||Terminada||
SeongHwa se sentó bien y vio a WooYoung y San.
-Quiero trabajar en la tienda _dijo con entusiasmo.
-No bebé, tu no quieres trabajar en la tienda _San negó con la cabeza.
-¿Seguro? Papá me pegara tres veces en la cabeza hasta dejarme...
Los pasos resonaron por la celda, la habitación se sumió en el silenció cuando dejó de caminar.
-¿Quié-
-MinHyuk número de identificación de existencia 00456783. Tu caso ha sido completado, el castigo será dado cuando llegues al limbo. No es como este mundo, no hay abogados, no puedes apelar y tu castigó, es tu castigó.
Las botas negras con tacón resonaron de nuevo.
-¿De qué ha-
-Nombre del transportador: San. Qué descanse vuestro cuerpo en la tierra desdichada.
Con eso San trajo su os, apuñaló el abdomen varias veces arrancando la piel y los músculos, cortó la cabeza, el alma soltó el cuerpo y lo tomó del cuello. El cuerpo inerte sobre la cama estaba en buen estado arrastró el alma al portal tirándolo por ahí.
-Στο τέλος οι μαμάδες δεν θα έχουν σημασία. (Sto télos oi mamádes den tha échoun simasía).
Se dispersó entre las sombras.
El alma cayó a sus pies y sonrió con euforia. Vio a MinHyuk ya lo suficientemente roto como para iniciar.
-¿Sabes que los vikingos de la tierra hacían un águila con la piel y los huesos de la espalda de sus enemigos? _preguntó YeoSang.
Vio cómo el otro lo veía sin entender, se acercó y puso su pie sobre el cuello contrario lo apretó contra la superficie.
-Me parece que no lo sabías _dijo con tranquilidad_ Yo, no estoy aquí para ser tu amigo ahora que estás en el infierno.
YeoSang elevó el cuerpo con cadenas, se divirtió cortando la piel, los músculos y los huesos escuchando los gritos de desesperación y dolor que MinHyuk daba, al terminar vio el corazón lo tomó y apretó hasta reventarlo, escuchó los ruegos y gritos. Lo dejó y se acercó al dueño del alma.
-Ese será su castigó de ahora en adelante _le dijo.
-Gracias por dejarme hacer los primeros cortes Bae.
-Cuando quieras hermanito.
YeoSang asintió, regreso a su departamento viendo a SeongHwa quién dormía abrazando su almohada, su cabello estaba desordenado. Se quitó toda la ropa y la quemó, le quitó la almohada y se acostó sintiendo los brazos de SeongHwa rodearlo.
-¿A dónde habías ido? _le preguntó.
Besó su hombro y cuello.
-Fui al baño.
SeongHwa puso su pierna sobre su cadera.
-Tardaste mucho.
El pelirrosa se acomodó casi sobre él, lo abrazó viendo como los ojos de su princesa brillaban.
-Lo siento princesa _lo besó_ Vuelve a dormir ¿Si?
SeongHwa siguió lo ordenado, acarició desde sus hombros hasta su cadera transmitiendo su calma, la piel era cálida y suave. Respiró profundo viendo la oscuridad de su hogar, vio a la ventana mientras acariciaba el cabello de SeongHwa.
-Todo estará bien ahora _le susurró_ Nadie te hará daño.
Acarició las mejillas de SeongHwa.
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Στο τέλος οι μαμάδες δεν θα έχουν σημασία: Al final los cabrones no importarán.
En fin, la Errante se despide, os quiero muchiiiisimo ¡Bay!.
