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sunoo estaba buscando a su novio en la entrada de la escuela para entrar juntos y posiblemente perderse por ahí. Hoy más que nunca quería estar junto a su sungie, derramar miel por doquier. ¿Por qué? Fácil, el sábado ambos decidieron dar un gran avance en su relación, tuvieron relaciones sexuales en casa del pelinegro.
Ese día sunghoon lo estaba ayudando en su tarea, después pasaron a una sesión de mimos y una cosa llevo a la otra, hasta terminar desnudos, exhaustos y sudorosos en la cama del mayor.
— Uh, ya es tarde — miro nuevamente la hora en su teléfono
— sunoo, ¿Qué haces aquí? — pregunto heeseung llegando a la escuela
— Espero a sungie — respondió con un lindo y pequeño mohín
— Pero sunghoon me acaba de decir que está en el salón — habló con confusión
El de cabellos negros saco su celular para enseñarle la conversación — Mira, Lee el mensaje
sunoo leyó unas tres veces la conversación para estar seguro, su ánimo decayó drásticamente, ¿Por qué le mintió su novio? ¿Él dijo que se verían ahí? Quería llorar pero no lo haría enfrente de todas esas personas.
— Vamos a clases, sirve y hablas con él — dió leves palmaditas en la espalda del castaño
— Vé, yo tengo que hacer una llamada — fingió una sonrisa
— No tardes, ya casi es la hora de clases — mencionó
— Llegaré temprano, ¿Bien?
heeseung asintió y sin decir nada más se fue, dejando al castaño solo. Por su parte sunoo llamaba a su novio pero todas las llamadas que hizo fueron rechazadas. Siguió insistiendo pero sus llamadas seguían sin ser respondidas.
— Hey, tú y todos los demás tiene retraso — hablo el encargado de ahí.
Varios, por no decir la mayoría soltaron un quejido y uno que otro insultaba en voz baja. El castaño por su parte guardo su teléfono y miro a todos lados en busca de alguna señal del pelinegro
— ¿Kim? ¿Qué no se supone que deberías estar con tú novio? — cuestionó un compañero de clases
— Uh, bueno... Se me hizo tarde — sonrió levemente
— ¿Y tú novio? Siempre estás con él — intento entablar una conversación
— Creo... Está en clases — respondió un tanto desanimado
El chico al escuchar eso, supo que lo mejor era dejar el tema hasta ahí. No quería recibir insultos o golpees por parte del castaño, siempre se ponía a la defensiva con el tema de su novio.
— ¡sunghoon! — llamo heeseung con molestia
El pelinegro levantó la mirada de su teléfono para mirar al mayor
