Capítulo 6.

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La luz me cegó por completo.
Había varias luces encendidas a medida que Tom me hacía avanzar, poniendo sus manos en mis hombros. Estabamos en la sala principal, donde había varios muebles de aspecto antiguo, floreros, fotografías enmarcadas y algunos espejos. El suelo era de madera, estaba cubierto por una alfombra de color rojo carmesí con detalles amarillos y negros. Era tan acogedor. El calor de la chimenea llegaba incluso hasta donde estábamos nosotros, lo que le daba un aire tibio y amigable dentro de las paredes. Había algunas puertas y pasillos a medida que avanzábamos, lo que me daba una gran impresión del enorme lugar en el que estaba.

-¿Tom?

Una voz femenina me sacó de mis pensamientos. Tom me guio por una puerta hasta abrirla y entrar. Las luces estaban encendidas, de un color blanco brillante, que iluminaba toda la enorme cocina. Una señora de unos treinta y tantos años, estaba frente a una olla revolviendo lo que se veía como salsa de tomate. Su mirada se dirigió a Tom y después a mí. Detuvo lo qué estaba haciendo, se limpió las manos y con una sonrisa se acerco a nosotros.

-Bueno, ¿Quién eres linda? -sonrió.

-B-bueno... Y-yo...

-Ella es ______ mamá -dijo Tom.

Lo miré intentando de alguna forma agradecerle con la mirada, pero cuando desvío la mirada de su madre hasta mí, me sentí intimidada y tuve que desviar la mía.

-Es un gusto conocerte ______. Soy Simone, la madre de Tom -sonrió de una forma amable, mientras se acercaba a mí y me tomaba de las manos con suavidad.

Suavidad... No la había sentido desde que murió mi madre.

Ella me miró, luego miró fijamente a Tom. Me soltó las manos mientras me tocaba las mejillas y la frente. Hizo una mueca.

-Tienes fiebre. ¿Qué sucedio Tom?

-Iba de camino a mi auto después de ir a buscar una... cosa, y me la encontré sentada bajo un árbol a media tormenta. Cuando me acerqué, temblaba y estaba realmente muy fría. La lleve a mi auto para abrigarla y ella me dijo que había salido justo cuando comenzaba la tormenta, y al momento de querer regresar a su casa no lograba ver nada y se perdió. No sé más.

Simone asintió, mientras me guiaba con cariño a una silla haciendo que me sentara en ella.

-Te prepararé algo de té y te daré algo para que se te quité la fiebre. Te puedes quedar en la habitación de invitados por esta noche. Tiene su propia chimenea, aunque es algo pequeña. No creo que sufras frío de nuevo cariño. -sonrió- Estaba haciendo la cena, por lo que quizás te gustaria comer algo antes de acostarte.

¿Comida? ¿Dónde estaba la amenaza o el favor a cambio de ella? ¿Me la daría gratis?

-Oh claro, gracias -Sonreí, intentando ser amable.

(...)

Luego de cenar y conocer al resto de la familia Kaulitz , quienes la conformaban Simone y Jörg Kaulitz, sus hijos Tom y Clarisse, la pequeña hermanita de seis años de Tom. Era muy tierna, y de alguna forma me recordaba a mí cuando tenía su edad. Además era muy risueña y preguntaba de todo, pero no me aburría de ella. Es más, me entretenia resolviendo todas sus dudas.

-Clarisse, deja a ______ en paz -dijo Tom, cuando estábamos en la sala frente a la chimenea.

Simone me había dicho que me quedara ahi unos minutos para recuperar mi calor corporal. Estaba funcionando, ya sentía como el frio se iba de mi cuerpo. Tom me estaba acompañando, mientras el Sr. y la Sra. Kalitz terminaban de limpiar la cocina. Clarisse estaba sobre las piernas de Tom mientras trataba de quitarle el gorro pero él no se dejaba.

-¡ ¿Pero, pero, pero, pero por qué? ! -dijo mientras fruncia la frente.

-La debes estar cansando Clari.

-No, no me está cansando -le dije a Tom. Él me miró y se encogió de hombros despreocupadamente mientras suspiraba.

-No sabes lo preguntona y odiosa que es cuando conoce a gente nueva. Un poco más y les pide una autobiografia -dijo mientras le revolvía el cabello con una risa.

-¡Oye! ¡No lo hagas!

-Oh, ¿no?

-¡No! -chilló riéndose.

Tom me miró antes de comenzar a hacerle cosquillas en el estomago a Clarisse. Ella comenzó a retorcerse entre sus brazos mientras reía y chillaba. Reí con ellos mientras los veía divertirse de esa manera juntos.

-¡No, Tom! ¡ ______, ayudarme ! -chilló entre risas.

Me detuve. ¿Qué hago? ¿Me uno e interrumpo? Me encogí en mi lugar, mientras sentía como Tom detenía las cosquillas y bajaba de sus piernas a Clarisse, quien reía y sonreía.

-Clarisse, ¿Por qué no vas a jugar con tus muñecas, mm? -sugirió de repente.

-¿Vienes conmigo ______? -preguntó Clarisse.

-Ella va después linda.

La pequeña asintió y se fue brincando hasta las escaleras y comenzar a subirlas hasta desaparecer de nuestra vista. Tom se giró hasta mí y me miró. Su mirada era curiosa y extrañada, mientras recorría mi delgado y debilucho cuerpo.

-¿Qué tienes? -preguntó luego de unos segundos.

Otro capítulo, espero que les guste❤❤
Voten, harían a alguien muy feliz
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Besos.

† SAVE ME † Tom Kaulitz. (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora