro mientras servía los tragos para los jugadores llamando la atención a su pasó, YeoSang no era la excepción pero ese día se sentía fuera del foco. Todos estaban enfocados en el juego de esa noche, parecía que el dinero estaba viajando rápido, con las primeras dos rondas había alcanzado la meta de dinero BoRa parecía apenas poder hacer las cuentas. SeongHwa había dado más vueltas que en otras ocasiones, el juego parecía un poco más brusco esa noche con las fichas siendo tiradas a la mesa y el dinero que BoRa cambiaba por fichas.

Vio una vez más a SeongHwa, las medias hasta medio muslo y el ligero negro lo hacían resaltar. Él lo vio a los ojos también el color negro y azul, le sonrió y envió un besó coqueto haciendo relucir el labial rojo que tenía en sus rellenos labios, siguió su caminó hacía la barra a tomar más vasos, yendo a cambiar los que todos tenían en sus mesas.

-YeoSang _saludo su padre cuando llegó al infierno una vez más_ Tengo un regalo por tu llegada.

Lo vio aburrido y caminó hacía él.

-¿Qué es? Tienes sorpresas retorcidas.

-Verás, tal vez no la ames pero, yo creo que es lo que merecía. Bueno... si está aquí es por eso.

Su padre lo llevó por las puertas hasta que lo vio a él, estaba arrodillado la piel de su espalda era arrancada sus ojos parecían perdidos, seguramente veía los recuerdos traumaticos de su vida. Después de haber matado a tantas personas y violado a otras, sabía que él llegaría a donde estaban ahora.

-¿Quieres decirle algo? _le preguntó su padre pasando su brazo por sobre sus hombros.

YeoSang relamió sus labios y lo vio.

-Si.

-Pues es todo tuyo.

Con un chasquido la mirada perdida lo enfocó con gritos de dolor y horror de él, no recordaba su nombre pero sí su rostro.

-¿Cómo se siente caer en el infierno que tanto rechazabas?

-¡No! _un gritó desgarrador, sonrió.

-Tu creíste que yo caería en el infierno _agarró la barbilla de él viendo sus ojos.

Él movió sus brazos con fuerza arrancando su propia piel, escuchó sus gritos de dolor aún así no sentía nada.

-Es porque eres un monstruo _sollozo él_ Naciste para encarnar un pecado _dijo con histeria.

YeoSang puso su pie sobre la mano de él. No se acuclillo frente a él sólo encendió un cigarrillo y echó el humo sobre el rostro de él, lo apagó en su cuello quemando el músculo expuesto del cuello. Apretó su pie contra el piso y escuchó los huesos de la mano romperse.

-Tu llegaste al infierno _le susurró a su oído_ Yo soy parte de el.

YeoSang dejó que su forma mostrarse apretó el cuello.

-Yo soy la gula, la soberbia y la lujuria que tanto desprecias.

-YeoSanggie _lo llamó sentándose en sus piernas.

Sus ojos se encontraron y entonces volvió a la realidad, dejar el pasado en el pasado era todo menos fácil... menos aún cuando su bello compañero preguntaba por él, agarró la barbilla de SeongHwa viéndolo a los ojos y besó sus labios con fuerza, mordió el labio haciéndolo gemir, SeongHwa lo separó y vio al pisó.

-Yo iré a seguir sirviendo _dijo SeongHwa bajando sus piernas de su regazo.

SeongHwa se levantó y se alejó, notó como se encogió de hombros, el ligero aroma a humillación que dejaba. Se reprendió por lo que hizo, notó a YunHo cambiar con JongHo turno entendiendo que eran las últimas tres rondas. Se mantuvo callado sabía que todos estaban ansiosos ante su silencio y falta de respuesta a las acciones de ese día, pero no era algo que pudiera evitar.

Cruel Dreams 27Donde viven las historias. Descúbrelo ahora