Día 3: El tercer día fue un día de experimentos porquè quando encontramos al profe de musica yo pense de acer experimentos con el. -¿Vale pero con que lo hacemos? -Pregunto el Samu. -Pues lo hacemos con lo del laboratorio de naturales. Le dije. -Pues es verdad. -Dijo el Samu. Cojimos lo que necesitavamos y fuimos, una chica de clase que se llamaba Lucia. Nos dijo que no lo hagamos porqué si no nos iba a infectar. - Es verdad. Dije yo. Estuvimos pensando 1 o 2 horas, entonces llegó la hora de comer bajamos a la cafetería y comimos, empecé a ver a dos chicos que se empezaban a gustar entre ellos creo, uno se llamaba Ryan y otro se llamaba Abdenour. De repente la gente cogía las cosas de la clase donde estábamos, y se empezaba a ir a otras clases y yo pregunté ¿qué hacéis?. Y la Lucia me contestó -Pues irnos a otras clases para tener un poco más de intimidad. -vale pero por lo menos poner un cartel con las personas que tienen esa habitación. Dije yo. A las tres de la mañana me levanté para ir a mear y en la habitación del Ryan y el Abdenour se empezaban a escuchar gemidos pero no le di mucha importancia y seguí durmiendo.
Día 4: El cuarto día fue un día de pesadez la gente estaba como loca de salir del instituto pero tenían que pensar, si salían se iban a morir. Entonces después de un tiempo el profesor de castellano dijo que nos reuniéramos todos en la clase de 1D. Porque quería dar un discurso. Nos empezó a decir que muchas gracias por ser sus alumnos y que muchas gracias por acompañarle en estos 4 días, de repente nos dijo que bajáramos al teatro, donde estaba el profesor de música. Íbamos bajando y mi grupito y yo empezamos a hablar de que seguramente se iba a tirar a que lo infectara o para que lo matara porque él estos días ha estado muy mal. Íbamos bajando y bajando hasta llegar al teatro y entonces dijo -Esto es muy importante. Ya os he dicho que habéis sido muy buenos estudiantes ya sé que me líe mucho con los morfemas, lexemas y fonemas todo lo que queráis pero gracias. -Empezó a abrir lentamente la puerta y los sentidos del profesor de música se alertaron. Y volvió a decir muchas gracias. Cerró la puerta y se empezaron a escuchar gritos de el.
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Así se quedó el cristal, la gente traumatizada se fue a sus habitaciones. Mi grupito y yo empezamos a repartir comida por si alguien tenía hambre, pero todo el mundo se negaba. Mi grupito y yo sí que comimos, comimos dos o tres galletas y nos fuimos a dormir.
