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sunghoon estaba despierto desde hace unos diez minutos pero no se levantó ni movió porque su novio estaba abrazándolo y no quería despertarlo.
Sintió como sunoo se empezó a mover mientras se quejaba. El castaño miro a su alrededor y sonrió cuándo vió la desnuda espalda de su novio con algunos rasguños; inmediatamente recordó los lindos momentos de ayer en la tarde. Se acercó al pelinegro, el cual fingía dormir boca abajo.
- sunghoonie... - Murmuró dejando pequeños besos en la espalda del mayor
sunghoon moría de la vergüenza al sentir los suaves labios de su novio en su espalda más aparte las caricias que le estaba dando.
- Se que estás despierta, hoonie - Murmuró sunoo en el oído del mayor, mordiendo levemente la oreja
Al pelinegro no le quedó más opción que dejar de fingir, se levantó de la cama para sentarse cómodamente, tapando con una almohada y las sábanas su desnudes
- ¿Todavía te pones tímido después de estar conmigo? - cuestionó
- Ya no tanto pero ayer hicimos cosas muy diferentes - respondió
- ¿Diferentes? Solo cambiamos de posición unas cuantas veces - mencionó
- Pero a mí me gusta ver tu cara cuando hacemos eso - confesó con vergüenza - tampoco me gusta que cubras tu rostro con la almohada
- Es eso o que me escuchen - rió
- Dejemos de hablar de esto, me da muchos nervios - dijo
- Dame besitos, muchos besitos - pidió
- zorrito, ponte algo de ropa - tapó su rostro para no ver la desnudes de su novio
- Eso no importa en estos momentos, ayer me viste desnudo. En estos momentos necesito besitos, tus besitos - Se subió arriba del pelinegro
- Me pones nervioso, zorrito - dijo antes de unir sus labios con los del contrario, un beso dulce y tierno.
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sunoo miraba desde lejos como su sunghoonie jugaba basquetbol, era muy bueno. Nunca pensó o se imagino lo bien que se vería su novio jugando aquel deporte, agradecía que sunghoon estuviera jugando para apreciar esa linda imagen.
- Debería comprarte agua... - Murmuró, busco en los bolsillos de su suéter dinero, contó lo que había encontrado y sonrió en grande al ver que si le alcanzaba y también para un chocolate.
Bajo corriendo las gradas, salió de las canchas rumbo a la expendedora más cercana la cuál estaba cerca de los baños.
Por otro lado sunghoon volteo hacia donde se suponía debía estar su novio, la sonrisa que tenía se borró en instantes. ¿Tan mal jugaba? Borro los malos pensamientos para seguir jugando, minutos después escucho el timbre sonar. Se sintió triste al no ver a su novio así que tomo su cosas antes de salir de ahí, no sin antes despedirse de sus compañeros.
- ¡sungie! - grito sunoo corriendo hacia el mayor
El pelinegro se asustó al ver el labio de su pareja abierto, se acercó hasta él para ver la herida.
- ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? Responde, zorrito.
- No es nada, ese idiota quedó peor - soltó una risita - Oh, cierto. Toma, fui por agua para tí, debes estar muy sediento
