Sinopsis

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¿Qué es el cerezo de los sueños?.

Es algo muy extraño y no muy entendible para algunos, pero para Anne, era totalmente un monumento.

Primero que nada, ¿qué es y eso existe?, claro que existe, en una ración muy voluminosa en aquella mente extraordinaria de la joven.

Pero en conclusión, ella pre-nombró a su "lugar místico" a algo parecido al cerezo de los sueños.

Porque, aunque lo conoció a sus 5 años, no podía entender el porqué aquel lugar le haya echo tan bien justo cuando algo muy trágico pasó.

Ya que su madre había tenía una enfermedad mortal. Tenía cáncer maligno...

Y, al no tener a nadie más con ella, entró en completa depresión a temprana edad. Fue ahí cuando el ministerio de cuidados de niños actuó.

Se la llevaron poco después de que su madre muriera.

En este momento triste, deseó morir, sí, aún siendo muy pequeña, porque no había pasado ni una semana desde que se enteró del fallecimiento, y sus padres adoptivos no ayudaron mucho que digamos.

Entonces, lo conoció, o mejor dicho, encontró el pasadizo de un viejo parque donde siempre lloraba a solas, por el bosque cercano había un pequeño rastro para seguirlo, y caminó hacia él sin dudar.

Pasó por los pastizales, por las rosas rojas, por ese enorme árbol, para nuevamente encontrarse con un campo libre, pero lo que le sorprendió no sólo fue el ambiente, si no que había un enorme cerezo a las puestas del barranco hacia la laguna.

Era hermoso. Era magnífico... Era... No había palabras objetivas para describirlo, simplemente, era deslumbrante.

Tenía pequeñas cerezas creciendo de éste, con rozales brillosos y unas tenues hojas cayendo por el lugar. La laguna, con un color más cristalino que sus ojos, retumbaban en cada leves olas que completaba el ambiente.

«Es un sueño» Pensaba Anne.

Desde ese momento, supo que ese lugar era especial, porque olvidó todo. Se acercó lentamente hacia él, para echarse en el pasto y recostar su cabeza en la madera suave y pulida de éste.

Sonrió.

Sonrió como no lo había hecho en semanas. Su cuerpo se relajó completamente, para sentir la brisa deslizarse por su rostro y cuerpo.

Y entonces, se durmió.

Tuvo un sueño muy hermoso, no como esos simples fugases que son para amortiguar el espacio cuando cierras los ojos, no. Éste era un sueño, casi real e hipnótico.

Pero no todo es un cuento de hadas.

Poco después despertó, asustándose de no ver a nadie alrededor, casi lloraba si no fuera que se acordó que estaba en ese lugar maravilloso.

Y así, ese místico lugar se volvió uno de sus lugares más preciados, no le contó a nadie sobre eso, por dos cosas : no la entenderían, y no quisiera compartir aquel paraje con alguien más.

Porque Anne Boonchuy estaba sola, siempre lo estaba y siempre lo estaría, ¿o no?.

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¿Qué es el cerezo de los sueños? [Marcanne] / Editando/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora