—Ésta es una perforación de nuca... —me explicaba mientras se descubría por completo la espalda, sentado nuevamente, había vuelto a colocarse aquel metal también sólo para mostrarme, por lo que admiré el contraste con su piel— Puede ser vista si traigo ropa casual, pero si uso el traje, la cubre completamente.
Observé atentamente cómo su mano acariciaba la zona en cuestión, algo en mi interior se sacudió, entonces me percaté de que estaba comenzando a sudar.
—Fue mi primera perforación, hace mucho tiempo ya, cuando aún era un estudiante. Sentía más nervios que dolor —agregó— Es mejor si vas a un estudio de perforaciones, pero preferí hacerla yo mismo. En lugar de usar una barra más cuadrada, la cual necesita más habilidad para quitar y poner, usé una barra curveada, que es más fácil de quitar. Desde que éste tipo de accesorios no son aceptados en el trabajo, tengo que ser cuidadoso.
—¿No es molesto?
—Lo es. Sin embargo, con ese tipo de ambiente, ellos son muy estrictos en el trabajo cuando se trata de algo que es "mal visto".
Retomé la cercanía, reemplazando su mano por la mía, así acariciando la suave piel que estaba expuesta ante mí.
—Así que, ¿en verdad no pueden ser vistos? —pregunté en un susurro sobre su nuca, lo sentí estremecerse levemente.
—Eso es lo que ellos dicen... Pero no lo odio —me dedicó otra sonrisa, volviendo a recostarse, ésta vez boca arriba.
A diferencia de alguien como yo, que trabaja en un salón de masaje barato, que no tiene pasatiempo alguno y que pasa todo día libre holgazaneando en casa viendo televisión... Jaemin es un hombre ordinario, que no es tan ordinario. Sólo usa una máscara de mediocridad para vivir sin complicaciones, como vivo yo.
Con su mano, tomó la mía y la acercó a su pecho, otorgándome silenciosamente el permiso para acariciar éste mismo.
—Mi perforación en el pezón... Ya que tenía muchos nervios, me dolió un poco. Además, cuando lo uso mi pezón constantemente se pone duro, así que en verdad es muy sensible, por eso, de vez en cuando empieza a dolerme por el contacto con mi camisa, tengo que usar una bandita en esos casos —explicó, mis oídos aún lo escuchaban, pero mis dedos ya habían decidido ser autónomos y acariciaron su pezón con esmero—. Ya que no tengo perforado el pezón izquierdo, se ven de diferentes tamaños.
Deslizó mi mano en otra dirección, ahora haciéndome recorrer el extenso camino de su abdomen hasta su pelvis con una lentitud tortuosa.
—Tengo perforaciones en mi ombligo, arriba y abajo, supongo que esas serían las perforaciones principales —la bata que antes cubría su intimidad, ahora no estaba, dándome un espectáculo completo de su desnudez—. En verdad sentí mucho dolor cuando las hice, ya que tienes que usar pantalones y cinturón, éstos te rozan exactamente ahí, así que la curación es más difícil.
Sentí vibraciones en mi entrepierna, no podía evitarlo, pero tampoco me acomplejé por ello, el miembro de Jaemin también parecía muy alegre de tenerme acariciando.
—Y ésta es la última... —asomó su lengua, mostrando con ella una bolita metálica que la perforaba— Una perforación a mitad de la lengua, ésta sorpresivamente no dolió nada. Además, se siente realmente interesante cuando estoy dando una mamada.
Me congelé por completo.
Lo observé fijamente, su mirada traviesa y coqueta, me sentía embriagado con emociones que jamás había experimentado así. No pude evitarlo, y francamente él no parecía sorprendido cuando me vio bajar mi pantalón, saqué mi erección y, acomodando su cuerpo para no ahogarlo, introduje sólo la punta de mi pene en su boca, rozando continuamente aquel accesorio metálico con el que me masturbé hasta rellenar su cavidad bucal con mi semen.
De pronto fui absorbido por un mundo al cual nunca había entrado antes.
Acaricié nuevamente sus pezones, Jaemin se retorcía de placer bajo mis manos sudorosas, descendí con besos por su abdomen y me maravillé después con la suavidad de sus labios.
—Na Jaemin, eres hermoso. Tan jodidamente hermoso.
Las perforaciones en su cuerpo, parecen decoraciones, pero para los que no lo entienden, lucen como algo salvaje y sin sentido. Para mí, luce como algo que está de moda, o algo que haría alguien que anda en malos pasos, pero quitando esos prejuicios... Los agujeros en el cuerpo de Jaemin son hermosos.
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Piercing hole.
FanfictionDesconocido por las personas a su alrededor, Na Jaemin, un hombre de negocios común, en realidad tiene muchas perforaciones ocultas detrás de su traje. Cuando Lee Jeno, el masajista de turno, las descubre, queda completamente intrigado.