capitulo 7

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Sus manos dolían demasiado, sentía punzadas fuertes en sus dedos, no solo tenían tierra sino que también tenían heridas de las cuales caían unos rastros de sangre hacia el suelo

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Sus manos dolían demasiado, sentía punzadas fuertes en sus dedos, no solo tenían tierra sino que también tenían heridas de las cuales caían unos rastros de sangre hacia el suelo. Aún así siguió apartando la tierra, piedras y escombros de la cueva para poder crear una salida.

«Falta poco»

Por cada piedra que sacaba sentía las miles de punzadas sobre sus dedos, apretaba con fuerza el agarre en las piedras y tierras y pensaba en sacarlo pronto, hace un largo tiempo que había dejado de escucharle y no sabía si se encontraba inconciente por aquella herida o si la falta de aire le había dejado un inconciente.

« Falta poco»

Finalmente consiguió crear  la salida, apenas la creo se metió rápidamente y lo agarro de las ropas hablándole hacia afuera de la cueva.

Después de un largo tiempo había podido sacarlo.

Lo miro atentamente, miro su herida en la pierna y busco con su mirada otra que fuera de grave peligro pero no pudo encontrar otra, apenas veía raspones, polvo y pequeños moretones. Mirándole se dio cuenta que estaba inconciente, seguía con vida pero su herida necesitaba ser atendida.

Necesitaba atención inmediatamente.

Miro a todos lados pensando en que hacer, dejarlo no era opción, no sabía cuando vendría alguien y lo encontraria.

Si o si debía de llevarlo ella.

Pero si lo movía podría ser peor. Pero si no lo movía no podría curarse esa herida.

Su mente era un dilema respecto a que hacer.

- Cerca del pueblo - Pensó inmediatamente.

Una idea surco su cabeza en esos momentos, si lo dejaba cerca del pueblo lo verisn y lo curarian pronto, la cuestión era llevarlo.

Miro sus manos y las examinó, estaban sangrando y aún sentís el dolor en ellas al moverlas aunque sea un poco. Para ella se encontraba bien.

Pensó en unos instantes en como cargarlo sin tocarle hasta que le vino una idea y para ello le tapo el rsotro por completo con una parte de sus ropas.

Lo apoyo en una parte de la cueva, ella se puso de espaldas a él y lo agarro de una parte de sus ropas para apagarlo a ella, lo tomó de las prendas y lo subió a su espalda con mucha dificultad, evitando en todo momento que su rostro, sus manos y pies tocaran alguna parte de su cuerpo.

Ahora era posible llevarlo. Comenzó a avanzar poco a poco, con dificultad por el peso que llevaba, en dirección al pueblo.

A cada paso sentía que se iba a caer, nunca había llevado tanto peso en su espalda  y en dolor en sus manos comenzaba a doler más por el agarre fuerte que tenía sobre el humano al cuña cargaba en su espalda.

- Un poco más, un poco más - Murmurró ella.

En su mente se animaba y se decía a si misma que estaba pronto a llegar. Sus manos dolían y le costaba llevar tanto peso, además de ello el suelo había cambiado de rocas al pasto, árboles y flores del bosque. A cada paso que daba se sentía mucho más débil, sus fuerzas se iban y erns absorbidas por los árboles, plantas y flores de sus alrededores, sus manos dolían más y habían comenzado a temblar y el paso era demasiado para ella, tarde o temprano iba a caer al suelo de tanto cansancio.

Primavera Contigo [Okita Souji y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora