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Elizabeth Monaghan

Me duele la cabeza.

Abrí los ojos lentamente y me quede pensando en esa pesadilla que acababa de tener, unos sapos me saltaban encima y se metían por mi boca. Sin duda una pesadilla horrible.

Me quede mirando el techo hasta que empecé a tener un dolor en el brazo derecho ¿por qué me duele el brazo?

Esperen, ese no es mi techo, mi techo es gris, ese era de madera.

Es más, yo estaba en el bosque con papá cazando ¿dónde estoy?

Me levante lentamente de donde me encontraba recostada y mire a mi alrededor, yo estaba en una camilla, a mi alredor habían sillones, librerías (¡Que lindo, libros!) unos grandes ventanales que daban al bosque y mas muebles.

Miré mi cuerpo, me habían sacado los grandes abrigos que llevaba dejándome con una remera negra y mis pantalones negros, también habían sacado mis botas militares dejando ver mis calcetines de flores.

Tenía vendado el brazo derecho, dolía mucho.

¿Dónde estaba?, ¿dónde está mi padre?

Recuerdo haber estado con papá persiguiendo a unos osos cuando uno de ellos me atacó y papá queriendo salvarme otro oso lo atacó a él.

Mierda.

De un saltó baje de la camilla y salí de la habitación, no sabía a donde dirigirme hasta que escuche voces a la derecha y caminé hasta allí.

Narrador

—Creo que ya despertó —dijo Edward mientras miraba al pasillo.

—Que bien, gracias al cielo —habló Jonathan mientras se levantaba pero Carlise lo detuvo.

—Tranquilo, vendrá para aquí, tú siéntate, no puedes hacer mucho esfuerzo, todavía estás algo debil —le dijo mientras lo tomaba del hombro, Jonathan lo miro y asintió para volver a sentarse a su lado.

El hombre había despertado hace poco mas de media hora y tras el doctor Cullen haberle explicado que fue lo que paso y como terminaron ahí le presento a su familia. El hombre explicó que era lo que él y su hija hacían en el bosque cuando fueron atacados.

Jonathan a lo primero se desconcerto mucho pero a medida que el doctor Cullen le explicaba todo, hasta el estado de salud médico suyo y de su hija se tranquilizó. Su familia le pareció agradable, fue medio incómodo conocerlos, pues lograron intimidarlo con sus ojos dorados, pero todos lo trataron amablemente a excepción de su hija Rosalie quién fue la mas seria, más que su otro hijo Jasper quien se presento muy formalmente.

Unos pasos apresurados se escucharon en el pasillo hasta que se detuvieron detrás del umbral de la puerta. 

—¿Elizabeth? —preguntó su padre. 

Una cabezita se asomó tímidamente junto a unos saltones ojos marrones. Jasper, quien era uno de los mas alejados instintivamente se acercó un poco más para verla mejor. 

—Hija, ven, está bien. Estamos en la casa del doctor Cullen —volvió hablar Jonathan. La pequeña lentamente salió de su escondite y quedo parada en la puerta mirando a los presentes quienes la miraban fijamente. 

Para Jasper era mas bella estando despierta, con sus ojos mirando hacia todo su alrededor producto de estar en un lugar nuevo con gente que no conocía, le resultaba tierno.

—Hola cariño, es un gusto conocerte, soy Rosalie —dijo una rubia sorprendiendo a todos, a su familia, a la niña al darse cuenta que era la chica a quien le había dicho belleza y al padre porque pensaba que también sería seria con ella.

Cazandote| Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora