La debilidad de los hermanos Malfoy (Daphne)

Collar

𝐋𝐚𝐬 𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐨𝐛𝐚𝐬

Hydra se encontraba caminando de arriba a abajo en su habitación, pronto ella saldría junto a Draco hacia las tres escobas.

Cuando la hora llego Hydra salió de su habitación nerviosa.

— ¿lo tienes? — pregunto Hydra

— aquí esta — Draco le enseño un paquete bien envuelto

— hay que hacer esto rápidamente — Hydra tomo el paquete y comenzó a caminar junto a Draco

Los dos chicos caminaron hasta llegar a Hogsmade, estaban apunto de llegar a las tres escobas cuando se toparon con las hermanas Greengrass.

— chicos — dijo Astoria con una sonrisa — ¿vienen con nosotras a las tres escobas?

— es buena idea — dijo Daphne con una sonrisa

— no podemos — dijo Hydra seria

Daphne frunció el ceño y observo a Hydra.

— ¿estas bien? — pregunto Daphne preocupada

— están pálidos —  murmuro Astoria

— no nos pasa nada — dijo Draco serio

— ¿que es eso? — Daphne trato de tocar el paquete que Hydra traía en brazos

— ¡no lo toques! — Hydra retrocedió de forma brusca — debemos irnos

Draco e Hydra se fueron rápidamente dejando a las hermanas Greengrass preocupadas por el extraño comportamiento que estaban teniendo.

— ve a dejarlo — dijo Draco

Hydra asintió con la cabeza y fue a dejar aquel paquete que contenía el collar de Opalo, un collar maldito que mataría a quien lo tocara.

Cuando el cometido estuvo hecho los dos hermanos estaban por salir de las tres escobas pero se terminaron encontrando con la mirada escudriñadora de Harry.

— ignóralo — dijo Hydra mientras caminaba junto a Draco

Los dos chicos se fueron de Hogsmade esperando que su plan funcionara, pero como se terminaron enterando más tarde... su plan solo fue un rotundo fracaso y la chica Katie Bell había terminado pagando el fracaso de los chicos.

— Mierda, mierda ¡mierda! — Draco e Hydra se encontraban en uno de los baños abandonados

— te estas haciendo daño — murmuro Draco

Hydra había golpeado la pared innumerables veces mientras que Draco solo se encontraba sentado en el suelo del baño.

— no podemos fallar — murmuro Hydra

— lo se — dijo Draco — si no... mamá y papá sufrirán el castigo

Hydra dejo salir un suspiro y se sentó junto a Draco para abrazarlo.

— hay que intentarlo con más fuerzas — dijo para luego abrasar con fuerza a su hermana — hay que lograrlo

— mañana hay que volver a la sala de los menesteres — murmuro Hydra

Los dos chicos se quedaron ahí por algunos minutos más y luego regresaron a su sala común, donde las hermanas Greengrass los esperaban, pero los dos platinados dejaron en claro que no querían hablar con nadie y se fueron directamente a dormir.

— estoy preocupada por ti — dijo Daphne viendo a Hydra la cual ya estaba acostada

Hydra no dijo nada y solo se hizo a un lado en la cama para dejar un espacio para otra persona, esa era una invitación silenciosa para que Daphne durmiera con ella.

Daphne sin esperar nada más se acosto junto a Hydra, la platinada abrazo por la cintura a Daphne mientras que estaba ultima solo disfruto la cercanía de Hydra y su olor a menta y hierbabuena.

Pero luego de eso las cosas estuvieron lejos de mejorar, Draco e Hydra se la pasaban en la sala de menesteres intentando reparar el armario Evanescente, pero siempre fracasaban.

El año se prologaba y los fallos eran el pan de cada día, los chicos comenzaban a sentir miedo de fracasar en su tarea, los chicos estaban nerviosos y comenzaban a desesperarse.

Lo único en lo que los chicos se concentraban era en reparar el armario, por lo que sus notas comenzaron a bajar, la apariencia de Hydra comenzó a decaer, su piel comenzó a tornarse grisácea y unas hogueras profundas se instalaron bajo de sus ojos.

Los amigos de los chicos estaban preocupados pero tanto Hydra como Draco no dijeron nada acerca de que les pasaba.